Hyundai está en todos los frentes y tiene todas las tecnologías, pero la más atractiva, sin duda, es la capacidad de hacer coches de carreras, para competir y también para usar por la calle. Ahí entra en juego su gama N. De todos ellos el pequeño y más genuino es el Hyundai i20 N.
Tecnología, inteligencia y experiencia, en este caso puesta al servicio del conductor, para disfrutar al volante de uno de los coches más dinámicos y con más chispa de su categoría. Apenas se hacen ya genuinos GTi, y este lo es tanto que se puede decir que es la nueva referencia del segmento. El Hyundai i20 N es el pequeño de la familia N.
Lo de diversión al volante está más que garantizado cuando recurrimos a un coche bien adornado, sugerente y mejor dotado. Un coche que se inspira en el que la marca coreana emplea en el Mundial de Rallyes, en el i20 Coupé WRC. Con él Hyundai se impuso en la máxima categoría mundial de los rallyes en 2019 y 2020.
Buena parte de esa garantía de diversión reside en el motor. Se trata de un poderoso bloque de cuatro cilindros en línea de 1.6 litros, apoyado con la tecnología GDi de inyección directa de alta presión y turbocompresor, capaz de desarrollar una potencia de 204 CV y un par máximo de 275 Nm. Todo ello para un coche que solo pesa 1.190 kilos, curiosamente el mismo peso que el i20 Coupe WRC.
El peso es determinante y la clave de todo lo demás, muy especialmente de la diversión al volante. El motor turbo es un delicia por su funcionamiento, por suavidad y su contundencia. Tiene mucha fuerza en la zona baja porque el par se aprecia con claridad a poco más de las 1.500 vueltas, mientras que el par máximo lo entrega de forma estable entre las 1.750 y las 4.500 rpm. Es muy capaz de estirarse hasta las 6.000 rpm para dar la potencia máxima. Asociado a una transmisión manual de seis velocidades de escalonamientos bien escogidos y gran precisión en la palanca, es fácil alcanzar los 230 km/h de velocidad máxima que ofrece, tanto como pasar de 0 a 100 km/h en solo 6,2 segundos con relativa facilidad.
El conjunto de la transmisión 6MT tiene mucho que aportar a este coche, y es que el i20 N ofrece al conductor sistemas como el Launch Control y el Rev Matching para poder hacer salidas de tramo bajo y evitar el deslizamiento de las ruedas. También ofrece el máximo rendimiento durante un determinado espacio de tiempo, algo así como un sobre régimen controlado que no se puede estar usando de forma permanente. Todo motricidad.
Además también cuenta con el diferencial N Corner Carving. Esto son palabras mayores. Tira del volante al interior de la curva y no consiente pérdidas de control excesivas. Estamos hablando de un diferencial mecánico de deslizamiento limitado con control mecánico que se encarga de que no se escape la potencia de una u otra rueda, incluso si éstas pierden su contacto sobre el asfalto. Esto le da el definitivo toque Racing y la más absoluta eficacia en todo tipo de terrenos. Al igual que le resto de la gama N, el i20 N lleva el sistema de control electrónico N Grin Control que ofrece cinco modos de uso diferentes: Eco, Normal, Sport, N y N Custom. Estos programas se ajustan a diferentes parámetros para ofrecer una experiencia muy deportiva y más ajustada a lo que busca el conductor en cada momento.
El mejor, sin duda, es el N Custom en el que casi puedes sentirte como un ingeniero modificando a tu gusto más cosas de las que imaginas. Hay cosas para las que hay que tener mucha imaginación, como el control variable del silenciador o la calibración de la frenada con el pie izquierdo sin ir más lejos.
La imagen es contundente, incluso arrolladora, y sabe a Rallyes. Esto corrobora la existente transferencia de tecnología entre Hyundai Motorsport y Hyundai N. Frente al modelo básico, un i20 convencional, este presenta una distancia al suelo 10 mm menor, un agresivo frontal con una gran entrada de aire para el motor turbo y muchos aditamentos aerodinámicos, que lo transforman y embrutecen de forma razonable y atractiva.
Eso a simple vista, pero lo cierto es que el chasis, la suspensión, los frenos y hasta la dirección de este, poco o nada tienen que ver con el original o básico.
El chasis del i20 N han sido reforzado en doce puntos estratégicos diferentes, haciendo mucho más rígido el coche. La suspensión, con nuevos amortiguadores y muelles, cuenta con una geometría exclusiva, apoyada en nuevas copelas con barras anticercamiento y estabilizadora, junto a una mayor inclinación que sirve para mejorar de forma sobresaliente la capacidad de tracción, nuevos resortes y amortiguadores para proporcionar la máxima diversión al volante.
Para Hyundai la competición es un campo de pruebas para su tecnología y los N se están beneficiando de esto. El i20 N deriva de alguna forma del i20 Coupe WRC, y no solo por el logotipo. Además del coche civilizado al que hacemos referencia, en Hyundai Motorsport Customer Racing fabrican coches como el i20 N Rally2, que no es otra cosa que un i20 de rallyes para los pilotos privados, y el i20 N Rally2 parte del chasis del i20 N. Eficacia, capacidad de tracción y ligereza definen a los nuevos i20 N con corazón de carreras.
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