BMW está de celebración con uno de los modelos más icónicos, el Z8 que cumple 20 años y que marcó profundamente a los amantes de los descapotables. El BMW Z8 contaba con una carrocería de 4,4 metros de longitud que fue diseñada por Henrik Fisker y que continuaba con la tradición del legendario BMW 507 de 1956 creado por Albrecht von Goertz (1914-2006). “Si tuviera que diseñar el 507 hoy en día, sería como el Z8”, comentó en 2003. Fiel a la fórmula de éxito de los roadster de BMW, el Z8 lucía un capó muy largo, una posición de conducción muy cerca del eje posterior y una línea de cintura baja.
Bajo el nombre de BMW Z07, el mundo pudo conocer por primera vez al BMW Z8 en forma de concept dentro del marco del Salón de Tokio de 1997. Aunque se tuvo que esperar el Salón de Frankfurt del año 1999 para conocer su versión de modelo de producción. Posteriormente, en la primavera del año 2000, llegaría al mercado europeo. Se comercializó durante tres años y se construyeron 5.703 unidades, que fueron fabricadas a mano por expertos operarios en la planta de Múnich, en Alemania.
Entre sus principales características, destacaba un chasis con numerosas partes realizadas en aluminio, el cuidadoso reparto de pesos del 50:50 entre el eje delantero y trasero y el uso del propulsor BMW M S62 que provenía del BMW M5 E39 puesto a punto por BMW Motorsport. Se trataba de un bloque V8 atmosférico de 4,9 litros con 400 CV asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, siendo en aquel momento el motor de serie más potente que había fabricado BMW y, por supuesto, el Z8 no se merecía menos.
Toda esta potencia se enviaba al eje posterior y estaba gobernada por el Dynamic Stability Control (DSC) así como por un autoblocante trasero. El BMW Z8 era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,7 segundos y su velocidad máxima estaba autolimitada a 250 km/h.
El BMW Z8 era un modelo verdaderamente exclusivo y único, y en BMW deseaban que su adquisición fuese una experiencia a la altura del coche. Por eso, la marca ofrecía a los compradores de este roadster la posibilidad de ir a la misma fábrica de Múnich y presenciar las últimas fases del ensamblaje de su coche. Además, cuando se hacía entrega de las llaves, éstas iban acompañadas de un libro realizado a mano que incluía fotografías del proceso de producción de esa unidad en concreto, así como muestras reales de la pintura y tapicería de ese Z8.
El nivel de exclusividad del BMW Z8 era tal, que pasó a ser uno de los coches del superagente secreto más famoso de todos los tiempos, James Bond, quien lo estrenó para la película El mundo nunca es suficiente. Además, su alta deportividad y tecnología de vanguardia le valió al Z8 para ser safety car en el Campeonato Mundial de MotoGP en la temporada 2002.
Hoy en día, la esencia de los roadster de BMW sigue presente con el actual Z4, modelo que biplaza que ofrece las mismas proporciones en su diseño que estrenó el BMW 315/1 en 1934 y que continuaron clásicos como el 328 Roadster (1937), BMW 507 o el BMW Z1 de la década de los ochenta.
Lifestyle Motor *Fotografías BMW.
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