El Museo Cristóbal Balenciaga rinde tributo a la historia del perfume
Su nueva exposición muestra 600 piezas de alta perfumería y accesorios necesarios para conocer cómo los olores más exclusivos llegaron a convertirse en objeto de culto.
Los olores evocan recuerdos y sensaciones y también son unos de los grandes emblemas del lujo. Por ello, el Museo Cristobal Balenciaga de la localidad guipuzcoana de Guetaria, ha organizado una nueva exposición titulada El perfume en el tiempo de Balenciaga, en la que se hace un enorme recorrido por la alta perfumería en Francia y España.
El Museo Cristóbal Balenciaga hace un recorrido por la historia del perfume
Las creaciones de modistas perfumistas como Chanel, Dior y Schiaparelli, las casas de perfumes históricas como como Lubin, Guerlain o Myrurgia, y referencias locales como los perfumes fabricados en San Sebastián Gurys o Calber son solo una parte de la muestra. Esta incluye, como no podía ser de otra forma, los perfumes creados para la casa Balenciaga: Le Dix, Quadrille, La Fuite des Heures, Eau de Balenciaga y Ho Hang.
En total se muestran 600 piezas de alta perfumería y accesorios propios de ese incipiente negocio que, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, se benefició de los avances de la química sintética. Entre otros, se exponen frascos, cajas, polveras, expositores y material publicitario producidos por artesanos, diseñadores y artistas.
Muestra incluso el perfume personal de Balenciaga
La exposición reúne, en las tres salas expositivas del Palacio Aldamar, una selección de las amplias colecciones de Anne Thoisy-Dallem y Juanjo Ruiz Crivillé, comisarios de la muestra, junto con referencias del Museo Cristóbal Balenciaga y la Casa Benegas de San Sebastián. A ello se le suma la reedición de fragancias históricas aportadas por la Osmothèque de Versalles.
De hecho, en colaboración con la Osmothèque de Versalles, el primer conservatorio de perfumes, se propone una experiencia olfativa que permite descubrir diez fragancias presentes en la muestra.
Entre ellas, destacan los perfumes de Balenciaga Le Dix, de 1947, primera fragancia que marca el inicio de una prestigiosa línea de perfumes de la maison, y Quadrille, de 1955, tercera fragancia diseñada por Pierre Camin con su característica caja de cartón blanco en relieve, que se convirtió en perfume personal de Cristóbal Balenciaga.