Al igual que ocurre con la moda, en la decoración las tendencias también van y vienen. Sin embargo, hay piezas atemporales (¡algunas creadas hace 50 años!) que además de decorar nuestra casa nos pueden posicionar en un estatus social. Puede parecer un esnobismo, pero mostrar una determinada silla o lámpara puede dar información sobre las inquietudes culturales del inquilino. Como suele ocurrir, los muebles que vamos a destacar a continuación cuentan con réplicas en el mercado que hacen las delicias de los bolsillos más ajustados. No obstante, yo prefiero suspirar por los siguientes productos en versión “genuina“:
El diseñador catalán creó su icónica lámpara en 1962, por eso parece mentira que tenga 57 años, porque es más actual que nunca. Para su realización se utilizan las tradicionales técnicas de vaporizado para conseguir las formas curvas de su estructura de madera (de cerezo). Se puede colocar sobre una mesa o directamente en el suelo y queda igualmente espectacular.
Aunque parezca el último diseño, su aspecto futurista se remonta a 1968. Con 51 años a sus espaldas, la creación del finlandés Eero Aarnio parece que ha sido antes de ayer de su estudio. Está claro que hay diseñadores visionarios.
Del mismo diseñador anterior, este mueble de líneas sencillas y fluidas sigue estando en la wish list tanto para decorar cocinas como salones. De hecho, desde que salió de la mente del creador en 1956 ha sido una de las piezas de mobiliario más copiadas a nivel internacional.
Concebida en 1926 la peculiaridad de Cantilever se basa en las dos únicas patas sobre las que se sujeta. No es de extrañar que su diseño trajera de cabeza a su creador- perteneciente a la escuela de la Bauhaus- en la búsqueda equilibrada de flexibilidad y robustez. Por su parte, la Wassily o Modelo B3 fue diseñada en 1925 y poco después de verla, el mismo Kandinsky cayó rendido a sus pies y la eligió para su oficina.
Se trata de una pieza icónica cuyo respaldo flexible para poder adaptarlo a nuestras necesidades ya dejó boquiabiertos a sus coetáneos en 1973. A día de hoy sigue comercializándose a precios acorde a su espectacular diseño y originalidad.
Archiconocida como Thonet, fue realizada en 1854. Se trata de uno de los modelos más vendidos en la historia a pesar de tener únicamente seis piezas de madera curvada, diez tornillos y dos tuercas. Las puedes encontrar a partir de 230 €.
Silla Panton. A pesar de seguir siendo de aspecto moderno fue concebida en 1960. Es la primera silla construida a partir de una única pieza de material. 265€ aprox.
De creación más reciente invertir en cualquier creación de Patricia Urquiola (asturiana residente en Milán desde hace décadas) es un acierto. Destaca entre sus creaciones la silla Nuez, diseñada para Andreu World y formada por una carcasa de plástico que hace que la silla ‘se abra’. Asimismo, la silla Nub, está vinculada al recuerdo de la infancia de Patricia cuando solía jugar con las bobinas que usaba su abuela cuando hacía encaje.
Si no las tienes en casa, algunas de las piezas que describo las puedes ver de cerca en las distintas exposiciones que acoge Madrid estos días en el marco del Design Festival que se celebra hasta el próximo 28 de febrero.
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