Después de más de cien años, desde su nacimiento, la legendaria marca Hispano-Suiza renace y vuelve a sorprender con un diseño de inspiración clásica y tecnología de última generación que une el pasado con el futuro. La familia Suqué-Mateu rescata del olvido el legado de su bisabuelo: la mítica Hispano Suiza Fábrica de Automóviles S.A. que nació en 1904 de la mano de Damià Mateu en colaboración con su socio, el ingeniero suizo Marc Birkigt.
A principios del siglo XX se posicionó como líder en tecnología automovilística y aeronáutica llegando a ser el primer fabricante de la historia de España de automóviles. Fueron los mejores motores de aquella época, 50.000 motores de aviación llevaron la firma Hispano-Suiza. Hasta que en 1946 se vieron obligados a interrumpir su producción. En la actualidad es la única marca española de coches cuyo legado sigue vivo.
Pero la historia se repite. Y reeditar la historia de la automoción española es lo que ha hecho la cuarta generación con Miguel Suqué-Mateu, su presidente, haciendo en 2017 lo que su abuelo hizo en 1904, confiando en Sergio Martínez y QEV Technologies. Juntos han diseñado y fabricado un coche 100 % eléctrico, made in Barcelona, con la última tecnología.
Tras conocer de primera mano su “renacimiento” me he acordado de aquella frase de Albert Einstein que decía: “Los que piensan que es imposible, no deberían molestar a los que lo están haciendo”. Porque atención navegantes: Hispano-Suiza ha vuelto a hacer historia y esta vez ha venido para quedarse.
Pero antes de empezar de nuevo la marca definió muy bien cómo quería que fuese este coche simbólico, con un concepto hiperlux. Y teniendo en cuenta que el estilo es siempre tridimensional diría que Carmen es “un clásico moderno”, un deportivo único en su categoría. Carmen es estética y tecnología. Aerodinámica y potencia. Seguridad y control. Estilo y exclusividad. Diseño y lujo. Provocación y discreción. Cóncavo y convexo. Revolucionario y mágico. Carmen es romanticismo de inspiración clásica. La semántica de este coche atemporal, no tiene límites por eso no pasa desapercibido allá donde va.
Con un ambicioso y sorprendente diseño que impulsa el futuro hasta un determinado límite. Una parte trasera que rinde homenaje al pasado inspirándose en el modelo H6C Dubonnet Xenia de 1938 (del que sólo se fabricó un ejemplar) y la delantera mirando al futuro. Un diseño excéntrico y arriesgado que resuelve, de manera brillante, las fuertes tensiones que podría haber entre pasado y futuro. Un modo singular de cruzar dos siglos a toda velocidad.
Una especie de misterio ha rodeado a Carmen desde el momento en que salió a la luz el renacimiento de la marca tras 70 años de oscuridad. Eran muchas las expectativas y no ha sido fácil dar forma a la utopía. Pero finalmente Carmen ha conseguido emerger tras cientos de dibujos ficticios y los apasionados del motor pueden ver en Carmen ese nombre de mujer elegante como lo fue Carmen Mateu (mujer en la que está inspirado el vehículo, madre del actual presidente).
Y en esta carrera, a momentos locura a momentos ficción, han logrado a la velocidad del relámpago, consolidar un proyecto que se inició con un apretón de manos y acabó tan sólo dos años y medio después. Algo inconcebible desde cualquier punto de vista que ha sido posible gracias a QEV Technologies.
Un heterogéneo grupo de ingenieros, de enorme talento, que ha trabajado a todo motor para definir, en poco más de un año, un trabajo sumamente preciso. Y lo han demostrado con una sobredosis de ilusión, siendo capaces de abstraer la esencia de la máquina, resolviéndolo de un modo impecable con un único y gran compromiso: involucrarse. Con este coche puesto en el mercado los límites entre las marcas empiezan a acentuarse.
