El rascacielos más especial de Qatar acoge dos hoteles de lujo
Este edificio inaugurado el año del Mundial se convierte en el icono más importante de Qatar y en un referente de la arquitectura actual.
El Mundial de Fútbol puso en marcha toda una carrera constructiva en Qatar. La parte que más conocemos es la de los estadios y las infraestructuras urbanas, pero también tuvo que dedicarse un esfuerzo millonario en la creación de hoteles donde albergar la llegada masiva de turistas.
El resultado de este trabajo es, por ejemplo, Katara Towers, un complejo hotelero ubicado a 15 kilómetros de Doha que alcanza en sus extremos los 211 metros de altura, elevados gracias a sus 36 plantas.
Cuando ves el edificio no puedes dejar de pensar en la similitud con las dos cimitarras del emblema del país qatarí. Se trata de un claro guiño que hicieron los diseñadores a su promotor, pero también un símbolo acentuado por su posición costera en la ciudad de Lusail.
Katara Towers, el rascacielos más impresionante de Qatar
El rascacielos rinde homenaje y tributo al país a Qatar. Lo hace a través de sus esbeltas y curvadas torres de hormigón, su idílica ubicación y su uso principal, pues alberga dos hoteles, uno de cinco estrellas y otro de super lujo.
La arquitectura local está de enhorabuena porque este edificio representa un salto adelante en técnicas de construcción y cumplimiento de plazos. Detrás de él está la empresa alemana Kling Consult.
Así son las espectaculares Katara Towers
Según ellos, las torres poseen unas 1.000 habitaciones, de las que cerca de 700 corresponden a dos hoteles, uno de cinco estrellas, el Fairmont Doha Hotel, cuyos precios por habitación parten de 600 euros la noche; y otro de seis estrellas, el Raffles Doha Hotel, con precios iniciales de 1.200 euros por habitación.
Se ubica en una isla artificial
También poseen piscinas de distintos tipos, miradores en las cimas de cada torre, oficinas, apartamentos, retail de lujo, restaurantes de primer nivel, y la oportunidad de disfrutar de deportes acuáticos, un parque acuático y algunos restaurantes en primera línea de mar. Todo sobre una tierra firme muy particular, dado que todo se ubica en una isla artificial.
El podio, que posee una superficie de 2.315 metros cuadrados, peralta las dos cimitarras de hormigón armado, además de proveer de un enorme vestíbulo de hotel y acceso al edificio.
Para la ejecución del resto del edificio se utilizaron encofrados de la empresa Doka (Austria), que nos indican que las alturas libres entre plantas iban desde los 4,45 metros a los 9,15.
Un edificio que ahorra energía
También cuentan que los cuatro núcleos altos del proyecto, dos por torre, se ejecutaron gracias a encofrados autotrepantes hidráulicos, que permiten subir sobre ellos mismos sin necesidad de más apoyo. La mayor complejidad existió en los forjados en forma de voladizo, para los cuales la empresa personalizó sus módulos de encofrado.
La obra abarca 300.000 metros cuadrados. La construcción se inició en 2018 y finalizó este mismo 2022. El edificio aplica modernas técnicas de reducción de consumo energético, como la creación de agua caliente sanitaria. Se hace mediante intercambiadores de calor eficientes, con escasa pérdida al proveerse de tres calderas de gas que suministran agua caliente a generadores instalados en distintos pisos.
El rascacielos más espectacular para ver el Mundial de Qatar
También en la ventilación, con un diseño que permite el control de la demanda según los espacios, que se dividen en zonas de mayor o menor tránsito, evitando el uso innecesario de la energía. En total, los promotores presumen de ahorrar un 40% de energía con respecto a los edificios convencionales. Además, las instalaciones reutilizan gran parte del agua para riego y aseos.
Si por casualidad lees esto desde una cómoda habitación de este hotel, felicidades, estás en un edificio único, con un diseño espectacular, y pensado para que la vida dentro sea la mejor posible. Si por casualidad lo lees cómodamente en una hamaca de sus piscinas, desde su mirador, o desde unos de sus restaurantes de lujo, por favor, no nos lo digas. La arquitectura hay que disfrutarla en silencio.
Las hazañas en construcción poco tienen que ver con la sociedad en la que se realizan. Sin embargo, muchas veces se mimetizan con quienes las promueven. La idea de quien promueve grandes edificios es, en muchos casos, pasar a la historia. Algo que comparte con los técnicos que intervienen en el proceso. Y es que el ser humano siempre vive en dicotomía respecto a su trabajo.