La Navidad floral más chic de NYC

Las vitrinas de la ciudad de los rascacielos es un auténtico espectáculo y no lo son menos las de las floristerías más chic de NYC.

La ciudad de los rascacielos está preciosa. Las vitrinas de la 5ta. Avenida son un espectáculo donde se agolpan los turistas obnubilados por el Poseidón esculpido en perlas de Bergdorf & Goodman o las miniaturas en papel sobre las que se sostienen las joyas de Tiffany. Las tiendas están atestadas porque ya empezaron las rebajas y siempre hay un regalo que comprar en el último minuto. Y a los vendedores callejeros de pinos, una institución, les quedan ya los últimos ejemplares. Dentro de la locura que es esta época del año, quise saber cómo se respira el Holiday season en las florerías más espectaculares de la Gran Manzana.

Alta costura en flores en la vitrina de Renny & Reed
Alta costura en flores en la vitrina de Renny & Reed

RENNY & REED 505 Park Avenue, Mid Manhattan – 
Una maniquí de traje largo con capa de flores de seda y un frondoso pino que llega roza el techo es lo que primero impresiona de la tienda. Luego, uno no sabe por cuál mesa decantarse: la de colores borgoña, rojos y naranjos, o la de tonos blanco, crema y verde. Ambas tienen flores de gran exquisitez que raramente uno tiene la dicha de ver juntas, en abundancia y bien desplegadas. Ranúnculos jaspeados verde-rosados de Italia, fragantes rosas Tango de París con pétalos rosa y dorado pálido, peonías australianas groseramente bellas en coral.

Jazmines, orquídeas, amarilis y una corona del Inka en su variedad rosa en macetas Campo di Fiori. Renny & Reed Cada objeto de la tienda de Renny & Reed es natural. Incluso este maravilloso árbol
Jazmines, orquídeas, amarilis y una corona del Inka en su variedad rosa en macetas Campo di Fiori. Drcha: Cada objeto de la tienda de Renny & Reed es natural, incluso este maravilloso árbol

Un poco más allá, brezos blancos con forma de arbolitos de Navidad, aureolas de jazmines y coronas del Inca (euphorbia pulcherrima) en maceteros Campo di Fiori. Los diseñadores Audrey y Chuck casi no dan abasto atendiendo a los clientes que vienen a discutir los diseños para sus fiestas (la mayoría en rojos) y despachando arreglos con mucha textura. La florería, que fue abierta en 1972 por Renny Reynolds y que desde el 2000 lleva su sobrino y ahijado Reed McIlvain, ha mantenido su sitial de ícono en Nueva York.

Jaulas doradas y orquídeas blancas en el frontis de Ovando
Jaulas doradas y orquídeas blancas en el frontis de Ovando

OVANDO 19 East 65th Street, Upper East Side – 
En el 2003, la mexicana Sandra de Ovando abrió su primera florería boutique en el West Village. Hoy cuenta con 50 empleados de planta, un estudio de 800m2 y abrirá dos nuevas tiendas, una de ellas en los Hamptons. Además de vender flores, dan un servicio integral de diseño para eventos. Este año estuvo a cargo del desfile de Victoria´s Secret, sólo por nombrar uno. Por eso no me extrañó entrar a la tienda de la calle 62 y encontrar cierto desorden.

Los terrarios han sido un hit en la temporada de Navidad. OvandoArreglos para una fiesta en el Upper East Side. Ovando
Los terrarios han sido un hit en la temporada de Navidad y arreglos para una fiesta en el Upper East Side. Ovando

Tres recepcionistas que no pueden quitar los ojos de las pantallas, cajas de plástico con arreglos para una fiesta y una casa particular, y varios terrarios envueltos en negro y papel picado fucsia (ese que uno hacía de chico con las tijeras). En la florería queda poca cosa: unas ramas doradas en el piso, varias orquídeas en colores estridentes, una ánfora negra con bayas rojas. El sello de Ovando son diseños simples pero no simplistas, me explica Pauline Eckhaus desde la casa central. Y se puede ver que su propuesta estética gusta en la Gran Manzana.

Encantadora entrada del Atelier de flores de Olivier Giugni. L'Olivier L'Olivier
Encantadora entrada del Atelier de flores de Olivier Giugni. L’Olivier

L’OLIVIER 19 East 76th Street, Upper East Side – 
Entrar a el atelier floral de Olivier Giugni es como entrar en un santuario. Ni una mota de polvo, buena iluminación y arreglos de líneas modernas. En los ellos, jamás utilizan más de tres tipos de flores agrupadas con el follaje de la temporada, me cuenta el diseñador Gaspar, quien lleva 11 años en la empresa. Los bouquets se hacen en la mano y en espiral, al estilo europeo y los jardines de orquídeas tienen mucho éxito.

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Un glamuroso árbol de Navidad y varios arreglos con amaralis, rosas y helechos dorados, un sello de la casa L´Olivier

Cuando uno recibe un arreglo de L’Olivier tiene la certeza de que las flores durarán una semana, por todos los cuidados que reciben desde que llegan del mercado hasta su destino final. En el taller siempre hay rosas blancas, pero en estas fechas hay muchas rosas, bayas y amarilis rojas, coronas con adornos en plata y un enorme árbol dorado. Olivier, nacido en Brignosles (Francia), fue pionero en utilizar las hojas para envolver floreros y su sello vanguardista sigue conquistando a los neoyorquinos.

En el Seaport Districk, al pasos del East River, Emily Thompson tiene su tienda a quien llama Moby Dick
En el Seaport Districk, al pasos del East River, Emily Thompson tiene su tienda a quien llama Moby Dick

EMILY THOMPSON FLOWERS 142 Beekman Street, Seaport District – 
Entrar en la florería de Emily Thompson es darse de narices con un bosque. Ramas de pino diseminadas dentro y fuera del taller, bulbos de narcisos que emulan una media luna, hojas de geranio, helechos estrella, palmas, tres variedades de gloriosas, amapolas de Italia, cosmos color borgoña, ranúnculos y bayas. Sí, y esto es solo parte de su tesoro. Lo original está en su propuesta, sutil pero con carácter y sin olvidar la gestualidad, siempre desafiante y “con los dientes afilados”. Su estética busca resaltar el contraste de los materiales, sacándolos de su contexto, mezclando estaciones, para así revelar su propia naturaleza.

Cada objeto es una provocación. Al fondo los floreros de papel maché de Mark Gagnon. Emily
Árbol de Navidad hecho con bulbos de narcisos y cordón dorado. Cada objeto es una provocación. Al fondo los floreros de papel maché de Mark Gagnon. Emily

Cada diseño tiene que evocar a la tierra y azuzar las texturas del follaje. Así también son los objetos que vende, algo de locos, inusuales y mágicos, como los floreros con forma de patas de animales en porcelana y unas vasijas de papel maché hechos por artesanos del barrio. Y si yo me encontré con un bosque, Emily siente que su tienda es Moby Dick: original, hermosa y antigua. Uno de los pocos rincones donde se puede rememorar el pasado marítimo de Nueva York. *Fotografías: Sylvia Bustamante.  *Portada:La espectacular vitrina de Renny & Reed en Park Avenue 

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