El emblema de Bentley que cambia de color según sea el modelo
Bentley decidió en 1931 utilizar una gama de colores en su emblema para que los clientes diferenciaran las principales características de cada modelo.
Walter Owen Bentley fundó la empresa de automoción que lleva su apellido en enero de 1919. Un proyecto que puso en marcha con su hermano Horace Milliner. En una primera etapa se dedicaron a la industria aeronáutica, pero tras la II Guerra Mundial dejaron de fabricar motores radiales para aeroplanos y se dedicaron a crear coches de lujo. Su emblema sin embargo no perdió jamás las alas que le acompañan desde el inicio. Ello a pesar de haber cambiado de dueños un par de veces con el paso de los años.
Bentley cambia el color de su emblema según sea el modelo
WO Bentley, como se le conocía coloquialmente, desarrolló antes de crear su empresa un novedoso sistema de pistones en los motores. Con él se aumentaba la potencia considerablemente. Colocados en los chasis de varios coches de la época consiguieron ganar en varias carreras.
En 1920, Bentley creó un motor de cuatro cilindros sobre un robusto chasis. Aquel Bentley 3 litros consiguió alzarse con la victoria en una de las carreras de resistencia más importantes del mundo.
Fue en las 24 Horas de Le Mans de 1924. A partir de entonces, se hizo mítico en la fábrica el lema: «Construye un buen coche, un coche rápido, el mejor en su clase».
Curiosamente, el emblema de Bentley nos da pistas sobre el tipo de coche que hay dentro de la carrocería. Porque la compañía utiliza tres colores para pintar el fondo del óvalo donde se ve la inicial de la marca.
Si el modelo es el más exclusivo de la gama, el óvalo va pintado de rojo. Si por el contrario es un bólido de carreras, se colorea de verde. Y si finalmente es un coche para un cliente particular el logotipo se pinta de negro. Esta peculiaridad se instaló en la fábrica allá por 1931 y se ha conservado hasta nuestros días.