Los triciscooters son vehículos difíciles de entender para aquellos apasionados del mundo de las dos ruedas, aunque hemos de decir que esta percepción cambia cuando te pones a los mandos de uno como ha sido nuestro caso, y sabes apreciar las ventajas que suponen frente a un scooter convencional. Por una parte, dispones de tres ruedas, lo que, por ejemplo, en caso de lluvia, o de encontrar pavimentos en mal estado, como podría ser el claro ejemplo de una ciudad como París, es una garantía y un plus de seguridad.
La ventaja más evidente, es la de poder bloquear la dirección del tren delantero cuando estás parado, lo que te permite no tener que poner los pies en el suelo cuando te paras en un semáforo, por ejemplo, o cuando lo dejas aparcado en la calle, ya que facilita en gran medida esa maniobra. Aunque sin duda, la mayor ventaja, es que para poder conducirlo no es preciso tener el carné de moto, sino que con el de coche ya es suficiente aun su cilindrada y potencia de 40CV.
El diseño del Metrópolis 400 RS, parece que ha heredado el frontal de sus vehículos, así como las ópticas traseras. Incorpora unas vistosas y llamativas luces diurnas denominadas Daytime Running Lights, que dejan encendidos mediante leds, la parte superior del faro, así como una tira en el centro del tren delantero en forma vertical, así como las luces de posición trasera, lo que permite que este triciclo de día sea muy visible para el resto de los conductores.
La combinación de colores de esta unidad de pruebas (acabado RS) que ofrecía entre el gris mate, el negro brillante para algunos detalles, así como los marcos en rojo o el pespunte del tapizado del asiento en este mismo color, enfatizan más si cabe su estética deportiva.
Gracias a la pantalla delantera que es retráctil, la protección aerodinámica que el Metropolis ofrece es excelente, eso sí, en la posición más alta de la misma, cuya utilización será para conducir por autopista o carretera, dejando la posición más baja para darle todavía un toque más racing al conjunto o para su uso en ciudad.
El cuadro de mandos ofrece una lectura muy clara para el conductor, a la vez que muy completa. Siempre encontraremos visible un esquema de las tres ruedas, que controla la presión de los neumáticos en un display digital, así como el modo del control de tracción que tenemos seleccionado de los dos que hay disponibles.
En la parte más alta y central del manillar, encontramos el pulsador que activa y desactiva el freno de mano, elemento útil cuando aparcas la motos, y bajo el cuadro de mandos, encontramos una guantera central, así como una en el lateral que además en su interior dispone de una toma USB para la carga de nuestro smartphone. El asiento, así como el pequeño baúl trasero, se abren pulsando uno de los dos botones que encontramos en la parte frontal y ofrecen cabida para una mochila o un casco jet bajo el asiento y de un casco integral en el cofre trasero.
Para poner en marcha al Metropolis, y gracias a su arranque sin llave (Smart-Key), basta con tener esta dentro de un bolsillo, acercarse, girar el mando que encontramos en la parte derecha del manillar a la altura de la guantera y presionar el botón Start. En ese momento, su motor de 4 tiempos empieza a ronronear y que hacen denotar que sus 37,2 CV te van a ofrecer una experiencia sin igual.
El tren delantero denominado Dual Tilting Wheels, es de lo más curioso, no solo a la vista, sino cuando conduces por primera vez este scooter. Cuesta un poco acostumbrarse a la conducción, aunque lo que más cuesta, es el factor psicológico de saber hasta donde te puedes tumbar, pues parece que la inclinación es infinita, aunque es evidente que no es así. Este sistema permite bloquear de forma automática o manual la inclinación del eje delantero, a través de un botón que encontramos en la piña del manillar derecho. En el momento en el que te pones en marcha, este sistema se desbloquea dejando libre de nuevo el balanceo del eje delantero para que puedas tumbar y girar en las curvas.
En lo que a frenada se refiere el Metrópolis hace gala de un sistema de frenado muy efectivo, que ofrece dos discos en el eje delantero (de 240 mm) y de uno en el trasero, ambos dotados de ABS, lo que permite reducir las frenadas en un 23% a 50 km/h si lo comparamos con tradicional sistema SBC (frenado combinado). En el caso del freno trasero, es posible accionarlo con la maneta derecha, además de con un pedal que encontramos en el reposapiés derecho. Destacar también que, ante una frenada de emergencia inminente o repentina, este scooter activa las luces de emergencia de forma automática, tecnología heredada del mundo del automovilismo.
El motor que anima al Metropolis 400 RS, es un monocilíndrico de 398 CC de 4 tiempos con sistema de inyección electrónica y refrigeración líquida que rinde una potencia de 37,2 CV a 7.250 rpm y un par máximo de 38,1 Nm a 5.750 rpm. La transmisión secundaria se lleva a cabo por correa, mientras que se recurre a un sistema de embrague automático centrífugo en seco.
Para garantizar en todo momento la tracción, disponemos de control de tracción TCS desconectable, con dos niveles de intervención, siendo el Urban el que viene por defecto cuando lo ponemos en marcha, y un modo Sport. Otros de los elementos que contribuyen también a su dinámica de conducción son un nuevo chasis tubular de acero de alta resistencia, así como las llantas delanteras de 13” calzadas con neumáticos en medida 110/70/13 o la llanta trasera de 14” con neumático 140/70/14.
El Metropolis 400 RS combina la practicidad de su uso por la ciudad, así como el hecho de ser un scooter con el que puedes hacer kilómetros en carretera abierta disfrutando de su dinámica. Su velocidad punta es de 135 km/h, lo que te permite ir tranquilamente a velocidad de crucero, si por ejemplo tienes que desplazarte a diario a tu trabajo por carretera o autopista a velocidad de crucero de 120 km/h, ofreciendo además una cifra de consumo ajustada de 3,9 litros a los 100 km (homologada por la marca).
La posición de conducción es muy acertada y realmente cómoda, sobre todo si vas a circular por carretera o autopista, donde tanto la parte frontal como el resto del carenado, básicamente dejan enfundado tu cuerpo. El asiento del pasajero ofrece un buen tamaño a la vez que sus piernas no van excesivamente flexionadas como en otros scooters.
Una de las cosas que mas nos ha gustado del Metropolis, es que en marcha y a velocidad de crucero apenas vibra, gracias en parte a los soportes del motor, pero también al hecho de llevar dos ruedas en el tren delantero. En curvas, ofrece un comportamiento muy noble, a la vez que divertido, por la capacidad de inclinación que ofrece y la seguridad que transmite.
Sin duda, este scooter de tres ruedas nos ha dejado muy buenas sensaciones, tanto en la conducción que durante una semana hemos llevado a cabo por la ciudad, donde se mueve sin impedimento como cualquier otra moto, pero sobre todo por su comodidad y polivalencia.
Luxury News Motor
Texto: Miguel Angel Solá
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