Y para hablar de la identidad de este proyecto he quedado con el CEO de la marca Hispano-Suiza Cars, Sergio Martínez Campos, un hombre carismático, mezcla de inteligencia y bondad a partes iguales. Su background está respaldado por su experiencia en el sector industrial y el management comercial. Ha tratado con ingenierías y procesos industriales aplicando las estrategias necesarias para ponerlos en el mercado. Su primer coche fue un Suzuki Santana, descapotable con ballestas color azul, lona de tela y puertas desmontables, heredado de su padre.
The Luxonomist: ¿Cuál es el target de un Hispano-Suiza, es sólo un coche para coleccionistas e inversores?
Sergio Martínez: La gama de clientes que tenemos es más que un coleccionista ya que se trata de un coche muy exclusivo, con mucha historia. Hay una amplia gama de clientes que son mucho más que un “super collector” que conocen nuestro heritage.
TL: ¿Tenéis previsto explorar nuevos nichos de mercado como Medio Oriente o Asia? Dicen que el 80 % de los deportivos se venden allí…
SM: Sí, la marca va a operar en todo el mundo y en Oriente Medio ya tenemos un cliente. Próximamente vamos a Doha, y a Qatar en gira de misión comercial. Los Países Árabes nos ven como última tecnología e historia, es lo que buscan.
TL: ¿Qué queréis ser de mayores?
SM: La estrategia de marca de 1904 y la de ahora es la misma: hacer el mejor coche posible con la mejor tecnología. El ADN sigue siendo el mismo, Carmen es el mismo concepto que el Alfonso XIII, que era deportivo y elegante. Pero a su ADN, ahora además, se le suma que tiene un componente de sostenibilidad ya que es eléctrico. Carmen no es un producto sino que es algo muy potente y único por el sentido de pertenencia que hay detrás.
TL: De los 12.000 Hispano-Suiza que se fabricaron, hoy sigue vivo un millar, la mitad en manos de coleccionistas importantes. ¿Tenéis localizados a estos antiguos clientes?
SM: De 1904 al 1946 se fabricaron entre 23-25 modelos diferentes. Hispano-Suiza es historia viva del automovilismo. Los mejores motores, los más fiables los hicimos hace más de un siglo. Hay unos 1.000 Hispano-Suiza por el mundo, de los cuales 500 están en funcionamiento. El sentido de pertenencia de la marca es único en ese sentido. La cantidad de gente que dice: “mi abuelo tenía un Hispano-Suiza”. Se pueden ver a los clientes con su libro de registro, donde hay anotado el año de fabricación, el número de chasis, el motor, dónde se fabricó, dónde se entregó, algo realmente emocionante. Hay un Club Hispano-Suiza, con 15.000 propietarios que se lleva manteniendo desde que en 1946 Damiá Mateu lo presidiera y después Miguel (su hijo), Carmen Mateu y desde el 2000 Miguel Suqué-Mateu, su biznieto.
TL: La producción prevista de Carmen para este año son 5 unidades, en tres años 19. Pero he leído que tienen 60 peticiones de compra. ¿Cómo vais a gestionar esto?
SM: Nuestra intención es producir ediciones muy limitadas. Siempre bajo petición, bajo el modelo “lista de espera” por orden de reserva. Diecinueve clientes que nos han elegido. No queremos que sea un elemento de especulación. E Hispano-Suiza tendrá derecho de recompra del vehículo. La marca es muy importante para nosotros no la queremos desvirtuar y preservar el ADN es nuestra responsabilidad.
TL: ¿Os habéis planteado en el futuro que aparezcan derivaciones de Carmen o una segunda línea? Dicho de otro modo, ¿tenéis planes más grandes para la marca?
SM: Ahora vamos a consolidar el proyecto de Carmen, que como decía sólo habrá 19 unidades con un valor de 1,5 millones de euros en la Edition One (el que hemos presentado en el Geneva International Motor Show 2019) pero las opciones pueden ser cuatro: Heritage, Hiperlux y Sport. Y cada una de estas opciones tiene una configuración, un set up diferente. Pero es el cliente el que puede diseñar su propio coche. Hay dieciséis combinaciones diferentes interiores, Pantone para el exterior, perfilería, parrilla, fibra de carbono, todo a medida y muy personalizado.
