Por qué regalar y recibir flores y plantas siempre hacen ilusión
Si tienes que hacer un regalo o quieres decirle a alguien que te alegras por lo que le ha pasado no falles, regálale un ramo de flores o unas miniplantas.
Recibir o incluso regalar un ramo de flores siempre hace ilusión. Da igual el motivo, el momento o incluso el remitente; ver durante días un jarrón lleno de color alegra cualquier estancia y su belleza tiene un efecto bálsamo que invita a la paz y la serenidad. No hay duda de que tener elementos naturales alrededor (a falta de vivir en mitad de la naturaleza) es beneficioso para nuestra mente. Y es que no solo las flores, también las plantas despiertan en nosotros un sentimiento de protección y cuidado muy calmante.
Tener un ramo de flores en casa, siempre
No hay duda de que las flores transmiten muchas cosas y tienen distintos significados. Mientras las rosas están asociadas al amor romántico, las orquídeas son símbolos de sensualidad y los girasoles de alegría. Pero no hace falta hacer caso a estas premisas para regalar flores, sean cuales sean. Un ramo de flores bien compuesto, una rosa solitaria, un pequeño conjunto de calas… hay tantas opciones como gustos o momentos para adornarlos.
Desde aquí recomendamos las de Elena Suárez & Co. porque son espectaculares para enviar como detalle, como felicitación o simplemente para comprar «porque sí».
Hojas verdes, flores salvajes, preservadas, con diferentes tonos o inspirados en las estaciones, sus ramos de flores son tan bonitos como llamativos. De hecho, en tamaño mini, pueden redondear un desayuno si los eliges como complemento a uno de los que la pastelería Mallorca tiene en su web.
Y para los que quieran la cuadratura del círculo, las flores solidarias de la Fundación Querer. Elaboradas por Flores Premium, con su importe ayudas al desarrollo y puesta en marcha de los proyectos de la entidad enfocados a la investigación de enfermedades raras en niños con necesidades especiales.
Regalar Miniplantas es bonito y ecológico
Por otro lado, regalar plantas puede ser tan especial o incluso más que regalar flores; porque con ellas regalas vida, confianza y oportunidades. Vida porque son seres vivos a los que hay que cuidar; confianza porque depositas en quien las recibe la esperanza de que cuide la planta y establezca con ella un vínculo duradero; y oportunidades porque con ella invitas a su cuidado, al mimo y al desarrollo de un proyecto a largo plazo.
Pero no nos engañemos, no todo el mundo recibe con ilusión una planta porque piensa que no va a saber cuidarla debidamente. Su cuidado es un trabajo laborioso en algunos casos pero igualmente muy gratificante. Por eso hoy proponemos iniciar a quien las reciba con las llamadas Miniplantas, unas plantas pequeñas en proceso de desarrollo, listas para crecer y que requieren un cuidado y mimo muy especial. «Sacar adelante una planta pequeña es más difícil que una grande, por supuesto, pero la satisfacción de hacerla crecer y ser consciente de ello no tiene precio”, explica Víctor Rodado, cofundador de Miniplanta.
Además estas plantas jóvenes también son ecológicas ya que cuentan con un packaging sostenible creado con botellas de plástico reciclado; y sus trabajadores trabajan directamente con los productores de las plantas, sin intermediarios. “Amamos la naturaleza y por ello forma parte esencial de nuestra vida. Tenemos como propósito que la gente entienda y viva las plantas con amor y empatía”, concluye Álex Chacón, CEO de la firma.