Diez años con Calatrava
Cada año la entidad CTBUH premia al mejor rascacielos del Mundo, y al que lleva una década demostrando su utilidad.
Hola, ardo en deseos de alcanzar el mes de Noviembre, en concreto, espero con fervor a que llegue el día 12, ¿adivináis por qué? Si habéis pensado en el setenta aniversario dela entrega del Premio Nobel de Medicina a Alexander Fleming, no habréis acertado, y no es que no respete o venere debidamente al padre de la penicilina, sin la cual viviríamos en un Mundo diferente (y peor), lo que me ocupará ese día es algo más inspirador y placentero: ha llegado a mis manos la invitación a la ceremonia para la entrega de los catorceavos Premios del CTBUH (Council on Tall Buildings and Urban Habitat).
Me encanta esta ceremonia por varios motivos, el primero porque es un lugar donde entablar relaciones de negocios de alto nivel, y, en el mejor de los casos, se hacen también grandes amistades. No podemos perder de vista que el encuentro está organizado por (nada más y nada menos que) el Instituto Tecnológico de Illinois. El segundo porque siempre es increíble re-encontrarse con Mies Van der Rohe y su mejor obra: el Crown Hall, sede del Colegio de Arquitectura del Instituto y sede, también, de la entrega de premios. El tercero (y no menos importante) porque recibes un libro conmemorativo del evento. El cuarto (y último) porque entre los nominados de cada año, al final del evento, se escogerá el mejor edificio alto del Mundo.
Los cuatro rascacielos que se “disputan” el deseado galardón son: el OneWorldTrade Center de Nueva York (Skidmore, Owings& Merrill), el CapitaGreen de Singapur (ToyoIto&Associates), el Bosco Verticale de Milán (Boeri Studio) y el Burj Mohammed BinRashid de Abu Dhabi (Foster + Partners), os advierto que yo, Rodolfo, sería incapaz (palabra maldita) de elegir entre “los cuatro fantásticos” (así los llamo en honor a Marvel).
Pero antes del deseado anuncio habrá charlas, coloquios y presentaciones durante todo el día, se homenajearán a los finalistas del concurso (la torre Evolución en Moscú y la torre Al Hilal Bank en Abu Dhabi), se hará una mención especial a MinoruMori (fallecido en 2012) por su contribución a la Arquitectura de Tokio, se entregará una medalla a la trayectoria de Nicholas Billotti, presidente de Turner Internacional, un premio a la innovación para la empresa Holedeck y el que más me ilusiona: el premio a los diez años.
El “10 YearAward” es un premio muy especial, ya que reconoce la trayectoria de un rascacielos durante al menos una década, son edificios que han marcado el camino a seguir por los de nueva construcción, después de su inauguración han estado operativos y, por lo tanto, su eficacia está demostrada. Entre los premiados en antiguas ediciones figuran las ilustres Resaltar Towers de Múnich, la Torre Agbar de Barcelona (transformándose en hotel de lujo), o el icónico Taipei 101 de Taiwán.Y para este año el nominado es (redoble de tambores) el Turning Torso de Malmö, perpetrado por el más singular Arquitecto del Mundo (para mí, claro) Santiago Calatrava y cuya construcción finalizó en el año 2005.
El Turning Torso es el edificio más alto de Suecia y el número 48 en la lista de rascacielos de Europa, con sus 190 metros de altura presume también de otro título muy especial: es el primer edificio construido con torsión (se somete a un elemento a fuerzas de sentido contrario a diferentes alturas provocando que el elemento se “tuerza” y se mantenga en tensión), y ha servido de ejemplo para el resto de construcciones que lo han imitado. La idea nace de una escultura del propio Calatrava denominada “Turning Torso” que encantó al promotor de la edificación (un directivo de la compañía sueca HSB) y que quiso que Calatrava la llevara a cabo como símbolo del resurgir de la ciudad, Malmö, cosa que, de hecho, consiguió.
Como si de un torso humano se tratara, el complejo da una vuelta de 90 grados sobre su eje. Para hacerlo se descompone en nueve secciones de forma pentagonal de seis plantas de altura cada una (cinco útiles). Las dos primeras secciones tienen una superficie de 4.500 metros cuadrados destinados únicamente a oficinas, siendo el resto de secciones (de la tercera a la novena) utilizadas como viviendas, con 16.500 metros de superficie útil y 147 apartamentos de diferentes dimensiones (entre 45 y 190 metros cuadrados). Cuenta con cinco ascensores de la empresa Kone, de los cuales tres son exclusivos para las viviendas. La espectacular forma del edificio es todo un símbolo de la ciudad, y se ha convertido a parte del recuerdo que los visitantes se llevan en sus retinas (y en sus cámaras).
Pero no es sólo la forma la que ha conseguido el premio de la entidad sin ánimo de lucro CTBUH, también ha influido (decisivamente) las medidas sostenibles aplicadas al edificio. Éste consume el cien por cien de su energía por medio de fuentes renovables (solar, geotermal, eólica, etc) y cuenta con medidores de fácil lectura (esta idea podía haber sido mía, lo sabéis) de forma que los usuarios son conscientes del consumo que realizan y por ello pueden regularlo más fácilmente. Por si esto no fuera suficiente, la construcción cuenta con un equipo de biogás que transforma residuos orgánicos en energía, así, los inquilinos sólo tienen que depositar sus residuos en contenedores que se conectan por tuberías a este equipo.
La transmisión de cargas a la cimentación circular, de 30 metros de diámetro y siete de altura, se realiza mediante un núcleo central de hormigón armado, éste tiene forma circular y se ubica en el centro de rotación de las plantas. Este elemento tiene un diámetro de 10,6 metros y dentro guarda la escalera y los ascensores, así como las canalizaciones de las instalaciones, lo que obliga (lógicamente) a practicar aberturas en el núcleo central de hormigón, su grosor varía de los 2,5 metros en la base a los 0,4 metros en la cúspide (altera su espesor al mismo tiempo que cambian las tensiones a las que está sometida).Ayudando a mantener el equilibrio, y paralelo a un pilar de hormigón de 1,5 x 1,5 metros, un exoesqueleto exterior de acero (de 900 milímetros de diámetro) se conecta al eje central y a los laterales de la edificación mediante tensores horizontales y transversales (entre 750 y 300 milímetros de diámetro). Los diferentes forjados de hormigón armado tienen 27 centímetros de grosor, cada sección cuenta con un voladizo en forma cónica de 90 centímetros de espesor en el interior y 40 en el exterior,encargado de trasladar la tensión a la estructura principal.
Especial mención merece la fachada ejecutada por la empresa Folcrá, compuesta por 2.800 paneles de aluminio con forma curva y 2.250 ventanas de vidrio plano, en total unos 20.000 metros cuadrados de superficie de los que aproximadamente 5.000 son de vidrio y que cubren las 55 plantas. Se accede al edificio cruzando una pasarela sobre una piscina cuyo fondo es un granito negro, esto hace un perfecto “efecto espejo”, el mismo granito también se utiliza como decoración en varias partes interiores del complejo. Probablemente, si hace ocho años, cuando visité por primera vez esta singular construcción, alguien me hubiera dicho que le iban a dar el “10 YearAward” yo le hubiera contestado: “¿Acaso lo dudas?”. Adiós.
Disclosure: Los personajes que aparecen en este artículo, sus diferentes personalidades y sus relaciones entre ellos y con el entorno encajan dentro de la ficción. El autor no se responsabiliza sobre las opiniones expuestas en el artículo y no tiene ninguna relación de negocios con cualquiera de las empresas que se mencionan en él.