TL: Tuvisteis una marca muy fuerte en el pasado, pero ahora es sólo un producto y la marca hay que trabajarla, ¿estás de acuerdo? ¿Con qué herramientas estáis construyendo la marca?
SM: La mejor manera de renacer y desempolvar la marca era seguir siendo nosotros mismos, los de 1904. Marca sin tecnología no es nada, y tecnología sin marca tampoco. Construir la marca, es parar y ver de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. Esto es muy importante, y ver qué puntos fuertes y débiles tienes. No es que la estemos construyendo, la marca ya está construida, ahora hay que volver a darle la fiabilidad que requiere una marca y eso se hace a través de la tecnología. En el sector de la automoción los proyectos tienen que ser sostenibles en el tiempo. Hemos de consolidar Carmen pero que detrás siga habiendo proyecto, no es cómo se empieza sino cómo se acaba.
TL: He oído varias veces a Stephan Winkelmann (CEO de Bugatti) hablar de la “conciencia de la imagen de marca”. ¿Cuál es vuestra conciencia de marca, qué la sustenta?
SM: Nos sustenta tecnología puntera con el equipo de ingeniería de Hispano-Suiza QV Technologies que se ha integrado completamente en el equipo con el expertise de todos esos ingenieros, mecánicos, diseñadores y parte de management. QV Technologies ingeniería de sistemas de propulsión eléctrica y de competición pionera en movilidad eléctrica y campeones del mundo en Formula E. Nuestra ingeniería ha convertido a Carmen en un súper deportivo. Hicimos el primer coche eléctrico de la historia y hemos vuelto a hacer historia con Carmen, un coche 100 % eléctrico de 1.000 cv y tracción trasera, que ya está en la carretera. El resto son prototipos. Carmen es un coche de carreras puesto en tu parking, “from race to road” en el mundo no hay nada así.
TL: Van a presentar alguna novedad del coche en el próximo salón de Ginebra 2020?
SM: Quizás, hasta aquí puedo leer…
TL: ¿Qué transmite subirte a un Carmen?
SM: Carmen revoluciona los cinco sentidos porque lo tiene todo. En los cinco sentidos tenemos la parte racional e irracional. La irracional es el Heritage del Grupo Perelada y la parte racional el coche, la tecnología. Cuando conjugas las dos cosas lo haces único. “Dream one”. No te compres uno, sueña con uno.
TL: Todo el mundo busca ser diferente. ¿Qué tiene Carmen, que le hace especial frente a la competencia? ¿Cuáles son los valores que le distinguen?
SM: Definimos Carmen en una palabra: Hiperlux: lujo, elegancia, y última tecnología unidos. En la pirámide del sector de la automoción se habla de super car y de hiper car. Hiper car (más 600CV) es más lujo y menos tecnológico y el super car (hasta 600CV) más deportivo pero con menos lujo.
TL: “Sofisticado” sería un adjetivo de Carmen?
SM: Diría sofisticado y fiable. Última tecnología y máxima fiabilidad. La plataforma es Hispano-Suiza, motores nuevos diseñados por nosotros, un coche hecho totalmente a mano por nuestro equipo de ingeniería, no hemos ensamblado nada. Lo mismo que Damià Mateu con Marc Birkigt hicieron en 1904: el mejor coche y el mejor motor, la mejor plataforma. Es un producto muy completo y conseguir esto no es fácil, y los clientes así lo están percibiendo. Este proyecto tienen muchas dosis de humildad y compromiso, vamos paso a paso con cariño, dedicación, no se trata sólo de una cuestión económica.
TL: “Reyes, aristócratas, banqueros y grandes empresarios no escatimaban en gastos para tener un Hispano-Suiza entre sus coches”. Cómo se hace esto hoy en día con tanta competencia?
SM: Sólo se puede hacer cuando tienes marca, sin una marca potente es muy difícil competir en este mercado. Y también es importante ser rápidos y nosotros lo hemos hecho en tiempo record, un año y medio desde el primer boceto a poner el coche en funcionamiento en las calles. Muchas escuelas de negocios ya nos han llamado para estudiar nuestro caso.
