Convierte tu boda en un jardín mágico

En el sótano de una casa rodeada de árboles a unas horas de Manhattan, pulula Karen Castro Splendido. Con su alquimia crea encantadores ramos y arreglos de flores que hechizan a novios e invitados.

Tess, Constance, Darcy, Patience, Baroness y Juliet no son los protagonistas de una serie sino los nombres de rosas del jardín de David Austin. Las flores inglesas son las favoritas de Karen Splendido, una florista del Upper State New York que utilizó para una boda a las orillas del río Hudson el otoño pasado.

Karen se enamoró del mundo floral casi al conocerlo
Karen se enamoró del mundo floral casi al conocerlo

Karen empezó a trabajar como diseñadora floral después de haberse graduado  en el New York Botanical Garden. Su madre la invitó a ir a una clase con ella y sencillamente quedó prendada de este mundo. Luego, buscando material para hacer sus arreglos, llegó al invernadero de John Splendido, americano de origen italiano, de quien se enamoró. En 2001 se casaron y fue ella quien se encargó de cada uno de los arreglos de la fiesta. Viven en Niskayuna, una población fundada por holandeses a principios de 1800 en tierra de los indios Mohawk, que hoy tiene apenas 21 mil habitantes.

Con tres hijos pequeños, viven rodeados de un bosque en un barrio donde las casas no tienen cercas. El sótano, el salón de juegos de los niños, se transforma en un taller de flores cuando tiene que organizar un evento. También tiene un cuarto con aire acondicionado para mantener frescos los arreglos que salen de sus manos y una bodega.

Ella se ocupó de los arreglos florales de su propia boda
Ella se ocupó de los arreglos florales de su propia boda

Splendid Stems es el nombre de su empresa que otorga sus servicios a todo el estado de Nueva York, la zona del río Hudson y los condados adyacentes. Su estilo relajado y romántico fue un éxito cuando llegó a vivir a la zona y sus clientes llegan por el boca a boca. Karen sólo acepta un evento por fin de semana, asegurando la exclusividad de su tiempo y energías. Para bloquear la fecha exige un depósito de $500 dólares y un presupuesto no menor a $4000. Dos meses antes, el cliente debe hacer el depósito del 50% y luego, un mes antes de la fiesta, el otro 50%.

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Su empresa se llama Splendid Stems y atiende eventos en todo el estado de Nueva York

Karen me contactó a través de la red de floristas Chapel Designers y pude viajar para ayudarla en este evento. Aunque a decir verdad, cuando llegué ¡tenía prácticamente todos los arreglos hechos! Baldes con dalias, lisianthus, dedaleras, amarantos, escabiosas (flores de la familia de los cardos), girasoles morados, rosas de jardín, follaje y bayas. Las mesas de trabajo contaban con tijeras, floreros, cintas, tarjetas.

Todos los artículos necesarios para identificar los ramos de la novia y sus madrinas. Karen se encargó del de la novia y a mí me dejó el de sus amigas. Terminamos unos arreglos para las mesas y preparamos los moldes de oasis sobre los que se pincharían las flores de la chuppa. John hizo los botoniers, las flores para el ojal del novio y sus padrinos. Esa noche comimos con sus padres que vinieron para ayudarla con los niños. Disfrutamos de una copa de vino mientras deshilachábamos historias de familia (el abuelo de Karen era español).

Sólo acepta un evento por fin de semana previo pago del 50% del importe
Sólo acepta un evento por fin de semana previo pago del 50% del importe

A la mañana siguiente hacía fresco pero el cielo estaba azul. Cargamos la camioneta de John con los arreglos y partimos en caravana hacia la posada y spa Buttermilk Falls. Una propiedad de 1764 a orillas del río Hudson con una acogedora casa principal y ocho cabañas. Los 200 invitados fueron llegando poco a poco y disfrutaron del campo por donde correteaban pollos, pavo reales, ovejas, cabras y llamas. A nosotros, cuando estábamos armando la chuppa, se nos acercó una bandada de gansos ¡que querían comerse las flores!

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Los arreglos florales se repartieron en 18 mesas para el convite

Luego pusimos las cintas a los ramos y fuimos a dejarlos a la habitación de la novia. Todas las mujeres de la familia estaban allí, afinando los últimos detalles con el peluquero y el maquillador. Cuando Karen le entregó a la novia su ramo, su cara de felicidad era indescriptible. Pero no había tiempo que perder. Partimos al sector del almuerzo con dos carpas Sperry, hechas con tela de velas para barco y gran diseño. En las 18 mesas repartimos los arreglos agregando o arreglando alguno que se hubiese desajustado en el viaje, colocamos guirnaldas de vid y eucaliptus y las palmatorias. Cuando todo estuvo listo, ¡desaparecimos por la carretera felices y hambrientos!

Añadimos los últimos retoques y volvimos a nuestras casas felices por el trabajo bien hecho
Añadimos los últimos retoques y volvimos a nuestras casas felices por el trabajo bien hecho

En la terraza de la casa de Karen crece una enredadera de la flor de la pasión, su favorita (es tan exótica que la he apodado “Encarnación en 3D”). Sus hojas pueden parecer delicadas, pero de ellas brota una flor fuerte y colorida, de gran personalidad, dispuesta a entregar belleza a los que lo rodean. Así es Karen, delicada en su trato y apabullante en su arte. *Fotografías: Alta Fox.

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