El contrachapado es un material derivado de la madera ampliamente utilizado en la construcción y en la fabricación de muebles. Un producto que resulta del “hojeado” de los troncos de los árboles mediante un trabajo que se realiza con unas máquinas especiales. Estas consiguen finas planchas de madera o láminas que, posteriormente, se adhieren unas a otras de forma que las fibras de cada una quedan dispuestas perpendicularmente entre sí, obteniendo un material uniforme y perfectamente equilibrado.
El contrachapado de HPL (High Pressure Laminate) confiere una calidad superior a las construcciones y a los muebles en los que se utiliza. Sus láminas de madera, producto del mencionado hojeado y que forman el contrachapado, se recubren por sus dos caras con una capa de laminado de alta presión, el HPL. La variedad de productos es enorme, pincha aquí para ver las opciones posibles de manos de una web especializada en todo tipo de planchas.
Son las resinas termoendurecidas que se aplicarán durante el proceso de fabricación del contrachapado HPL. Junto a ellas, varias capas de papel bañado en resina fenólica y sometidas posteriormente a grandes presiones y altas temperaturas, lo que dará como resultado un material con unas características notables.
Gracias a esta especial construcción multicapa y el añadido mencionado de la capa de laminado obtenida por efecto de la aplicación de altas presiones, se considera que el contrachapado de HPL es uno de los más resistentes al impacto, a la abrasión y al desgaste. Por tanto, es muy utilizado en obras y mobiliario que pretenden ser duraderos.
Otra característica que posee y por la que es tan popular entre los profesionales es su impermeabilidad y resistencia a la humedad. Algo que lo hace un material perfecto para entornos como los baños y cocinas.
La demanda del gran público también se debe a la amplia disponibilidad de colores, texturas y diseños, ya que permite crear estructuras imitando la piedra, el metal, la madera… Es decir, es muy versátil para ser utilizado tanto en interior como en exterior.
Respondiendo a la pregunta con la que se presenta el presente artículo, los contrachapados se suelen emplear en bastantes aplicaciones. Destaca, como cabe suponer, la fabricación de muebles, especialmente en aquellos lugares donde se concentra cierta cantidad de humedad o es probable que se sufran impactos. Es decir, la cocina, los cuartos de baño e incluso las oficinas y los locales comerciales cara al público, gracias a su elegante apariencia estética.
Por otro lado, también es bastante habitual que se utilice por los profesionales de la construcción para el revestimiento de interiores y de exteriores. Y es que, como se ha citado anteriormente, su resistencia y durabilidad son notables. Además, también es apreciado por este sector por ser un material muy versátil y con una gran facilidad para su mantenimiento.
Para las puertas, gracias a su durabilidad y variedad de presentaciones; así como para superficies de trabajos, como las utilizadas en los laboratorios y talleres. Todo ellos espacios que requieren de resistencia y facilidad para el mantenimiento y la higiene.
Por último, también es posible encontrarlas en exteriores de edificios de todo tipo formando parte de los revestimientos de las fachadas. Como se ha citado en varias ocasiones, es muy resistente, también para las acciones atmosféricas que se sufren cuando permanecen a la intemperie.
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