TL: Estáis actuando como una start-up, como los jóvenes Piëch Automotion AG.?
SM: Somos la start-up más antigua del mundo. Este proyecto es sostenible y real si lo tratamos como start-up, con una inversión determinada y con unos objetivos. Detrás está el proyecto empresarial que controla desde lo técnico hasta lo financiero. Y sí, hay jóvenes empresas que arrancan de cero, pero esas marcas ¿qué quieren ser de mayores, van a hacer más coches, o sólo uno…? Muchas marcas hacen un prototipo y basta…
TL: ¿A quién consideran como sus principales competidores?
SM: 100 % eléctrico y de estas características no hay ninguno. Pero con este perfil de coche hay marcas como Rolls Royce, Pagani, Koenigsegg, LaFerrari, Rimac, Bugatti, Aston Martin, Pininfarina, pero son otro concepto. Van a más producción y algunos son modelos conceptuales o de combustión. Hispano-Suiza quiere ser más exclusiva con ediciones especiales. Carmen es el primer coche 100 % eléctrico en las calles y tenemos a todas las marcas observando qué estamos haciendo…
TL: De las otras marcas de superdeportivos, ¿qué es lo que más le gusta?
SM: Koenigsegg me gusta, podríamos decir que somos complementarios pero ellos tienen menos historia y menos tecnología, aunque han conseguido tener el motor más rápido del mundo en combustión. Nosotros hemos sido capaces de hacer el motor más rápido del mundo en eléctrico.
TL: El lema de Bugatti es: “Si es comparable, ya no es Bugatti”. El ADN de Porsche: seguir siendo la marca más deportiva del mundo. El punto crucial de Lamborghini la “exclusividad”. ¿Cuál es su lema, su Brand strategy?
SM: Hispano-Suiza tiene los cimientos de marca muy sólidos. Churchil, Chanel, Picasso, decían “eso es un Hispano.Suiza”. Nosotros hemos cumplido el sueño de Carmen Mateu: volver a ver un Hispano-Suiza por las calles, ese es nuestro lema.
TL: El otro día leía: “Los principales competidores en el mercado a los que se enfrenta Ferrari son Lamborghini, Porsche y Aston Martin. Ferrari podría enfrentarse una dura competencia en los próximos años”. Si Ferrari piensa esto ¿qué estáis pensando vosotros?
SM: Somos muy conscientes del reto que tenemos por delante. El background de estos ingenieros que me comentas es potente en combustión pero yo he estado muy vinculado a la electromovilidad y máxima sostenibilidad en el sector industrial sé de lo que hablo. Y el futuro es el motor eléctrico, no sólo por temas de contaminación ambiental, residuos etc. Ahora la tecnología eléctrica es posible, aunque estamos abiertos, no descartamos otras tecnologías.
TL: Hace cien años ya se preveían los coches eléctricos, fuisteis muy precursores pero por qué no se fabricaron coches 100 % eléctricos hasta un siglo después?
SM: Marc Birkigt en 1899 ya hizo un coche eléctrico pero en aquel momento no se estaba preparado para esa tecnología y la industria fue hacia la combustión. No se ha hecho por una cuestión de historia industrial. Pero siempre se ha estado pensando en alternativas a la combustión aunque los números llevaron el sector a eso. Eléctrico no porque esté de moda, sino porque es más sostenible e Hispano-Suiza siempre ha buscado la máxima eficiencia, por eso hemos tardado 100 años, porque ahora la tecnología es posible y antes no.
TL: ¿Vamos hacia más potencia menos peso?
SM: Más potencia menos peso sí, pero también más eficiencia. En la Formula E no gana quien más rápido va sino quien es más eficiente. Mayor autonomía menos desgaste, a menos peso menos sufre el coche. La pérdida de energía que hay en un motor de combustión hasta que se mueve la rueda está entre un 40-70 %. En la Formula E desde que aceleramos hasta que se transmite a la tracción de la rueda, solo perdemos un 2 %.
