Cuatro cabañas modernas para vivir en plena naturaleza
Las cabañas nunca pasarán de moda. Sobre todo, porque no paran de enseñarnos las mil y una formas de crearlas y disfrutarlas. Para muestra, estas cuatro.cabañas.
Disfrutar de la naturaleza es, ante todo, una vuelta a nuestros más arraigados instintos. Si hablamos de edificios, la primera residencia creada por el ser humano fue ejecutada con madera (los primeros refugios fueron cuevas no creados por la mano del hombre). Quizás por ello, los profesionales de la construcción han volcado sus ideas en torno a este concepto, deleitándonos con algunas de las cabañas más idílicas del momento situadas en plena naturaleza. Por supuesto, hoy os traemos una muestra de ellas.
Anna, una cabaña holandesa con nombre propio
La cabaña “Anna” es un prototipo del holandés Caspart Schols, quien diseñó un cobertizo para su madre con un concepto parecido y después lo mejoró y dotó de un formato más comercial.
La cabaña se eleva sobre una base, dividiéndose en dos elementos a los extremos formados por cubiertas a dos aguas y fachadas de madera. En el interior, una carcasa de madera y cristal se mueve por encima de unos raíles, permitiendo dejar parte de la cabaña, según nuestras necesidades, al albur de la naturaleza … ¿A que está muy bien pensado? Desde luego, dormir mirando las estrellas es posible en esta cabaña.
Según su creador, la cabaña es de fácil instalación y se puede retirar sin dejar huella en la naturaleza, algo importante si consideramos cabañas idílicas por algo más que su diseño. Además, casi todos sus elementos son reutilizables.
También indica que la apertura de la concha interior se hace de forma manual, proporcionando beneficios físicos y psicológicos al usuario, al preparar el cuerpo y la mente para conectarse con el entorno natural a través del esfuerzo. En fin, que tampoco viene mal ejercer los músculos.
La cabaña verde de Connecticut
Viajamos ahora a Connecticut, donde el estudio Scalar Architecture ha re-ideado el concepto de residencia para una familia de escritores. En ella la huella ambiental es mínima a pesar de sus 111 metros cuadrados construidos. Pero conozcámosla más.
En primer lugar, a la cabaña solo se puede llegar a pie o con vehículos ligeros. Esta se ubica rodeada de pura naturaleza en un terreno rocoso y algo inclinado, que se puede disfrutar gracias a sus grandes aberturas exteriores.
La edificación posee un acabado en tono verde oscuro para mimetizarse con el resto del bosque. A ella se accede por una pequeña escalera debajo de un protector porche y el interior sufre modificación en altura.
Así, tiene dos zonas escalonadas: las zonas de estar y el comedor por un lado; y dos dormitorios y un altillo por el otro. La “caja” se sostiene sobre pilotes de hormigón, aislándola del suelo y de su interferencia en las características del edificio.
Un elemento más que reseñable de esta cabaña es su techo cóncavo, con las caídas hacia el interior, a un patio. Esta singular cubierta permite que, al exterior, se vea una construcción perfectamente cuadrada, y, al interior, se recoja toda el agua de lluvia canalizando su utilización y registro.
Además, el patio se convierte en un elemento distribuidor de luz e iluminación al interior…
La cabaña que es una escultura de noche
El estudio de arquitectura Fabric nos enseña también que, con algo de imaginación y tres buenos materiales, se puede ejecutar un moderno y práctico cobertizo. Así lo han hecho en Akaroa, Nueva Zelanda, dando forma a un cobertizo con mucha luz capaz de transformarse en una escultura en plena noche.
Al cobertizo lo han llamado Nightlight, precisamente por su transmisión lumínica durante la noche, y solo posee 10 metros cuadrados de superficie.
La construcción se levanta sobre unos pilotes de hormigón en una abrupta pendiente, garantizando su estabilidad y su vuelta a la normalidad si decidimos quitarla del lugar.
Los arquitectos utilizaron como estrategia en el diseño que los tablones del exterior se pudieran mezclar con los árboles circundantes, de ahí que la posición de las láminas de madera sea vertical en su mayoría (quedando la puerta en horizontal, por aquello de distinguir la entrada).
Unas planchas de policarbonato proporcionan el elemento translúcido suficiente para aprovechar la luz del día y crear efecto linterna por la noche. La construcción, paralelepípeda, termina con una cubierta de un agua, con remate de policarbonato, lo que ahonda en la mágica idea principal: que se vea de noche.
En su interior hay un baño, un espacio de trabajo, cocina al aire libre y zona de almacén… ¡¡Con qué poco podría ser vivienda!!
Una cabaña elevada para vivir la naturaleza española
Y terminamos este maravilloso periplo por algunas de las cabañas más espectaculares para disfrutar de la naturaleza en España. Aquí, el estudio de arquitectura ERA architects diseñó la suite de camping ‘pinea’, una singular cabaña para disfrutar de la altura y vivir en armonía con el entorno natural… personalmente, ¡¡me encanta la idea de esta cabaña elevada!!
La idea es no dañar al medio ambiente, pero conectar con él. Por ello, el equipo de ERA reunió las mejores características de una cabaña, de una carpa y de una tradicional casa de árbol.
La estructura es monolítica, y se sujeta sobre una base de hormigón revestida de césped y cubierta de hierba. De esta base salen los elementos de soporte metálicos, pilares, que sostienen la cabaña.
La parte superior se ejecuta con base de madera, paredes de corcho y fachada de tela, estos sencillos elementos permiten disfrutar del entorno con máxima naturalidad.
Unos paneles solares (dispuestos en la cubierta) alimentan los elementos necesarios para disfrutar del interior. Es decir, una lámpara de lectura y un cargador de teléfonos móviles. Para disfrutar de estas cabañas puedes ir a Pinea Suite.
A ver, que por ideas para disfrutar de cabañas modernas en plena naturaleza no os podréis quejar…