Los faros redondos, las luces traseras verticales, la tapa abombada del maletero o el gigante velocímetro redondo en el centro del salpicadero. Estos son solo algunos de los elementos del diseño que han vuelto al MINI, uno de los coches más icónicos de la historia. Ser diseñador en la marca inglesa debe ser desde luego un trabajo complicado, pues mantener la estética mientras se innova y reinventa la industria del motor y la tecnología no es tarea fácil.
El nuevo MINI Countryman es una grata demostración de cómo es posible mantener el legado mientras se evoluciona hacia la funcionalidad y esteticismo modernos. Siempre reinventando los orígenes e innovando en los aspectos claves que hacen a éste un coche muy moderno y minimalista. He probado el coche más aventurero de MINI y me ha encantado.
Este Countryman es el MINI menos MINI del portfolio. Es el más alto, ancho y largo, y por tanto el más espacioso. Sin embargo, aunque su aire de coche alto tipo SUV le da un toque más atrevido, es un coche cómodo para la rutina diaria, viajes, escapadas y, por supuesto, planes en la naturaleza.
La sensación de quienes han subido estos días es que hay espacio de sobra para 4 personas, pudiendo meter una quinta sin demasiado problema. Además, el maletero da juego para maletas, mochilas y más.
El diseño moderno y minimalista de esta última generación de MINI Countryman es una auténtica oda a los orígenes de la marca, pero cumpliendo con los imprescindibles de la industria actual. Destaca la figura del capó plano, casi escultural, con la parrilla relativamente ovalada. Los faros redondos se han reinventado en una forma angulosa, pero desde luego más estética y llamativa.
Los traseros, sin embargo, respetan la disposición vertical y la sutil bandera Union Jack del Reino Unido. El maletero abombado con las letras minimalistas en color dorado combina espectacular con el color blanco perlado que pude conducir.
Dentro, la reducción a lo esencial es aún más evidente: su habitáculo es sencillo y muy digital. Luce moderno y espacioso. La mayoría de las superficies, incluido el salpicadero, las puertas y un pequeño radio del volante, son de un tejido agradable fabricado a partir de materiales reciclados.
El ingenio en el diseño de interiores deja un espacio casi diáfano repleto de huecos y pequeños cajones para guardar el móvil, cartera o llaves de casa. Cómodo y práctico.
Los interruptores MINI se mantienen y no decepcionan. Ahora dan vida al pequeño botón de cambio de marchas y un curioso interruptor de arranque en forma de llave giratoria. No tiene estridentes luces, solo unos pequeños proyectores de color que iluminan el ambiente a nuestro gusto. Y sin duda la impresionante pantalla redonda atrapa las miradas… y merece su propio apartado.
El velocímetro de MINI, en formato redondo e incrustado en el centro del salpicadero, es un imprescindible en cualquier interior de la firma. La digitalización de la industria del motor se lo ha puesto complicado a esta idea, hasta que el sueño se ha hecho realidad.
El nuevo Countryman integra una impresionante pantalla redonda, respetando el rasgo definitorio del interiorismo de los MINI mientras reta a los límites de la tecnología. Es espectacularmente bonita, nítida, colorida, intuitiva, rápida y fiable. Todo son halagos, de lo mejor que he probado hasta la fecha.
El sistema operativo que vive bajo ella es una versión especial de Android diseñada por MINI para este coche. Esto significa que es muy fluida y sobre todo sencilla de utilizar. A pesar de que la mayoría de los controles están en la pantalla, como los de climatización, es fácil acceder a ellos mientras se conduce.
No tiene ningún instrumento sobre el volante, tan solo un pequeño head-up display que permite ver la velocidad e indicaciones del GPS sin apartar la mirada de la carretera. Y sí, también tiene una conducción semiautónoma que ajusta la velocidad y sigue las líneas de la autopista.
Además, la conectividad adicional que aporta este sistema tan moderno es otro punto a favor. Los mapas están conectados y actualizan el tráfico y trayectos en tiempo real. Se conecta con CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica y una app permite localizar el coche en remoto y activar algunas funciones.
El asistente personal responde a la voz de “Hey, ¡MINI!” con un avatar digital capaz de controlar las funciones del coche. Es muy natural y capaz de contextualizar, como Alexa, por lo que atrás han quedado aquellos inservibles y desesperantes asistentes de voz.
Los MINI son coches muy dinámicos, cómodos y divertidos de conducir. La filosofía go-kart, que habla de vehículos pequeños y ligeros pensados para competir en circuitos compactos, es un buen punto de partida para entender las sensaciones de este coche.
El MINI Countryman es evidentemente más grande, pero no renuncia a ese tacto exacto y ajustado con precisión a la hora de conducirlo. Es sin duda un coche ágil, y eso que probamos la motorización más pequeña de la gama. Se pueden elegir entre modelos gasolina, diésel, híbridos enchufables y eléctricos. Para los que somos ligeramente torpes aparcando, las cámaras 360º que lo rodean son una ayuda muy apreciable.
Los ya habituales modos de conducción tienen una nueva vida en este coche, los han llamado “MINI Experience Modes” porque van más allá de la respuesta dinámica. Al activar el modo Go-Kart se convierte en un vehículo más deportivo que vuelve más agresiva la aceleración, el tacto de la dirección y el cambio de marchas automático.
Sobre todo frente a otros como el Green que son del todo sutiles y ahorradores de combustible. Pero la gracia está en cómo la estética interior se modifica con nuevos gráficos en la pantalla, patrones y colores luminosos especiales además de sonidos que acompañan a cada experiencia.
Esta tercera generación del Countryman, el coche aventurero de MINI, será la última con motores de combustión. Al tiempo que los objetivos climáticos y la transición a la electromovilidad avanzan, la marca se ha propuesto ofrecer un catálogo 100% eléctrico en el año 2030. Fruto de este objetivo llega el nuevo MINI Aceman recientemente presentado cuyo formato compacto atraerá las miradas de los compradores.
Mientras tanto, la insignia MINI actual luce mejor que nunca. Este Countryman que he probado es un coche cómodo y amplio, con un diseño modero y minimalista hecho posible a través de la tecnología tras la espectacular pantalla redonda única en el sector. Tengo que reconocer que me gusta: es un juguete para el niño mayor que llevo dentro.
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