El mejor coche de aventuras

Tras diez años viviendo las aventuras del Camel Trophy me di cuenta de que Land Rover es un 4x4 especial, manejable, potente y fiable al 100%.

Carlos Pécker. 10/12/2014

Diez años estuve viviendo las aventuras del Camel Trophy junto a Miguel de la Quadra-Salcedo, mi gran maestro. Iba con ‘La Abuela’, mi cámara, un pesado trípode Sachtler 18 y el material técnico para grabar las mejores imágenes de una carrera única, diferente y espectacular. Fue una etapa maravillosa de mi vida.

Fue entonces cuando me di cuenta de que Land Rover es un 4×4 especial, manejable, potente y fiable al 100%. Aunque dentro de la gama de esta exitosa marca fueran cambiando de modelo según fue pasando el tiempo, yo siempre pedía el mismo: el Land Rover Defender. Para el campo no hay otro igual. Es rudo, sobrio y resistente, como yo, y cuando había un barrizal, un paso de río o una prueba exigente, muchas veces tenía que ayudar a sacar a los participantes con el winch de mi carro verde caza.

Cada día, al terminar las pruebas y carreras, la resistencia del Defender marcaba la diferencia. Había 4×4 de otras marcas, quizás más cómodos y estéticamente más trabajados, sobre todo en los detalles, pero ninguno era tan bueno como mi Land Rover. Con él nos desplazábamos Miguel y yo sintiendo la seguridad de que no nos íbamos a quedar tirados en ningún camino, por difícil que fuese.

Con el tiempo me he comprado por fin un Land Rover. Por unos 25.000 euros puedes adquirir el Defender corto, que es una maravilla. Me parece un precio muy razonable para un coche que con un mantenimiento básico te puede durar toda la vida. Además en carretera es suficiente con sus prestaciones. Antes con la posibilidad de correr a 140 km/h podía quedarse algo corto, pero para ir a 120 es una elección polivalente perfecta.

Cada vez que embrago y arranco ese potentísimo motor recuerdo mis filmaciones del Camel Trophy, las comidas de Pepito, las risas con Murube, las fotos de Colina, las charlas con Álvaro Bultó, que nos dejó hace poco tiempo, y la compañía de mi maestro Miguel.

He leído que, posiblemente, este coche lo van a dejar de fabricar en 2015, pero quizás es una información que todavía puede elevar más a este coche como único. Se lleva fabricando desde 1948 y creo que no hay ninguno igual para el campo. Me siento bien. Soy feliz. Más viajes de Carlos Pécker en The Luxonomist.