La buscadora de flores «con alma»

El taller de Inés Urquijo, en medio de un parque, es gélido en invierno. Allí estudia, planea y experimenta con flores y follaje.

“Recuerdo estar correteando en los jardines medio decadentes de mis abuelos, cuando vi una violeta asomar al lado de una piedra. Mi impacto fue total. Mucho tiempo después di con una peonía y me pregunté: ¿qué es este prodigio?”. Inés Urquijo habla con todo el cuerpo y puedo ver a esa niña en el salón del Hotel Principal, donde se realiza esta entrevista.

Inés Urquijo. Foto: Elle
Inés Urquijo. Foto: Elle

Espigada, con el pelo color miel -que le sirve para esconderse cuando cree que ha soltado una confidencia-, Inés es pura pasión. Cada mañana lo primero que hace es asomarse a su pequeño jardín. Luego parte a Las Jarillas, una finca ubicada al norte de Madrid, donde posee su taller, en el que experimenta con 30 variedades de rosas antiguas. Las rosas que puedes comprar en Holanda parecen de cartón y yo estoy obsesionada con el movimiento. Busco permanentemente flores con alma”.

Peonías, rosas de jardin, clematis y claveles (entre otras flores) fueron las elegidas para esta comida en la Casa Pilatos, Sevilla. Foto de Inés Urquijo
Peonías, rosas de jardin, clematis y claveles (entre otras flores) fueron las elegidas para esta comida en la Casa Pilatos, Sevilla. Foto de Inés Urquijo

Estudió paisajismo y jardines, el punto donde la naturaleza y el hombre se encuentran. Después tomó clases con una discípula de un destacado diseñador londinense, Kenneth Turner. Pero reconoce que su aprendizaje tiene mucho de autodidacta, comerse libros, prueba y error.

Lleva 20 años dedicada al diseño floral y cree que el momento en que se dio cuenta de que todo era posible fue cuando formó parte del equipo del decorador Pascua Ortega para la boda del entonces Príncipe de Asturias y Letizia Ortiz. “Después del 11-M la gente estaba traumatizada, triste. Cuando las calles fueron decoradas con flores, cambió el ánimo en Madrid”.

Boda en blanco y verde realizada en Casino. Foto INés Urquijo.jpg Impactante centro de mesa con ramas de sauce y orquídeas. Foto Inés Urquijo
Boda en blanco y verde realizada en Casino e impactante centro de mesa con ramas de sauce y orquídeas. Fotos: Inés Urquijo

Inés abrió su propia empresa hace apenas dos años. Cree que lo fundamental ha sido saber organizarse y contar con un excelente equipo. Aunque la mayoría de sus flores vienen de Holanda, su sueño es dar con productores locales. El follaje es también parte fundamental de sus arreglos y muchas veces hace ‘podas particulares’ a árboles y arbustos que encuentra en su camino.

El patio de la Casa Pilatos, Sevilla, se vistió de gala para este evento. Foto de Inés Urquijo
El patio de la Casa Pilatos, Sevilla, se vistió de gala para este evento. Foto de Inés Urquijo

Cada encargo es un desafío en el que invierte mucho tiempo en investigación: “Es un trabajo intelectual y sensorial profundo”. Para Inés la introspección es vital, volver a un bosque, visualizar el musgo húmedo, recordar su jardín de pequeña. Y luego está el lugar donde se realizará el evento, donde busca un hilo conductor, algo que da carácter a ese espacio. “Hay que recuperar la frescura, los ojos de niño. Esa es la única manera de saltarse los propios límites”.

Peonías blancas y ramas de jazmín en cristales de distintos tamaños y colores. Foto Andrea Savini Delicada instalación para la revista Hola Fashion. Foto Andrea Savini
Peonías blancas y ramas de jazmín en cristales de distintos tamaños y colores. Drcha: Delicada instalación para la revista Hola Fashion. Fotos: Andrea Savini

Hace poco tuvo una novia que para el día de su boda usó unos zapatos rojos Louboutin que había traído de un viaje: “Esa fue la clave para el ramo y me divirtió muchísimo diseñarlo”. Cuando pone las flores en una casa, le pide a la señora que le muestre qué floreros, jarrones e incluso jarras tiene. Cualquier envase capaz de contener agua puede servirle de soporte. Otras veces recorre anticuarios o trae algún objeto de sus viajes: “Siempre estás buscando, siempre vas con los ojos abiertos”.

Comida en casa particular con centros de mesa en tonos lavanda, blanco y verde. Foto Inés Urquijo
Comida en casa particular con centros de mesa en tonos lavanda, blanco y verde. Foto: Inés Urquijo

El diseño de flores también tiene sus bemoles. “Una mala iluminación puede arruinar tu trabajo”, comenta. Y el otro es obtener el colorido de las flores. Como anécdota cuenta que para un evento publicitario encargó rosas pálidas y llegaron rosas color chicle. “No tuve más remedio que rociar polvos de talco ¡para apagar el color!» En otras ocasiones tiene que contar con la magia de la noche (donde todos los gatos son pardos)… «Pasas unos sustos terribles”.

"Tes fleurs sont sublime" le dijo Valentino a Inés Urquijo al ver las flores de las mesas en una comida en su honor. Foto Inés Urquijo.jpg
«Tes fleurs sont sublime» le dijo Valentino a Inés Urquijo al ver las flores de las mesas en una comida en su honor. Foto: Inés Urquijo.jpg

Antes de despedirnos le pregunto cuál ha sido el elogio que más le ha gustado. “Tes fleurs sont sublimes, me dijo Valentino”. Y es precisamente esa exquisitez, esa dedicación en sus creaciones, la que hace de Inés Urquijo una de las revelaciones del mundo floral en España. *Portada: Arreglo de rosas de jardín para una boda campestre. Foto: Inés Urquijo.

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