Ser homosexual (en los 80)
El movimiento de gays y lesbianas chocaba con la manera de pensar de la sociedad británica de los años 80.
Una película conmovedora que te hace pensar sobre la importancia de la solidaridad.Una historia interesante y muy bien contada. A veces no se necesita nada más para hacer vibrar al espectador en su mullida butaca de terciopelo.
En 1984, siendo Margaret Thatcher primera ministra del Reino Unido, los mineros de Gales pasan por la angustia de su posible desaparición. Entre todos los apoyos que reciben, hay una asociación muy especial que recauda fondos como ninguna: el movimiento LGSM de gays y lesbianas, que aunque apoya desinteresadamente su causa, choca directamente con la manera de pensar de la sociedad retrógrada de aquellos años.
Impresionante la sensibilidad del director Matthew Warchus transmitiendo la fuerza de la unión de dos mundos tan diferentes pero que buscan el mismo anhelo de comprensión y libertad. Parece mentira lo que ocurría en el Reino Unido hace tan solo unas décadas.
No es una película de elevado presupuesto, con actores de renombre y con una campaña publicitaria descomunal, como tantas otras que no valen ni la cuarta parte. Esta película tiene, eso sí, un soberbio guión de contenido social basado en una historia real, realizada con una técnica sobria pero efectiva.Honesta, emocionante, sorprendente, estimulante y sincera. Un canto a la amistad y en contra de complejos absurdos que aún hoy se mantienen. Una joyita del cine. No dejes de verla. Muy recomendable. 5 *****.