Las imágenes de un nuevo rascacielos recortando el skyline de Manhattan están teniendo una repercusión importante en la ciudad neoyorquina y, por ende, en el resto del Estado. Los motivos son varios: el primero, que la empresa que ha expuesto las imágenes, Vornado Realty Trust, lleva una década con el proyecto que tendrá su ubicación en el número 401 de la Séptima Avenida, justito al lado del icónico Empire State Building (a seis minutos caminando).
De hecho, el anterior diseño del edificio, que sustituiría al Hotel Pennsylvania, cuyo creador fue el estudio de arquitectura Pelli Clarke Pelli, nada tiene que ver con el presentado por la empresa inmobiliaria. El edificio ha sido bautizado con el nombre de Penn15, lo que ha desatado, por supuesto, turbias opiniones sobre el significado oculto del apodo, y no, no se refieren a que sea un diminutivo de Pennsylvania o que haga referencia a un bolígrafo.
Las infografías del Penn15 muestran a un poderoso rascacielos que alcanzará la altura de 427 metros, situándolo muy cerca de la cúspide del Empire State Building, de 443 metros. De hecho, esto fue motivo de una reclamación en el año 2010 por parte de los propietarios del famosísimo edificio, dado que, según su opinión, el nuevo edificio dañaría el horizonte y estropearía la imagen de su rascacielos. El ayuntamiento hizo caso omiso a sus quejas, lógico por otra parte, porque durante esta década han dado permiso para otros tantos icónicos y distintos rascacielos, como el One World Trade Center, construido en 2014.
Ahora que el diseño del edificio ha cambiado radicalmente, no quiero ni imaginar lo que pensarán los vecinos del Empire… El Penn15 muestra una cara más actual, posee un diseño de vanguardia, de la mano del estudio de arquitectura de Rafael Viñoly, con las distintas plataformas que conforman los forjados moviéndose en direcciones alternantes, provocando que su figura resulte mucho más llamativa, y que sus superficies salientes puedan aprovecharse a modo de terrazas.
No obstante, lo que más llama la atención de las imágenes presentadas no es su figura escalonada, sino la multitud de metros cuadrados destinados a superficie arbolada (sí, has leído bien, arbolada, no ajardinada). Dichas superficies se intercalan en bloques de varias plantas, de unos 52.000 metros cuadrados cada uno, lo cual convierte al edificio en un verdadero bosque vertical y, por supuesto, un buen pulmón para la Gran Manzana. Por cierto, se debe destacar que la torre tendría (de ser ejecutada) unos 260.000 metros cuadrados de superficie construida.
Tampoco es lo más llamativo del edificio que su podio esté conformado por enormes cristaleras que sostienen un jardín de enormes dimensiones. Gracias a esto se puede dar un insólito respiro a la Séptima Avenida, tanto a nivel visual (menos aglomeración de ladrillo), como a nivel medioambiental, dando un inusitado tono verde. Yendo a lo realmente importante, la noticia principal no es que el inmueble tenga 48 plantas, de las que sólo 43 se destinarán a oficinas, y el resto a zonas comunes, como el atrio, el vestíbulo, comercios de retail, una sala para conferencias, un restaurante y dos teatros, uno de ellos para 700 personas; sino los techos del Penn15
El Penn15 tendrá algo realmente especial: alturas de piso a techo entre los seis y siete metros y medio. Esta es, con diferencia, la que debería ser noticia en cada titular y de cada recorte de prensa que tocara el tema, pero no, no lo es. Casi pasa desapercibido que, alcanzando aproximadamente la misma altura, el Empire State Building tenga 102 plantas, y el diseño de Viñoly sólo tenga cuarenta y ocho, poseyendo, además, múltiples zonas ajardinadas y de instalaciones.
Ya lo sabes, la noticia realmente llamativa es que en las simulaciones del inmueble aparece el logo de la todopoderosa compañía de las redes sociales Facebook. Un logo que se cuela en varias infografías, aún a pesar que la compañía acaba de alquilar espacio en otro edificio de lujo de Nueva York, el One Madison Avenue, en el barrio de NoMad, a siete minutos caminando del Hotel Pennsylvania. ¿Es posible comprometerse tan cerca de donde podría ubicarse su sede? No parece muy lógico.
Se elucubra que la intención de la compañía Vornado (al sacar a la luz este diseño) es influir en la empresa tecnológica para que vuelva con ellos, enseñándoles lo que podría ser un proyecto de futuro de su agrado, con espacios verdes, zonas de trabajo cómodas, abiertas, con muchísima luz y, haciendo especial hincapié en la versatilidad de su edificio, con enormes espacios sin columnas. Otros medios dan a entender que la empresa del Real Estate quiere llamar la atención de otras tecnológicas que podrían estar interesadas.
En todo caso, las imágenes que ofrecen YouTube o TripAdvisor, describiendo al hotel Pennsylvania como abandonado, junto a la mala fama que ha ido incrementándose por varios suicidios y muertes accidentales, y el auge de otras renovaciones urbanísticas como Hudson Yards. Todos estos hechos hacen prever que, con este u otro diseño, se acometerá la ejecución de un nuevo rascacielos en esta parcela más pronto que tarde. Sin embargo, para saber si la compañía Facebook formará parte de él, habrá que esperar un poco más, a no ser, claro, que el propio Mark Zuckerberg nos saque de dudas.
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