TL: Winkelmann (Bugatti) dice que de momento el coche eléctrico no es una de sus prioridades: “La electrificación es un camino a seguir, pero no estamos hablando hoy, sino de 5,6 ó 7 años a partir de ahora. Esto significa que en términos de infraestructura, tecnología de batería, como velocidad de carga y alcance, todas estas cosas mejorarían”. ¿Qué opinas?
SM: El eléctrico es la corriente que están llevando todas las marcas aunque lo nieguen cara a la galería. Todas tienen un departamento I+D para coches eléctricos. Otra cosa es que en este sector no todo el mundo tiene capacidad de hacer un coche 100% eléctrico. En cinco años esto va a evolucionar de una manera brutal y todas las marcas van a tener en el mercado coches eléctricos, de eso estoy completamente seguro. Pero eso no se hace en dos días o te preparas ahora o este mercado va muy rápido. Además Carmen vas a poder actualizarlo a las nuevas tecnologías, no te vas a quedar con un coche obsoleto. Esa es la grandeza del coche eléctrico. La electromovilidad como tal ya está presente en la sociedad, en las motos, en las ciudades y tenemos que estar preparados. Cuando la gente iba a caballo y veía un motor de hierro decía: con esto no llegará lejos dónde va a poner gasolina y mira donde hemos llegado. Cargar hoy en día un coche eléctrico es muy fácil. Como te decía vengo de la electromovilidad y te puedo asegurar que estamos preparados, aunque haya cuestionamientos legales, políticos o ambientales que lo discutan por motivos obvios. Incluso los países Árabes se están dando cuenta que el gas y el petróleo se puede llegar a utilizar para producir mejor energía eléctrica.
TL: Sergio Marchionne DEP (Ferrari) hablaba del manejo mediocre del Modelo S de Tesla. Él dijo: “es impresionante en línea recta, pero que los coches eléctricos no son excelentes para la conducción deportiva”. ¿Qué opinas de este argumento?
SM: ¿Un Formula E es deportivo? Pues Carmen es un Formula E. “From race to road”. Las sensaciones de este coche 100% eléctrico en paso por curva, en velocidad, en arrancada, en frenada son brutales, es un coche súper deportivo. Este coche es todo lo que la gente dice que no puede tener un coche eléctrico, esto es Carmen.
TL: Marchionne también dijo: “Los coches eléctricos pueden no estar salvando el planeta en absoluto. El impacto ambiental total de los coches eléctricos debe analizarse más a fondo antes de que podamos determinar que son más inocuos que los motores de combustión interna”.
SM: Son gente muy respetable en el mundo de la automoción pero permíteme que te diga que no han probado un Hispano-Suiza. Creemos que el eléctrico es la corriente que están llevando todas las marcas, con sus departamentos I+D. Esto que hemos creado ya es una realidad. Como toda industria va evolucionando pero eso no significa que no sea viable que la electromovilidad sea sostenible.
TL: Domenicali de Lamborghini dice “creo que el momento adecuado para que consideremos la electrificación es cuando, y solo cuando, podamos tener las mismas características de coches súper deportivos que tenemos hoy. Peso y centro de gravedad, por ejemplo. Y no veo eso posible en los próximos 10 años”.
SM: Les invitaría a que prueben un Carmen. La única forma de que cambien de opinión es probándolo. Estamos todos en el mismo sector para sumar.
TL: Piëch Mark Zero Electric GT, un coche de (200.000 €) ¿No serán este tipo de coches (con un 0 menos en su coste) una competencia muy grande en el futuro?
SM: Somos capaces de hacer coches a ese precio si lo industrializamos pero Carmen no es eso. Coches de esa categoría y ese precio hay muchos en el mercado pero esto es mucho más que última tecnología. Hacer 400 km con 1000 CV de potencia, ahí dentro hay unos 8 formulas E, que tiene 290 CV limitados. El precio viene dado no sólo por la tecnología sino porque imprimimos lujo. Carmen es un coche hecho a mano desde la primera hasta la última pieza, esa es la gran diferencia del hiperlux. Los proyectos y sobretodo en el sector de la automoción, tienen que ser sostenibles en el tiempo. Significa consolidar Hispano-Suiza pero que detrás siga habiendo proyecto. Esta marca que me comentas cuántas unidades van a hacer o es un prototipo? La ventaja que tenemos nosotros es que nuestro coche ya rueda, los otros nos los he visto en las carreteras. El lanzamiento de Carmen es el foco que no queremos perder.
