(Foto: Mecum Auctions)
Unos 4.500 vehículos clásicos y de colección se han empezado a vender en la que se conoce como la subasta de coches de colección más grande del mundo. La cita, que tiene lugar en el Osceola Heritage Park de Kissimmee, en Florida, comenzó este martes. Tiene como uno de sus grandes protagonistas a una limusina presidencial blindada que utilizó Bill Clinton durante su estancia en la Casa Blanca.
Además, encabezando la subasta se encuentran dos estrellas de la gran pantalla.
Por un lado el Porsche 917K de 1969 de Steve McQueen de la película “Le Mans” y por otro el Jaguar E-Type Serie I Roadster de 1967 de Austin Powers, conocido como “Shaguar”, del que ya hablamos en The Luxonomist.
El Porsche 917K es uno de los coches de carreras más famosos de todos los tiempos. Fue conducido y comprado nuevo por uno de los actores más notables de la historia, Steve McQueen, lo que convirtió al coche en una estrella legendaria dentro y fuera de la gran pantalla.
Junto a ellos, también habrá con una selección de coches de carrera conducidos por algunos de los nombres más importantes del automovilismo. Uno de los más destacados es el primer Porsche 910 producido. Con número de chasis 910-001, este raro Porsche de 1966 fue conducido por el tres veces campeón del mundo de Fórmula 1 Niki Lauda en la carrera de 1.000 kilómetros de Österreichring de 1969.
Para no quedarse atrás, el Lola T90 Ford Indy Car de 1966, conducido por Jackie Stewart, otro tres veces campeón del mundo de Fórmula 1, también llegará a la subasta.
Por otra parte, la limusina presidencial Cadillac Fleetwood Brougham 1996 es toda una joya para los coleccionistas. Es la única limusina presidencial totalmente blindada que ha llegado al sector privado.
Clinton tuvo tres a su disposición, una de ellas nunca fue liberada por la CIA y la otra está en el museo Clinton. Este modelo está como nuevo, pues apenas ha recorrido 1.000 kilómetros. Se estima que se invirtieron 6.000.000 de dólares en la construcción de estos tres vehículos.
Este coche es todo un búnker. Las lunas son a prueba de balas, gracias a sus 7,62 centímetros de espesor. Está protegido contra explosiones según el estándar B6. También tiene sistemas de oxígeno y extinción de incendios a bordo e incluso cuenta con luces de emergencia de señalización y sirena.
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