El juguete más grande de LEGO, su nueva sede
Si existe una empresa capaz de generar arquitectos e ingenieros sin despeinarse, esa es la danesa Lego, que ha construido una sede que nada tiene que envidiar a su producto estrella.
Si existe una empresa responsable de dinamizar la imaginación constructiva, a escala mundial, a todos nos viene un nombre a la cabeza: LEGO®. Cuesta imaginar una generación que no haya tenido en su casa los bloques de colores fácilmente encajables, abriendo un abanico enriquecedor a las mentes infantiles. Me pregunto cuántos arquitectos o ingenieros decidieron su profesión mientras jugaban despreocupadamente con ellos.
A finales de 2019 la empresa dio por finalizada la fase uno de su nuevo Campus. Se trata de un ambicioso proyecto que comenzó hace cuatro años, y con el que pretenden generar 52.000 metros cuadrados de superficie. Está previsto que la construcción del Campus de LEGO® finalice este 2021. Estará formado por ocho secciones que conformarán un enorme edificio lúdico-comercial, en el que trabajarán 2.000 empleados de la compañía.
El original y creativo Campus LEGO
Los dos edificios operativos están dedicados a oficinas. Dentro de ellas, 500 empleados disfrutan de su enriquecedora arquitectura. Y es que la empresa exhortó al estudio de arquitectura a que hicieran suyos los valores que vienen prodigando desde su fundación en 1932. Valores que emanan de su propio nombre, pues la palabra Lego deriva de LEg GOdt, términos de origen danés que significan «Juega Bien».
Los arquitectos del estudio C.F. Møller Architects se lo tomaron muy en serio y tomaron como inspiración una foto del despacho del propietario de Lego, Kjeld Kirk Kristiansen (KIRKBI). En ella, aparece un niño enseñando orgulloso una figura hecha con legos. Gracias a esto, los diseñadores apostaron por aplicar formas geométricas vivas, de colores, y que pudieran reconocerse con las piezas que manejan las manos infantiles. ¡Consiguieron su objetivo!
El edificio parece construido con bloques de LEGO
La sede de la empresa se haya en Billund, Dinamarca, y albergará oficinas, un gran auditorio, un gimnasio, un taller de trabajo, una cafetería y una especie de mini hotel, destinado a los empleados que vengan de otros lugares. Por supuesto, también tiene verde, mucho verde, que se expresa en un gran parque abierto al público. Pero, sin duda, lo más llamativo es la cubierta vegetal con sedum, unas plantas de gran resistencia climatológica que absorberán dióxido de carbono. Además, esta cubierta recoge el agua de lluvia y la almacena para el riego del jardín.
El edificio simula haber sido construido con piezas lego, por ello, como coronación del complejo, encontramos un gran habitáculo de color amarillo intenso sobresale al exterior. Una llamativa construcción que se ha logrado gracias a paneles de composite. Hasta él llega la parte acristalada, con distintas secciones y bien remarcadas, para que simulen ser módulos, donde aleatoriamente han inscrito simulaciones de los famosos «bloquecillos».
Un diseño exterior e interior de fantasía
El complejo es una verdadera obra de fantasía. Por fuera los tres materiales de la envolvente, aluminio, piedra y vidrio, se combinan a la perfección. Mientras que en el interior se explaya la imaginación de los interioristas con estancias y oficinas llenas de color, que interactúan con los usuarios y sus intereses. Por ejemplo, una vibrante escalera de caracol verde brillante sirve de conexión entre plantas.
En total el mega-edificio alcanza entre dos y cinco plantas, además de un sótano de 12.000 metros cuadrados, que incluye una sala para eventos, talleres y salas de instalaciones. La altura de la planta baja es de 5,3 metros y la de las plantas superiores de 4,8 metros, una barbaridad si las comparamos con las clásicas alturas de entre 2,7 y 3,2 metros. Un regalo a los usuarios para que jamás se sientan oprimidos, además de generar suficiente atmósfera interior.
Un edificio divertido y sostenible
La idea es que en cada edificio predomine una tonalidad específica al exterior, pero en el interior la cosa cambia. Hay muchas zonas de interacción y sus llamativos colores expresan la necesidad de implantar en los empleados experiencias dispares, algo que ayuda a incrementar la creatividad, característica muy necesaria para quien trabaja diseñando juguetes infantiles. Pasillos de color rosa, paredes con forma de bloques, cómodos sofás en cada espacio, pavimentos textiles o de grandes formatos cerámicos y, sobre todo, multitud de guiños a los productos LEGO®.
Otro punto fuerte de la construcción es la sostenibilidad. En este caso, cuenta con la ayuda de un garaje cercano en el que han instalado 4.150 paneles solares. Éstos suministrarán el 50% de la energía que necesita el complejo, 1 millón de kWh (kilovatio hora). Otro ejemplo de actuación sostenible es usar para la división interior tableros especiales de fibra de yeso, ahorrando la utilización de estructuras metálicas como soporte. Esto ha evitado la utilización de 22 toneladas de acero y la emisión de 650 toneladas de CO2.
Un bloque de LEGO para jugar y potenciar la creatividad
La empresa constructora K.G. Hansen & Sønner cuenta que para la construcción del actual mega-edificio se han tenido que demoler otros edificios existentes de forma escalona, para que siempre existieran oficinas en activo. Su trabajo ha sido determinante. Y es que nunca está mal recordar que son las compañías contratistas las responsables del buen hacer general. Sus operarios se han encargado de todos los detalles, como los muros de piedra fragmentada en láminas delgadas del exterior y la exquisita obra que peralta el resto del inmueble.
También debemos destacar el papel de la empresa NIRAS. Ésta ha sido la responsable de la ingeniería, desde la iluminación, hasta la acústica, y pasando por la implementación de los elementos sostenibles. Ellos nos cuentan cómo se emplearon diferentes tipos de persianas, unas automáticas y otras permanentes, que se apoyan en dobles fachadas, de tal forma que se evita una transferencia más rápida de temperaturas entre el exterior y el interior.
Al final, cada quién ha puesto su «bloquecillo» de lego para afianzar una gran estructura y un gran espacio que ayudará a una mayor creatividad y a generar mejores juguetes para nuestros infantes.