TL: No conozco el sonido de Carmen pero todas las grandes marcas están preocupadas por pasar a la electrificación sin perder el ADN deportivo de la marca. Porque cuando enciendes un Chiron o un Ferrari, con ese rugido tienes la sensación de estar conectado al coche de inmediato. ¿En el desarrollo de Carmen os ha preocupado el tema del sonido?
SM: Un coche eléctrico no lo enciendes siempre está encendido, y sí tiene sonido, pero es otro sonido. Cuando te subes en un coche de estos hace un ruido especial, es un silbido que da el giro del motor y la aerodinámica, que es parte del ruido. Cada coche en ese sentido suena diferente.
TL: Un reconocido piloto de la fórmula 1 al probar Carmen dijo: “La sensación de tener el cuerpo tocando en el asfalto tocando el cielo” es una sensación nueva…
SM: Es como volar… Es como ir a caballo y escuchar un motor de combustión, son sensaciones distintas. La aeromovilidad está cambiando, el concepto cambia y es la sensación es nueva, nos estamos reeducando en esto.
TL: Stephano Domenicali (Lamborghini) dice: “creo que un superdeportivo hasta ahora era así porque tenía un rendimiento, estaba dando emociones y era reconocible con un sonido muy específico que te da vibración en términos de emociones. El verdadero desafío y en lo que necesitamos trabajar es, cuál será el próximo sonido que puede generar un automóvil superdeportivo en una competencia electrificada. Si encontramos eso, tendremos mucho éxito. ¿Qué opinas?
SM: Decirle al Sr. Domenicali que se suba al Carmen y ya tienen el sonido. Eso lo estudia el marketing auditivo y sensorial. Podríamos grabar el sonido que quisiéramos y ya lo tendríamos pero no es nuestra finalidad. Lo que nos diferencia en el sector de la automoción es nuestro software, nuestra centralita, ahí es donde se demuestra si funciona un coche, que es lo que otras muchas marcas están investigando…
TL: Danos cuatro pinceladas de Carmen técnicamente.
SM: Es un automóvil de 1.005 caballos de fuerza y una autonomía de 400 kilómetros. Tiene dos motores eléctricos, uno por cada rueda trasera. Un chasis monocasco de fibra de carbono inspirado en la fórmula 1 y fórmula E. Una velocidad máxima limitada a 155 mph (250 kph). Peso 1.690 kilos, acelera a 62 mph alcanzando los 100 km/h en menos de 3 segundos. Y lleva un cooling especial para que no se caliente el motor con un perfil muy aerodinámico. Es un coche de alta seguridad con tecnología FIA, es la experiencia de la alta competición. Cómo hacer para que encajen todas las piezas tornillo a tornillo en un año y pico ha sido un reto…
El asfalto resuena y vibra… las curvas se tensionan, el cielo se tiñe de fuego. Y segundos después su silueta futurista se desvanece al fondo.
Algún día, al volante de un Hispano-Suiza, nos detendremos al borde del abismo, respiraremos profundo (soñando o creyendo soñar) y nos atreveremos a formular esa, la última gran pregunta. Y es que Carmen es, además de un coche, un lugar privilegiado desde donde observar el mundo a toda velocidad. El futuro no importa, porque el futuro es hoy, es ahora. El tiempo se ha detenido y murmura.
Carmen reconquista bulevares y carreteras viajando hacia un horizonte muy claro, ser ella misma, esa máquina que enamora. Autopistas audaces ven ya volar la cigüeña, emblema de la marca, porque el fascinante sueño de “ver un Hispano-Suiza por las calles” ya es realidad.
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