Ceuta no es sólo ‘El Príncipe’
Si conocéis Melilla, debéis visitar Ceuta. Si no conocéis ninguna, tenéis dos destinos indispensables pendientes.
Dicen que de una boda sale otra boda, yo digo que de un viaje sale otro viaje. Mi pasión por Melilla me ha llevado a descubrir Ceuta. Los romanos denominaban esta zona como la de los siete montes, Septem Fratres, y de Septen se cree que puede venir la denominación de Ceuta. Sin embargo, los primeros asentamientos fueron hace más de 300.000 años. Fueron el mar y un enclave único los que atrajeron a fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, bizantinos y los posteriores califatos hasta llega a ser Reino Nazarí de Granada.
En agosto de 1415, el rey de Portugal Juan I y sus tres hijos, conquistan Ceuta para el Reino de Portugal hasta que Ceuta solicita incorporarse a la corona de Castilla en tiempos de Felipe IV; etapa que termina definitivamente con el Tratado de Lisboa de 1668 donde Portugal reconoce la soberanía española sobre Ceuta.
Luego vinieron los asedios del sultán de Marruecos y los intentos de conquista de la Armada Inglesa, que finalmente tomó Gibraltar. Llegaron los años de protectorado, la independencia de Marruecos y, con las Autonomías, Ceuta y Melilla quedaron al margen de Andalucía y se hicieron Ciudades Autónomas.
La mitología griega cuenta que África y Europa estaban unidas por una gran cordillera hasta que Hércules se peleó con Anteo y con un golpe de su maza abrió la brecha, el Estrecho de Gibraltar. Como restos de aquel suceso quedaron las Columnas de Hércules: Calpe y Abyla. Gibraltar y el Monte Hacho.
Ésta es muy brevemente la historia de Ceuta, imprescindible para comprender sus fortificaciones amuralladas y la importancia que la pequeña Península de Almina ha tenido en la historia como enclave estratégico político-militar.
Lo primero que sorprende al llegar a Ceuta cuando ya conoces Melilla, es su amplitud y la cantidad de monte y verde que tiene. Es muy recomendable ir a la Oficina de Turismo de la ciudad para que un guía nos conduzca por las Murallas Reales. En breve se abrirá la Puerta Califal, descubierta por casualidad en el año 2002, cerrada y completamente cubierta durante el periodo portugués. Han sido muchos años los que han transurrido hasta sacar toda la tierra, restaurarla y recuperar la belleza y arquitectura de los tiempos del califato.
Otro de los atractivos de Ceuta son Las Murallas Reales y su foso navegable construido por los portugueses. Al parecer, toda la tierra que sacaron para hacer el foso fue la que se utilizó para cerrar la Puerta Califal. Es una visión de contrastes ver los barcos navegando por el foso, entre murallas y baluartes que comenzaron a construirse en el año 711 y que luego fueron ampliadas por portugueses y españoles. Una escena que sin duda era lo que buscaba Enrique el Navegante. El conjunto monumental delimitaba la ciudad antigua y se fue ampliando con las sucesivas conquistas.
La Catedral es de estilo portugués y junto a ella, la Iglesia de Santa María de África, considerada como santuario y templo jubilar, que alberga a la patrona de la ciudad. Construyeron en 1421 esta iglesia para alojar en ella a la Virgen de África que envió a Ceuta como regalo Enrique El Navegante.
El Parque Marítimo del Mediterráneo fue diseñado por César Manrique antes de morir, al igual que el Poblado Marinero. Son tres piscinas-lagos de agua salada, en un enclave prodigioso. Las vistas de la ciudad y los reflejos del atardecer sobre las piscinas habían sido sugeridas, pero sólo me queda deciros que tendréis más suerte que nosotros pues las estaban limpiando para la nueva temporada y no pudimos disfrutar del recomendado atardecer. En su lugar dimos un agradable paseo por la playa de La Ribera.
El Poblado Pesquero es el lugar más animado para cenar y para copas, incluso baile. Lo llaman la Movida de Ceuta. El Restaurante El Refectorio merece un post a parte, pero ya podéis apuntarlo si pensáis viajar a Ceuta. En el Monte Hacho hay una fortaleza del siglo XII que durante mucho tiempo fue utilizada como prisión. Las vistas de Ceuta y del Estrecho desde el monte son una maravilla.
En contraste con las construcciones y fortificaciones medievales, la Casa de los Dragones, junto a la plaza de los Reyes. Es un edificio historicista y sus gigantes dragones son réplica de los originales que fueron retirados y destruidos durante la II República (qué manía tenemos con eliminar restos históricos…).
Otra de las vistas y visitas obligadas y continuando con leyendas, es la de La Mujer Muerta, yo prefiero llamarla Tumbada. Su silueta sólo se aprecia desde Ceuta, pero en realidad pertenece a Marruecos y forma parte del Monte Musa. Otra leyenda dice que Hércules no separó la tierra en su pelea con Anteo, sino que cuando se enteró de la infidelidad de su amada, enfurecido, agarró Calpe y el Monte Hacho y los separó para siempre, dejando a su amada convertida en piedra.
Y para vistas, las que el monte García Aldave y su mirador de Isabel II nos ofrecen de la Ciudad Autónoma. Otro mirador, el de San Antonio, desde donde podremos ver España, África y un trocito del Reino Unido….
Muchos son los monumentos, murallas, fortines, baluartes, museos, plazas, edificios, playas y estatuas de Ceuta. Sin duda, una ciudad interesante y variada, ya que en ella las culturas se mezclan y conviven con total normalidad, contribuyendo al enriquecimiento de sus habitantes y de quien la visita. Como alojamiento recomiendo el Parador por su ubicación, la mejor de Ceuta, en el centro del itsmo, junto a todos los lugares de interés y con fantásticas vistas a los dos mares.
*Foto de portada: Carla Royo Villanova en las Murallas Reales con la catedral al fondo. *Todas las fotografías: Carla Royo Villanova.