¿Cuáles son las condiciones que debe tener la sede de tu empresa? ¿Dónde la ubicarías y que elementos urbanos consideras que debería tener alrededor? No es cuestión baladí, ni tampoco estentórea para una empresa, ya sea moderna o antigua, pertenezca al sector que pertenezca. Siempre va a tener unos intereses legítimos que deberán defenderse desde un lugar específico. Un espacio desde el cual conectar con clientes y proveedores.
Seattle, sede de Microsoft y Amazon, vio nacer en el año 2017 una torre que cambiaría para siempre su skyline. Además de proveer a la ciudad de unos 107.000 metros cuadrados más de espacio construido.
En aquel momento, Amazon tenía en sus previsiones ubicar su sede en esta nueva torre, la Rainier Square Tower, pero unos años más tarde cambió de criterio.
La torre alcanza las 58 plantas de altura y se desarrolla con un muro cortina muy singular. Este está hecho en cristal y aluminio, lo que le da un aspecto bastante distintivo e icónico.
En su interior encontramos oficinas, residencias, un hotel, restaurantes y un espacio comercial ubicado en su base. También tiene seis plantas bajo tierra compartidas con otro edificio del complejo y con espacio para 1.000 vehículos.
Sus 259 metros de altura convierten a la Rainier Tower desde 2020 en el segundo edificio más alto de la ciudad. El estudio de arquitectura al cargo del diseño fue NBBJ.
Él se encargó de desarrollar la idea de su promotor, la empresa Wright Runstad & Company, aportando una torre con piel escamada muy singular.
Sin embargo, la base de la torre, que tiene forma de cascada, se ensancha gradualmente desde la parte alta hasta el suelo. Permite un máximo aprovechamiento del espacio y deja a la vista el otro edificio del complejo, la Torre Rainier.
Esta torre se caracteriza por ser un rotundo pie que sirve de soporte. Fue diseñada por Minoru Yamasaki, el creador de las Torres Gemelas, y construida en el año 1977.
Las 20 últimas plantas del edificio albergan 189 apartamentos que son, además, los más altos de la ciudad.
Estas residencias de lujo se dividen en 1, 2 y 3 dormitorios y tienen acceso a un exclusivo sky lobby en la planta 40. Además, cuentan con espacios únicos para ellos y un conserje.
Las carpinterías están diseñadas para permitir la entrada de luz de piso a techo y sus interiores se distribuyen con espacios comunes generosos.
Todas las residencias tienen, de facto, las vistas más impresionantes de Seattle. Según Wikipedia, el rascacielos costó unos 600 millones de dólares, unos 534 de euros.
Los apartamentos se alquilan desde 3.000 a 25.000 dólares al mes, en euros, de 2.667 a 22.228, y si lo alquilas tienes acceso a los servicios exclusivos de la torre. Por ejemplo salas de entretenimiento, sala de conferencias, sala de ejercicios, biblioteca, simulador de golf, asadero y hasta un área de juegos para mascotas.
Sin embargo, una curiosidad que ha dado que hablar en el mundo de la construcción, sobre todo de edificios altos, es la aplicación de un nuevo sistema para “agilizar” los tiempos de realización. Un método que ha hecho ganar hasta 10 meses en la ejecución del edificio.
El sistema se llama SpeedCore y fue desarrollado por la empresa de ingeniería Magnusson Klemencic Associates. Este consiste, básicamente, en piezas prefabricadas de acero para poder ejecutar el núcleo de la torre más rápidamente.
Los rascacielos se suelen construir con núcleos centrales de hormigón, a partir de los cuales se genera el resto del edificio. Ese tiempo que se tarda en ejecutar estos núcleos es el que retrasa el resto de la obra.
Este sistema se basa en placas de acero SC, acero al carbono, con armado interior que se rellena de hormigón, el acero sirve de parte estructural y de encofrado, agilizando la ejecución con hormigón autocompactante.
Pero aquí no queda la cosa, gracias a la colaboración de la empresa Walters & Wolf, creadores del muro cortina; y a la empresa 3Diligent, especializada en impresiones 3D. Se introdujeron hasta 140 nodos de aluminio impresos en 3D que facilitaron el ensamblaje de las piezas de revestimiento de la torre.
Estos nodos son herméticos al agua y al aire, y se adhieren fantásticamente a la silicona, siendo elementos fundamentales para la construcción.
Después de saber cómo de maravillosa es la torre Rainier, se hace complicado explicar las razones por las que Amazon la abandonó. Pero, como dice el clásico, tenemos respuesta a esa presunta pregunta.
Según los medios de la zona, Amazon decidió instalarse en la cercana Bellevue por disputas con el Ayuntamiento de Seattle, quien considera excesiva la influencia de la empresa en la urbe y quiere poner nuevos impuestos a las grandes empresas.
Pero que no cunda el pánico, Amazon sigue teniendo bastantes metros cuadrados arrendados en la torre. De hecho las ha subalquilado a entidades de prestigio como el Banco de América, RBC Wealth Management, los famosos de Goldman Sachs o el prolijo bufete de abogados Schroeter Goldmark Bender.
Pero ya se sabe que los negocios no paran nunca, y nada es definitivo, así que igual la empresa toma posesión en el futuro de su espacio en el edificio.
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