Así fue la fiesta de Messi10, la nueva estrella del Cirque du Soleil

El Estadio del CF Barcelona fue testigo anoche de la presentación del espectáculo que sobre Messi está preparando el Cirque Du Soleil y que se estrenará el 10 de octubre en el Parc del Fòrum de la ciudad condal. La estrella llegó al templo del fútbol con su esposa, Antonella Roccuzzo (cuyo traje no era de su habitual diseñadora, Rosa Clará) y posó para las docenas de cámaras, pero más mudo que Belinda y más hierático que Iceman.

Ni abrió la boca, apenas sonrió, y ni mucho menos se acercó a los medios, al contrario que hicieron el resto de invitados a este evento un tanto extraño. De hecho, el espectáculo ya se había presentado a los medios un par de días antes, sin Messi, y anoche la alfombra roja desplegada no era para ver espectáculo alguno sino para ofrecer una fiesta a la plantilla del Barça casi al completo, según fuentes fidedignas, y algunos ejemplares de las distintas especies que conforman los patrocinadores del show.

Invitados de lujo

Por ejemplo, como está la discográfica Sony, allí estaban los encantadores Estopa, con disco nuevo por sus 20 años de carrera; Leiva y su posado de modelo internacional; Macaco con su aire de estibador portuario; Abraham Mateo como príncipe de Matrix; India Martínez y su abrigo de piel de folklórica antigua; y Alfred García (OT), que aún no ha perdido la cara de asombro por todo lo que le está pasando y sonríe sin parar.

Los gemelos Torres añadieron sabor al extraño guiso de esa alfombra roja sin destino, y Juan Avellaneda estrenó otro smoking de su ropero, talla modelo. El deporte estuvo representado por dos hermosas, Mireia Belmonte, con brilli brilli, que está preparándose para los Juegos Olímpicos; y Ona Carbonell, de Zara, un primor de mujer que conoce de cerca ‘O’, el espectáculo acuático del Cirque du Soleil en Las Vegas, donde nada una ex colega suya. Tampoco faltaron Àlex Corretja, con su padre y su pareja, Martina Klein, que no consigue llevar al altar al tenista ni con su atractivo nuevo corte de pelo.

Había representación argentina de cantantes, presentadores y empresarios… y gentes del Cirque du Soleil, entre ellos el escritor y director del show de Messi, Omar Sharif Mukhtar, hijo del inolvidable Dr. Zhivago. Y apareció Joan Gaspart, que no estaba en la lista de “desfilantes” y posó tratando de olvidar la foto que le hicieron en el metro de Madrid. ¿Una foto saca otra foto?.

Invitados y grandes ausencias

Después de este desfile de estrellas, la prensa, que llevaba amontonada desde las seis de la tarde y ya eran las nueve, desmontó sus artilugios y degustó una deliciosa agua mineral mientras los invitados a esta presentación disfrutaban de una fiesta a la que nunca llegaron Shakira, que estaría arreglando papeles o enfrascada en las tareas de la casa, ni Joaquín Sabina, anunciados ambos para el photocall.

Un lugar que evitó la plantilla del Barça, a excepción de Suárez y señora, y el ex azulgrana Pinto con sus trenzas de chico 10. Al sarao no acudió la prensa escrita, a la que se retiró la invitación a última hora (alguna colega iba de fiesta), ya que la presencia de la gráfica no estaba ni contemplada. Y nos perdimos los canapés y la actuación del DJ residente, así como la de un malabarista del Cirque du Soleil, que no sabemos si llegó a actuar.

Messi10 by Cirque du Soleil

El show ‘Messi10 by Cirque du Soleil’, presentará en hora y media y con 42 artistas, el viaje de un hombre hasta la cumbre de la gloria del fútbol contando su sacrificio y abnegación en un escenario que aúna la intimidad de la escena con la magnificencia de todos los elementos tecnológicos de última hora. Todo ello unido al espíritu gimnástico y acrobático con protagonismo absoluto del fútbol, piruetas, jugadas y malabarismos varios, algo en lo que colabora activamente la estrella indiscutible del deporte.

Este espectáculo tratará de devolver a Barcelona su entidad como referente mundial -al menos en una parcela lúdica-, sometida de nuevo a la hegemonía del taxi, y colocado el show en el Fòrum, allí donde la ciudad pierde su nombre y la comunicación a través del servicio público es cuando menos arriesgada. En estos momentos en que la ciudad se tambalea entre gobiernos y presiones, ideales y realidades, el Cirque du Soleil nos regala una opción inestimable, no es cuestión de que las autoridades empiecen a trabar lo que es un remedio imprescindible. Claro, que de aquí a octubre, puede pasar de todo.