Así se viaja en el avión de los reyes
Nuestro compañero Aurelio Manzano inicia su viaje a Tailandia en una aerolínea donde viajar con todo lujo de comodidades.
El pasado 22 de marzo cumplí uno de mis sueños,viajar a Tailandia. Desde estas páginas virtuales voy a contaros con detalle mi maravillosa estancia allí empezando por el vuelo. Y es que para un viaje tan largo, tenía claro que debía escoger una aerolínea que me ofreciera no sólo comodidad, sino buenas conexiones para que el trayecto (que dura alrededor de 12 horas) no se hiciera pesado.
Así que me decidí por la línea aérea Royal Jordanian, la compañía oficial de los reyes del país que realiza rutas en cuatro continentes y tiene su base principal en el aeropuerto internacional Reina Alia, en Amán (Jordania), donde hice la escala. Viaje en business class y tengo que decir que tanto las prestaciones y servicios de la compañía como el trato con el que fui agasajado por su personal me hicieron vivir una experiencia absolutamente inmejorable.
En la primera parte del viaje, de unas cuatro horas de duración, recorrimos el trayecto Madrid-Amán. A diferencia de la mayoría de aerolíneas europeas en vuelos de una duración similar, me encontré con una clase bussines superior, con unas butacas muy cómodas y un servicio de primera. A mi llegada a Amán estuve acompañado en todo momento por personal de la compañía con quienes recorrí el espectacular aeropuerto internacional Reina Alia.
Además de gozar de un vuelo tranquilo y cómodo, quisiera comentar mi experiencia durante la escala en Amán. Y es que nada más aterrizar en la capital jordana me llevaron a la sala VIP del aeropuerto situada en la planta superior. Desde allí pude contemplar una panorámica del espacio plagado de preciosas tiendas y una luminosidad que me fascinó.
La sala VIP, exquisita por su decoración y su comodidad, me conquistó de inmediato por sus encantos. Sus sillones diseñados para los sentidos del descanso y el bienestar más riguroso, un buffet con toda clase de exquisiteces y bebidas, y sobre todo, un espacio para poder fumar, hicieron que mi aventura tailandesa comenzase especialmente bien.
Para el trayecto más importante, de Amán a Bangkok, el 787 de la compañía jordana cuenta con unas butacas de piel en color blanco que al reclinarse se convierten en una cama donde puedes descansar, ver un sinfín de películas, degustar un menú personalizado y, lo más importante, disfrutar de un trato personalizado. El personal de a bordo me cuidó y conseguí dormir como un bebé.
*Próxima semana llegada a Bangkok.