Este año va a ser recordado por multitud de cosas y la mayoría de ellas no demasiado positivas. Pero 2020 también pasará a la historia por ser el año en el que una nueva generación de videoconsolas llegó al mercado. Se pondrán a la venta en el último tramo del año, y surgen para marcar el camino de los juegos de los próximos años. Sony y Microsoft son los principales fabricantes de consolas para conectar al televisor de nuestro salón. Nintendo es la tercera compañía en discordia, pero siempre ha sido bastante independiente y ha sido capaz de construir sus propios nichos de mercado y fieles seguidores. Donde otros buscan potencia y gráficos, Nintendo apuesta por divertimento puro y original. La batalla que libran PlayStation y Xbox no va con la empresa japonesa, ni falta que le hace.
Hace unos meses Sony presentó el aspecto físico, junto con sus nuevos mandos, de la que espera sea la nueva reina del entretenimiento, la PlayStation 5. Esta semana ha sido Microsoft la encargada de presentar a su caballo ganador, la nueva Xbox. Ambos titanes de la tecnología abogan por dobles versiones de sus respectivas consolas. Sony tendrá la PS5 y la PS5 digital edition, mientras que la XBox llegará como Xbox Series S y Xbox Series X.
Básicamente son hermanos mayores y pequeños. Los mayores tienen más potencia y discos de juegos físicos. Los pequeños pierden algo de vigor y todo su desarrollo se produce sin unidad óptica. HD o 4K, discos duros sólidos y diferentes tamaños, pero la jugabilidad es lo importante en cada caso.
Como cada vez que llega una nueva hornada de videoconsolas los juegos serán la clave. La potencia de procesadores o la capacidad gráfica de sus tarjetas serán importantes, pero no determinantes para la inmensa mayoría del público. Los juegos que tiene cada plataforma en exclusiva serán probablemente los que hagan caer de un lado o del otro la balanza del entretenimiento. Además del precio, claro.
Aún no hay datos oficiales de todos los modelos pero parece que en el caso de los hermanos pequeños de Sony y Microsoft las cifras podrían ser parejas. Eso se espera, porque tratándose de los modelos más económicos cualquier gran diferencia podría perjudicar seriamente al de mayor precio. Es el modelo de entrada para muchos usuarios, usuarios que no quieren gastarse más dinero para conseguir el modelo más potente.
La Xbox series X parte de un precio de 499 dólares, su oponente, la Playstation 5, se estima en unos 540 dólares, aunque es muy probable que Sony equipare su precio con el de la consola de Microsoft para no salir perdiendo en la línea de salida.
Los modelos inferiores parten en 299 dólares para la Xbox series S y, sin datos oficiales, parece que la PS5 digital edition podría tener un precio 100 dólares más. Esa es una de las dudas a resolver en los próximos meses antes de su puesta a la venta. ¿Bajará Sony el precio de su consola «pequeña»? La partida no ha comenzado y ya estamos deseando ver las armas de cada oponente. Preparen las palomitas.
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