Descubre la magia de Cantabria en familia
Disfruta con estas propuestas de ocio y naturaleza absolutamente sorprendentes para disfrutar a cualquier edad.
Muy cerca de Santander, apenas 15 kilómetros, sorprende el Parque Natural de Peña Cabarga que alberga Cabárceno. Se trata de un parque zoológico creado en 1989 y al que no le faltan especies exóticas, lo que lo convierte en uno de los pocos recintos de Europa donde todos los animales se reproducen de forma natural. Los niños, desde 3 a 18 años, pueden desarrollar distintas actividades didácticas según su edad.
En la comarca de Liébana, en el Parque Nacional de los Picos de Europa, se pueden visitar numerosas aldeas que conservan las tradiciones y una buena excursión por la zona podría comenzar en Fuente Dé. Allí Se coge el teleférico que alcanza una cota de 1850 metros de altura y se llega a un mirador con unas vistas difíciles de olvidar. De ello, doy fe.
En el oriente de Cantabria, llama la atención el Ecoparque de Trasmiera en la localidad de Arnuero. Esta Reserva Natural alberga distintos centros de interpretación como la Casa de las Mareas para estudiar las Marismas o el Molino de Santa Olaja, un observatorio de las mareas. Se pueden realizar espectaculares rutas a pie o en bicicleta a la medida del visitante, desde los tres a los veinte kilómetros, atravesando playas, rías, acantilados, huertos, palacios y también torres medievales.
Si se sigue el curso del río Asón se alcanza una comarca que es considerada como una de las zonas de mayor interés espeleológico del planeta por sus infinitas cavidades. En la actualidad se pueden visitar diez cuevas acompañados de guías espeleólogos. Las rutas duran unas tres horas. Si vamos con niños las más adecuadas son las cuevas de El Escalón o Coventosa.
En Santillana del Mar, se encuentra el Museo de Altamira. Una referente mundial que muestra la forma de vida de nuestros antepasados a través del arte rupestre. Además, cuenta con numerosas actividades, algunas para realizar con niños, como es el caso del taller en el que se experimentan las técnicas del primer arte de la Humanidad durante 45 minutos. Existen también itinerarios guiados para las familias donde descubrir los trucos utilizados por los primeros artistas.
Con los narradores de historias podremos imaginar fácilmente historias sobre los tiempos en Altamira hace 35.000 años. Desde el pasado mes de marzo el acceso a la cueva es controlado– sólo pueden entrar cinco personas en una única visita a la semana que dura 37 minutos- con un protocolo de indumentaria e iluminación. Esta experiencia se realiza todos los viernes. Sin duda, un lujo.
Por cierto, si viajas con Renfe hasta Santander (desde Madrid en algo menos de cuatro horas con Alvia) una opción recomendable es el servicio Tren&Drive, es decir, alquiler de un coche a muy buen precio para descubrir esta zona del norte de España que encandila a quien la visita.