Rolls-Royce puede presumir de la fabricación de algunos de los coches más lujosos del planeta. Pero también de tener uno de los emblemas más hermosos. La figura que embellece cada uno de los coches que fabrica la marca en la parte superior del radiador tiene hasta su propio nombre. Algunos la conocen como La señorita de plata, otros dicen que es la Señorita Voladora. Pero en el mundo del motor y en la propia firma se la conoce como El espíritu del Éxtasis.
La historia de su creación se remonta a 1904, cuando Henry Royce y Charles Stewart Rolls deciden poner en marcha el proyecto. Aunque no sería hasta dos años después cuando se crea la empresa como tal. El grupo no incluyó este emblema en sus primeros vehículos, que salían de la fábrica tan sólo con el nombre de la empresa.
A finales de la década comenzó una moda entre los acaudalados propietarios de los coches. No era otra que situar sobre el radiador figuras de metal. El asunto de las estatuillas personales se fue desmadrando y muchos fabricantes comenzaron a valorar la posibilidad de crear sus propios emblemas. Entre otras cosas porque empezaban a ver diseños que poco o nada tenían que ver con sus artesanales vehículos. Hacia 1910, uno de los directivos del grupo, Claude Johnson, encargó el diseño de una figura a Charles Robinson Sykes.
Este joven artista recibió el encargo de crear una figura que transmitiera el espíritu Rolls-Royce: velocidad en silencio, ausencia de vibraciones, energía, belleza y armonía. Johnson le dijo al artista que su referente debía ser la diosa Nike y su elegante imagen admirada en el Museo del Louvre. Charles Sykes pensó en otra cosa porque además ya había realizado un encargo similar para el acaudalado John Walter Edward Scott-Montagu.
Lord Montagu le pidió que realizara una figura personalizada para su Rolls y Charles Sykes pensó en Eleanor Thornton como modelo. Esta mujer era el amor secreto de Lord Montagu. El resultado fue El susurro (The Whisper) y representaba a una mujer con su ropa revoloteando por el viento, presionando un dedo contra sus labios para simbolizar los secretos de su amor. Sykes modificó la pieza para Rolls y el resultado es el que todos conocemos.
La estatuilla fue presentada a la compañía en febrero de 1911 y se comenzó a instalar en los coches de forma opcional. Henry Royce se encontraba enfermo durante el encargo, no creía que este tipo de figuras mejorara el aspecto de los vehículo. Entre otras cosas porque su ubicación empeoraba la vista del conductor. Lord Montagu y Eleanor Thornton siguieron mientras tanto con su amor secreto, hasta la trágica muerte de ella cuando el barco en el que viajaban a la India fue torpedeado en 1915.
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