La fachada más increíble de Milán

Del 8 al 14 de abril tuvo lugar la edición de la Semana del Diseño de Milán 2019 o, como se llama por aquellos lares, el FuoriSalone, el evento de diseño más importante del mundo. Lo más curioso es que no tiene una sede definida, sino que esta es la propia ciudad, por ello, las empresas que participan exponen sus ideas en muchas ubicaciones milanesas. El FuoriSalone siempre coincide con el Salone del Mobile y empezó su recorrido de forma espontánea en 1980.

Con el paso de los años, a las empresas de mobiliario y diseño industrial, que promovieron este acontecimiento originalmente, se han ido sumando otros sectores cuya vinculación principal es, evidentemente, el diseño. Este año expusieron empresas del sector automotriz, del tecnológico, de la telecomunicación, del arte, de la moda o del alimentario, todo un tributo a lo necesario e importante que es el diseño en la conceptualización de nuestros días.

Las calles de Milán se convierten en obras de arte en el FuoriSalone

El FuoriSalone sirve, en muchísimas ocasiones, para la visualización de productos novedosos en el mercado internacional. Lo mejor de todo es que, debido a la propia dinámica del evento y al alto nivel de exigencia existente, las empresas participantes tienen que dar lo mejor de sí para poder vislumbrarse. Gracias a ello, este año hemos podido disfrutar de una iniciativa que, a buen seguro, se ha quedado grabada en la retina de muchísimos milaneses. Ha sido promovida por IQOS World y parte de la empresa Philip Morris International (sí, la de los cigarros).

Para llegar al gran público mundial con garantía de éxito, PMI contó con el espectacular escultor inglés Alex Chinneck, famosísimo por sus intervenciones en edificios, visualizando con bastante éxito el surrealismo a escala tridimensional. Sus obras van desde una fachada que se desmorona, dejando a la vista su interior; un reloj o un pilar anudado, un column que desaparecen en su parte central o una torre energética puesta del revés. Sin duda, han sido muy audaces en PMI para presentar su IQOS World.

Un edificio con cremalleras, gracias a Alex Chinneck

En esta ocasión, el artista reinterpretó un edificio italiano de la Vía Tortona, un antiguo complejo industrial transformado en salón de actos para distintos eventos, debido a su gran espacio interior y enorme altura. El Opificio 31 es un lugar que abarca 375 metros cuadrados, donde su cubierta a dos aguas alcanza los 11,85 metros en su cumbrera y los 6,80 metros en su parte más baja. Un edificio que el artista abrió mediante varias cremalleras en su interior y exterior.

Objetivo cumplido, ya que miles de personas han disfrutado de la singular apuesta del escultor donde, una cremallera en el borde derecho del inmueble va abriendo la fachada por sus escalonados sillares de piedra (jamás me hubiera imaginado tal uso para los sillares), de forma que la fachada cae en forma enrollada sin desprenderse sus elementos, viéndose, incluso, el reverso de las ventanas y, dejando al descubierto… nada, solo la luz de un panel blanco como la leche. En serio, se ha lucido.

El propio Chinneck nos explica cuál fue su intención: «Al coger materiales y formas arquitectónicas familiares y hacer que se comporten de maneras extraordinarias estamos trabajando con IQOS para cambiar las percepciones de los visitantes sobre lo que es posible», a lo que añade, «A través del uso repetido de la cremallera, hemos abierto la estructura de un edificio milanés aparentemente histórico para volver a imaginar lo que hay detrás de su fachada, suelos y paredes. La luz fluye a través de cada abertura, llenando el espacio de color y el trabajo da una sensación de positividad y posibilidades».

En la sutileza de los detalles está la mayor de las genialidades. La pintura de la fachada muestra perfectamente el paso del tiempo, presentando desgastes propios de la actuación del sol y otros factores. Contraventanas abiertas y cerradas de madera, típicas de otra época; tres anchas puertas entre las que se encuentran bancos que nadie recuerda, puertas manchadas por grafitis donde se puede ver nítidamente el nombre del producto que promociona la actuación (IQOS World); antiguas farolas en la fachada y, lo mejor, el desgaste propio del mortero que forma la parte baja del inmueble y sus cornisas… Sin palabras.

En el interior, sendas cremalleras nos muestran otras dos aberturas: en una pared, coincidiendo con la perpendicular de la crujía principal, y en el suelo, de forma circular. Ambas permiten ver como la luz inunda el espacio detrás de las aberturas. Es una pena que la obra tenga que ser desmantelada, aunque, por otro lado, su mensaje nítido quedará escrito en artículos como este e indeleble en las mentes de quienes tuvieron la suerte de asistir: «abrir» la capacidad física para crear una nueva imaginación narrativa.

El nuevo cigarrillo electrónico sin humo

Pero lo justo es hablar de IQOS World o, mejor dicho, de sus versiones mejoradas IQOS 3 e IQOS MULTI, los dispositivos para fumar sin humo, caracterizados por su diseño ergonómico y elegante, pero, más aún, por ser un dispositivo muy innovador, que en vez de quemar el tabaco lo calienta, evitando así la combustión y el perjudicial humo. La empresa persigue así ayudar a los fumadores adultos con opciones menos nocivas, de hecho, han alcanzado 6,6 millones de fumadores adultos en 44 mercados. Todo un hito.

«PMI está liderando la transformación del sector del tabaco, una transformación que se basa en la ciencia y en la innovación. Nuestro objetivo es crear un futuro sin humo. Es decir, un futuro en el que los productos libres de humo como IQOS reemplacen a los cigarrillos en beneficio de la sociedad», nos cuenta Frederic de Wilde, presidente de PMI en Europa. «Es precisamente este pensamiento, encaminado a revelar una visión alternativa del futuro, lo que naturalmente orientó nuestra colaboración entre IQOS y Alex Chinneck», y nosotros damos las gracias por la espectacular fachada… ¿Habrá quién se atreva a más? (si lo hay, lo verás en estas páginas 😉 )