Cinco vinos castizos para celebrar San Isidro

Este sábado se celebra San Isidro Labrador, patrón de Madrid. Ya se están preparando diversos tipos de actividades para animar la ciudad y embriagarla de un ambiente lo más castizo posible. Este año las chulapas y los chulapos tendrán que combinar sus trajes con las famosas mascarillas de uso obligatorio. En cuanto a las romerías y verbenas, me da que habrá que esperar otro año para poder disfrutarlas en condiciones, como tan acostumbrados estábamos los madrileños. Por ese mismo motivo, y para que los nostálgicos se beban un poquito de su querido Madrid, vamos a proponer varios vinos madrileños. Vinos diferentes, sabrosos, atrevidos, sorprendentes, con los que celebrar un San Isidro muy especial.

Las Moradas de San Martín ‘Albillo Real’ 2019

Comencemos por un blanco, porque en Madrid no son todo garnachas. Y por una gran bodega y enóloga, que trabajan la viña y en la bodega con un mimo inigualables. Las Moradas de San Martín -perteneciente al grupo Enate- es una gran bodega que, además de saber extraer toda el alma a su terroir de la forma más respetuosa con el medio ambiente, rinde homenaje a la literatura en cada una de sus elegantes etiquetas, ya que en estas aparecen extractos de relatos de escritores contemporáneos.

Pero hablemos de vinos madrileños. Hablemos del fantástico Albillo Real que elabora Isabel Galindo a partir de cepas de más de 70 años cultivadas de forma ecológica y biodinámica. Un vino blanco que, tras fermentar, pasa unos 6 meses en barricas usadas de roble francés de 500 litros, realizando battonages siguiendo el ciclo lunar.

Un vino que se elabora en parte sin sulfitos, y que se muestra sabroso, cremoso y muy complejo; tanto en aromas, azahar, dulce de membrillo, piel de naranja, como en boca. Sorprende por su final salino y el ligero amargor característico de la variedad. Un vino delicioso y de lo más gastronómico. Recientemente obtuvo la medalla de plata en ECO Vino y que fue calificado como Mejor Blanco con barrica de España por la AEPEV.

Las Moradas de San Martín ‘Initio’ 2013

Ahora hablemos de uno de los tintos que elaboran en la misma bodega. Se trata de Initio 2013, un vino redondo en una de sus mejores añadas hasta la fecha. Un vino elaborado con garnachas de más de 60 años que, tras pasar una media de 14 meses de crianza en barricas de 500 litros de roble francés de diversos usos, ha logrado extraer, incluso potenciar, la esencia de esta gran variedad.

Initio es un vino tinto bastante complejo, que necesitó tiempo para expresarse del todo, y que tiene aún mucho potencial de guarda. Un vino elegante, cargado de frescura, con mucha fruta y mineralidad en nariz. En boca embriaga por su gran sabor y persistencia, y que muestra todo el carácter balsámico y mineral que tienen las garnachas de la zona. Initio acaba de obtener el Oro en Mundus Vini.

Etiqueta: fragmento del relato que la escritora Marta Rivera de la Cruz realizó para Las Moradas de San Martín. PVP: 14,90€.

Bernabeleva ‘Carril del Rey’ 2018

El tercero de los vinos madrileños que traemos hoy es uno de los vinos tintos de parcela que elaboran en la Bodega Bernabeleva. Se hacen a partir de una viña compuesta por dos hectáreas y media de garnacha, y media más de albillo. Las cepas tienen unos 75 años y están plantadas sobre suelos graníticos.

Se elabora bajo el asesoramiento de Marc Isart y Raúl Pérez y respetando al máximo tanto el medio ambiente como las características propias de la uva. Tras fermentar en presencia del raspón y pasar la fermentación maloláctica y crianza durante 11 meses en barricas de roble de 500 litros, el vino se muestra muy mineral y floral.

Un vino repleto de fruta negra, muy fácil de beber, que expresa la totalidad del carácter de las grandes garnachas que crecen en las proximidades de San Martín de Valdeiglesias. Un vino para disfrutar. Me gusta todo lo que hace esta bodega, pero Carril del Rey, más. Tiene 92 puntos Parker y 97 Peñín. PVP: 28€

30.000 Maravedíes 2017

El nombre de este vino viene de la cantidad que pagó Don Álvaro de Luna al comprar el Señorío de San Martín de Valdeiglesias a los frailes del convento de Santa María. Porque Bodegas Marañones también se encuentra en San Martín de Valdeiglesias, defendiendo siempre el uso de las variedades autóctonas en los vinos madrileños y la búsqueda de su propia personalidad, dejando a la naturaleza seguir su curso.

30.000 Maravedíes está elaborado mayoritariamente con garnachas de entre 30 y 70 años, con un 10% de otras variedades locales, y todo el viñedo está trabajado en ecológico. Este vino tinto fermenta en depósitos de inox y en tinos de madera de 3.000 a 4.500 litros, y pasa una crianza de 8 meses sobre sus lías en fudres y tinos de roble francés de 2.500 a 11.500 litros.

El resultado es un vino de comarca repleto de fruta roja madura con notas especiadas y balsámicas en nariz, sabroso, goloso y fresco en boca. Una vez que lo pruebes, seguro que se convierte en uno de tus vinos de referencia. PVP: 12,25€

El Regajal ‘Selección Especial’ 2018

No se puede hablar de este vino sin explicar lo maravillosa que es la finca en la que se encuentra la Bodega El Regajal. A tan solo 35 minutos de Madrid, situada en el municipio de Aranjuez, se encuentra esta famosa finca, conocida a nivel mundial por todos los entomólogos, ya que era un reservorio de mariposas.

Actualmente se pueden encontrar allí 77 de las 225 especies de lepidópteros de la Península Ibérica. Esto no es incompatible con el gran proyecto enológico que existe en El Regajal. El mismo que abarca 14 hectáreas de viñedo cultivadas según los principios de la biodinámica. La mezcla de ambos mundos o pasiones se refleja claramente en la inspiración de las etiquetas de los vinos de El Regajal. Las mariposas son siempre las protagonistas, aunque a veces parezca que están inspiradas en los test de Rorschach.

Pero hablemos del último de los vinos madrileños de nuestro listado, El Regajal Selección Especial. Un vino tinto elaborado con las variedades de uva Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah y Petit Verdot, que se sale un poco de las modas que encumbran a la garnacha como la reina indiscutible de Madrid y Gredos. Tras 12 meses de crianza en barricas de roble francés, nos encontramos con un gran vino, serio y con poderío, repleto de frutas rojas y negras, con taninos maduros y mucha elegancia. Uno de los grandes vinos de la Comunidad de Madrid, a más que buen precio. PVP: 14,95€