El edificio más cotizado del mundo

Mientras se construyen rascacielos de cristal a su alrededor, el edificio más cotizado del mundo se viste de la tradicional y envolvente caliza.

La pregunta de con quién nos gustaría pasar la Navidad suele tener, por norma general, una fácil y rápida respuesta: con nuestros seres más queridos, con alguien muy especial que ya no está, con alguna personalidad (entiéndase famosa o no) con la que nos sentimos identificados o con cualquier ser vivo que, por una razón u otra, nos haga felices. Pero una pregunta más difícil de contestar es ¿dónde nos gustaría pasar la Navidad?

Esta semana os voy a proponer un sitio muy especial: el edificio más cotizado del mundo. ¿Y por qué tamaño apelativo? Pues porque en él se concentran (o se han concentrado) una serie de factores y personalidades cuya relevancia económica han hecho de la construcción un icono del poder. El primer factor es el de estar ubicado frente al parque más famoso, el Central Park de Nueva York, el segundo el de erigirse hace poco, su construcción finalizó en 2008 (cumple así casi una década).

El edificio está ubicado frente al parque más famoso, el Central Park de Nueva York

El 15 Central Park West se gestó bajo la mano de los promotores Arthur y William Lie Zeckendorf. Está compuesto por dos torres, una de 19 plantas y otra de 35, con capacidad para 202 apartamentos de mega-lujo con tipologías para todos los gustos (desde una habitación con 92 metros cuadrados a cuatro habitaciones con 370), sus dúplex superan los 500 metros cuadrados, como el que compró en 2006 el CEO de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, por 25,7 millones de dólares (21,63 de euros).

El complejo tiene dos entradas, personal 24 horas, jardines, 30 bodegas individuales (con gabinetes de roble macizo), una biblioteca (que no se pierdan las buenas costumbres), restaurante privado, un club de salud con salas de masajes privadas y área de yoga. La promoción fue un éxito desde el principio, así, Daniel Loeb, administrador de fondos de cobertura, pagó por un apartamento en 2005 la extraordinaria cifra de 45 millones de dólares (38 de euros) cuando ni se había colocado la primera piedra.

El complejo tiene dos entradas y personal de servicio las 24 horas

Los arquitectos de Robert A.M. Stern quisieron emular con su nueva construcción los fantásticos edificios que circundan el Central Park y que hicieron grande a la ciudad, su estilo Art Decó, se ve reforzado por un exterior de piedra caliza, extraída por la misma cantera que se empleó en el Empire State Building. La caliza es una piedra que resalta en la urbe neoyorquina, luce en el Museo Metropolitano de Arte, el Museo Frick, o edificios de apartamentos como el 998 Fifth Avenue o el 740 Park Avenue.

Fuentes de granito en la conexión entre las dos torres

El popular músico británico Sting fue uno de sus inquilinos, compró en 2.008 un apartamento por 26,5 millones de dólares (22,31 de euros), para venderlo este otoño en 50 (42 de euros), un negocio rentable: sale a un incremento anual de 2 millones de dólares (brutal). Denzel Washington es otro afamado inquilino, más modesto en sus pretensiones, abonó 13 millones de dólares (11 de euros) por una propiedad de tres habitaciones en 2006.

La gran mayoría de viviendas tiene unas vistas excepcionales

El equipo de arquitectos que se encargó de parte de las gestiones es SLCE Architects, ellos también están orgullosos de esta mega-obra, que abarca 82.000 metros cuadrados, cuya cumbre está en los 167 metros de altitud y cuyo coste de construcción llegó a (siéntate por favor) 950 millones de dólares (800 de euros). Con todo, fue un éxito inmediato, y no sólo se vendió rápidamente, también se vendió al doble del coste, teniendo unas ganancias de casi el 100 por ciento.

El vestíbulo se abre hacia un lobby con dos singulares chimeneas

La gran mayoría de viviendas tiene unas vistas excepcionales, algunas incluyen vistas al este y el oeste para contemplar la salida del astro rey. Dentro, sus inquilinos disfrutan de un gimnasio de 1300 metros cuadrados, una piscina cubierta de 23 metros de longitud y una bodega diseñada por David Spon, con arcos elevados, mosaicos elaborados y piedras de bella fractura. Seguro que la hija del magnate ruso Dmitry Rybolovlev, lo ha disfrutado más de una vez… ¡sabiendo que su padre pagó 88 millones de dólares (74 de euros) por el ático que le compró!

Posee una piscina cubierta de 23 metros de longitud

En la mega-torre del lujo también hay espacio para la diversión artística, una sala de proyección diseñada por Theo Kalomirakis, con capacidad para 20 usuarios está disponible para que los residentes disfruten de la noche de los Oscars, la Super Bowl o para sus fiestas de cumpleaños. Bien lo sabrá Daniel Och, inversionista americano, quién compró la última planta de la mayor de las torres por 41,25 millones de dólares (35 de euros).

Espacios amplios y diáfanos en los apartamentos

En mayo de este mismo año, un comprador chino sin rostro conocido, abonó 50 millones de dólares (42 de euros) al Ceo de Barclays Capital, Bob Diamond, por uno de los apartamentos de mayor altura, éste, a su vez, había pagado 37 millones de dólares (31 de euros) en 2012, un claro ejemplo de cómo cotizan a un alza vertiginosa los inmuebles de este complejo. Otro gran negocio lo hizo el piloto automovilístico Jeff Gordon que pagó 9.67 millones de dólares (8,14 de euros) por un apartamento en 2007 y lo vendió en 2013 por 25 (21 de euros).

El edificio posee su propia biblioteca

Otros alicientes que hacen atractivo a este edificio son las instituciones culturales cercanas como el Lincoln Center o el Carnegie Hall, y las tiendas de alta gama como las que se ubican en la cercana Quinta Avenida. Entrando al complejo una puerta de bronce te da la bienvenida, el vestíbulo se abre hacia un lobby con dos singulares chimeneas, techos de cobre en el pabellón de entrada, fuentes de granito en la conexión entre las dos torres y estanques y jardines son parte de lo que ven a diario los usuarios y sus visitantes.

Posee exclusivas vistas también desde los baños

Actores como Kelsey Grammer y Mark Wahlberg, el cofundador de Yahoo Jerry Yang, el ex-ejecutivo de Google Omid Kordestani, o el periodista de la NBC Bob Costas son algunas de las personalidades que residen o han residido en las torres. La buena gestión inmobiliaria, la publicidad adecuada, un impresionante despliegue de materiales, un estupendo diseño basado en las etapas doradas de los años 20 y 30 de la ciudad y, sobre todo, el interés generado entre las altas fortunas, han ubicado este complejo entre los más caros del orbe y, por supuesto, entre los sitios donde no estaría mal partir el año nuevo ¿Estáis de acuerdo?

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