Cómo asesorar bien a un adolescente sobre su futuro académico y profesional
El éxito adulto tiene mucho que ver con haber tenido la información y la orientación adecuada a la hora de elegir qué camino tomar después de la educación secundaria.
Hace apenas unos días se hacían públicos los resultados del informe español Panorama de la educación: Indicadores de la OCDE 2022. En este se reproducen, de un vistazo, los principales indicadores internacionales señalados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, en este caso centrados en la educación terciaria o superior (FP Grado Superior o estudios universitarios). El dossier aporta información sobre resultados académicos y otros factores como el impacto del aprendizaje, el gasto y el acceso a la educación. Y todo en él parecen ser buenas noticias, ya que casi la mitad de los jóvenes (el 48,7%) dispone de un título de educación superior.
La necesidad de asesorar a los jóvenes sobre su futuro académico
Sin embargo, el sentir de la mayoría de los españoles no concuerda con la celebración del éxito laboral, sino todo lo contrario. El paro juvenil sigue ahí, pesando como una losa en gran parte de las familias españolas. Algo no se está haciendo bien, y quizá no debamos fijarnos tanto en los datos cuantitativos sino cualitativos de la educación. Concretamente, en el apartado de asesorar bien a los jóvenes en cuanto a lo que pueden y les conviene hacer para desarrollar su vocación e iniciar una carrera profesional exitosa.
El titular del informe, comunicado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional ha sido claro: “A nivel de educación superior, comparativamente, estamos por encima de la media tanto de los países de la OCDE (46,9%) como de los 22 países de la UE (45,9%)”. Siendo así, ¿por qué tantos jóvenes no son capaces de arrancar y de “buscarse la vida” solos, y ni siquiera se pueden emancipar? ¿En qué punto de la cadena Colegio-Educación Superior-Trabajo se está fallando?
A mayor educación, mayores oportunidades laborales
Aunque no es ningún secreto, nunca viene mal recordar que, a mayor formación y educación, más fácil es encontrar trabajo y evitar el desempleo. Sucede así porque las oportunidades se multiplican. Y aunque en España se ofrecen, sin duda, muchas y variadas oportunidades educativas, todavía siguen dándose altas tasas de abandono de los estudios también en su fase superior, ya sea dejando de estudiar o cambiando la formación.
Este tipo de abandono muchas veces obedece a haber hecho una elección equivocada como resultado de haber tomado malas decisiones en materia de estudios. Porque si en algo fallamos es precisamente en eso: en la orientación a los niños y futuros estudiantes sobre lo que pueden hacer. Para remediarlo ha nacido Futureo, una empresa española de consultoría sobre orientación vocacional que pretende resolver todas las dudas a estos futuros jóvenes profesionales y a sus familias.
La importancia de orientar como forma de educar
Según expresan desde esta innovadora empresa, en España el 33% de los estudiantes no termina sus estudios superiores. Además, el 21% abandona y un 12% decide hacer una reconversión. Por ello, apuestan por “pensar mejor la orientación y elegir el centro de estudios óptimo como forma de reducir estas tasas, así como inversiones altas -en tiempo y dinero- en carreras que finalmente no se adecúan al perfil del estudiante”.
Nathalie Sánchez, una de sus fundadoras, afirma que: “La idea surgió por preguntas de familias y jóvenes sobre la elección de su futura carrera. Nos dimos cuenta de que no sabían a quién acudir”. Su forma de trabajo es totalmente personal, y huyen de las fórmulas estandarizadas o automáticas a través de una aplicación. Su método, explican, “está basado en valores humanos y herramientas técnicas, es independiente de cualquier centro educativo, y único en el ámbito del coaching educativo”.
Así funciona Futureo
El método de Futureo aborda al estudiante a través de una serie de fases con las que evaluarán y conciliarán sus intereses con aspectos como la vocación, las aptitudes y las posibilidades reales. Aunque en este proceso participa no sólo el niño, sino también su familia. Estas son las etapas del acompañamiento al estudiante y su familia:
- En la fase de exploración, idealmente en 4º de la ESO, la familia recibe unos cuestionarios y pruebas psicotécnicas con los que se podrá analizar los ámbitos profesionales acordes al perfil del estudiante.
- En la fase de profundización, en 1º de Bachillerato, se lleva a cabo un proceso de coaching familiar con el que explorar nuevos puntos de vista desde la imparcialidad ofrecida por un profesional.
- En la fase de identificación, ya en 2º de Bachillerato, se elabora y entrega un informe detallado que incluye los centros educativos más alineados con los criterios de cada familia.
¿Qué aporta el coaching educativo?
Como parte del proceso, todos juntos llevarán a cabo un coaching en el que toquen temas muy diferentes y no sólo relativos a dónde o qué estudiar. También incluirán algunos aspectos que, sin saberlo, están presentes dentro de la unidad familiar. Estas variables son invisibles pero están afectando a las decisiones que, en este caso, va a tomar un adolescente lleno de dudas y con una gran vulnerabilidad para dejarse influir por la opinión de sus progenitores u otras personas importantes para él. Hablamos, por ejemplo, de las expectativas o del miedo a defraudar a los padres o incluso a los hermanos.
Según expresan desde Futureo, el coaching educativo familiar es muy útil en la búsqueda de soluciones prácticas. Y ¡ojo!, porque hacer coaching no quiere decir ni estar enfermo ni tener problemas psicológicos. Muy al contrario: lo que significa es tener muy buen criterio para saber buscar las herramientas que funcionan. En palabras de Nathalie Sánchez, “a través del coaching, la familia puede definir sus objetivos y las acciones concretas que, entre sus miembros, les permitirán conseguir definir los procesos que corresponden a sus valores para llegar a acceder a estos objetivos”.
Cómo llegar a un buen asesoramiento sobre el futuro académico de los hijos
Además, “las conversaciones entre ellos pueden ayudar a que todos expresen sus opiniones, a que se escuchen e intentar evitar la “contaminación” de la elección del futuro académico y profesional del estudiante por sus padres”. Porque esto, lamentablemente, sucede mucho: no son aislados los casos de niños que eligen la carrera que les dicen sus padres, en vez de la que les gusta a ellos o la que se les puede dar bien.
Así lo señala la portavoz de esta consultoría educativa: “Es cierto que nuestras propias frustraciones de carreras que no hemos conseguido sacar adelante, o el exceso de cariño y protección o de temores que tenemos para nuestros hijos nos pueden llevar al error de influir demasiado, sin quererlo, en la elección de sus carreras”. Y nos pone un ejemplo, con cifras concretas: “Nos acaba de explicar una universidad muy conocida de Madrid que, según la última encuesta que realizaron con los últimos alumnos que empezaron en septiembre, un 25 % de ellos contestaron que la elección de su carrera no había sido propia, sino la de sus padres”.