El lugar donde escuchar el silencio
Visitamos un paraíso a pocas horas de Madrid. El Hotel Fonte Santa, en Monfortinho, ofrece tranquilidad, relax y aguas termales para una escapada del mundanal ruido.
La vida de ciudad cada día es más estresante. Más ahora, cuando las temperaturas llegan a límites insoportables. ¿Cómo y dónde podemos escapar del cementerio de asfalto en busca de relax, paz y bienestar? La respuesta: Hotel Fonte Santa de la cadena O Hotels & Resorts a solo 300 km y tres horas de carretera de Madrid. Concretamente se ubica a escasos metros del río Erjas, frontera natural con el vecino Portugal. Un paraje maravilloso al que nos dirijimos un viernes.
Siguiendo la vía hacia Plasencia, el sol de la tarde aletargaba la carretera y hacía de nuestro viaje una agradable travesía hacia un estupendo fin de semana. Atravesar las reservas naturales de extensas áreas deshabitadas nos iba apartando de la dinámica y ruidosa ciudad. En los kilómetros finales, la vía se vuelve estrecha, zigzagueante y se torna solitaria. Estamos atravesando un enorme coto de caza. Poco a poco, una cálida sensación de alejamiento se apodera de nosotros y predispone nuestro ánimo para la tranquilidad y el relax que nos aguardan.
Entre un hermoso paisaje de suaves colinas verdes y en medio de un exuberante bosque se asientan el hotel Fonte Santa y el balneario de aguas termales de Monfortinho. Erguida sobre la boscosa colina, la señorial casona construida por nobles portugueses en el siglo XVIII, alberga las cómodas, limpias y bien equipadas habitaciones de este hotel de 4 estrellas. Con vista al jardín y frente a mi ventana, un enorme árbol cuyas ramas casi podía tocar. El verde te envuelve y te sabes en medio de la naturaleza. Pájaros y silencio, elementos imprescindibles para el descanso.
Dejamos el equipaje en la habitación y rápidamente bajamos a la gran piscina de borde infinito rodeada de un cuidado jardín. Poner los pies en el césped mojado es terapéutico. Luego supimos que el agua de la piscina, así como la de todo el hotel, proviene de las termas que hacen famosa esta simpática localidad portuguesa. Comimos algo ligero tumbados al lado de la piscina. Sin duda, había empezado muy bien el fin de semana. Tras descansar y cambiarnos, llegó la hora de la cena.
El comedor es sobrio y bien decorado y posee una agradable terraza con vista sobre las piscinas iluminadas, sin duda un ambiente muy acogedor. Ofrecen un buffet que por 20 euros incluye el vino y las bebidas y exquisitos platos que unen la gastronomía española con la portuguesa. Tras un reconfortante descanso, tomamos el desayuno en el comedor: un buffet bien provisto te permite comer la cantidad que desees, atendido amablemente por el personal que habla poco español, pero no es impedimento para comunicarse. Las buenas maneras y la dulzura con la que te trata todo el personal es la carta de presentación de este hotel.
Experiencia en las Termas de Monfortinho
A continuación, nos tenían preparada una experiencia en el balneario muy cercano al hotel. Unas instalaciones amplias, limpias y con todo tipo de aparatología e hidroterapias, que reciben a cientos de visitantes que acuden a beneficiarse de las propiedades únicas de estas aguas, comparadas con las de Vichy en Francia, recomendadas entre otras dolencias, para enfermedades de la piel.
Una potente bañera de hidromasaje inicia el acuático recorrido. Un masaje sueco con agua a alta presión, hábilmente realizado por los experimentados terapeutas, hidratación profunda y para culminar, lo mejor de la experiencia: Un masaje a cuatro manos bajo ducha de agua Vichy. ¡Sensacional e inigualable! Tan bueno que ya los masajes a dos manos no serán suficientes.
Durante la cena del sábado conversamos con Víctor Hugo, director del hotel, quien nos explicó cuál es el secreto de este pequeño rincón. “Éste es el sitio ideal para descansar y proporcionar unas vacaciones inolvidables. Un lugar donde puedes disfrutar de una lluvia de estrellas, escuchar solo pájaros, agua e incluso, un lugar donde puedes escuchar el silencio». Además, Víctor nos comentó que cerca del hotel tienen un coto para la caza durante la temporada de invierno. «Somos los principales destinos de caza en Portugal y sus alrededores». El hotel, además, organiza viajes desde Madrid para grupos de más de seis personas, que incluyen desde el transporte hasta los permisos para ir de caza.
Excursiones fuera del hotel
Pero si además de descansar quieres salir del hotel y conocer los alrededores de este maravilloso pueblo, el hotel te organiza excursiones. A escasos 20 km del hotel se encuentra la aldea de Penha García, derramada sobre la cima de la rocosa colina y donde se encuentra una piscina natural llamada Fonte do Pego, para disfrutar de un baño con las heladas aguas canalizadas por la roca y precipitándose en fresca cascada. Un regalo en una tarde calurosa.
Monsanto: El pueblo aplastado
A 10 km de Fonte do Pego se encuentra el conocido pueblo medieval de Monsanto. Famoso por sus casas aplastadas o hechas bajo enormes piedras. Es un pequeño y apacible pueblo empedrado, considerado la aldea medieval mejor conservada de Portugal.
*Para hacer reservas tanto del hotel como de los tratamientos en las termas podéis pinchar en este enlace.