Entre la Virtud y el Pecado

La primera vez que el Corpus se celebró en España fue en 1319 y, desde entonces, la fiesta sacramental más grande del mundo católico se extendió a toda la nación. El Corpus es una de las celebraciones que reúne mayor número de manifestaciones populares, pero mantiene restos de antiguos rituales como procesiones, danzas, música, saltos sobre niños, alfombras de flores, colgaduras en balcones, altares, desfiles de animales mitológicos, gigantes, máscaras… y niños y niñas de primera comunión.

Muchos de los Corpus son enfrentamientos entre la Virtud y el Pecado, con el triunfo de la primera. Con alguna excepción, los Corpus se han pasado ahora al domingo siguiente siendo los más entrañables los que tienen lugar en lugares pequeños. No hay ninguna fiesta en España que se celebre en tantos sitios y con tradiciones tan diferentes. Aquí mostramos sólo diez ejemplos:

Con Paloteos como en Fuentepelayo (Segovia)
Los famosos paloteos se danzan en la octava del Corpus, que es la semana siguiente. La danza, al igual que en casi todos los Corpus, tiene que ser de cara al Santísimo y es un recuerdo de antiguas danzas guerreras, aunque las espadas se han cambiado ahora por palos que se hacen entrechocar. Los ocho danzantes llevan puesto el traje regional segoviano, y bailan en la víspera (el miércoles noche), dentro de la iglesia. Se colo­can en dos filas siendo el momento mas emocionante cuando, en el momento de la elevación, unos caen postrados de rodillas y otros siguen tocando al ritmo de las castañuelas.

Con Hombres de Musgo como en Béjar (Salamanca)
Desfilan seis hombres cubiertos de pies a cabeza con musgo. Se recuerda así la toma de la ciudad por los cristianos en el siglo IX. Estos, disfrazados así, consiguieron acercarse a la llamada puerta «de la Traición» y se introdujeron en la villa degollan­do a los centine­las. Al menos desde el siglo XVII hay datos del desfile de los hombres de musgo en la proce­sión del Corpus. Una vez vestidos los hombres de musgo desfilan acompañando al Santísimo y a niños de Primera Comunión, durante casi cinco horas, por las calles de la ciudad.

Con Procesión de la Custodia como en Toledo
Están declaradas de Interés Turístico Internacional y en ellas destaca la procesión que se lleva a cabo durante toda la mañana del domingo (también el jueves), en la que figura la famosa custodia de oro de Enrique de Arfe, en cuyo interior se aloja la Sagrada Forma. Las calles toledanas se alfombran de hierbas aromáticas y se adornan con enormes tapices, así como colchas y mantones. En el cortejo que acompaña al Santísimo figuran, entre otros, los Caballeros Mozárabes, los del Santo Sepulcro, los del Capítulo Hispanoamericano y los Infanzones de Illescas, cada uno de ellos con sus respectivos y coloristas uniformes.

Con Saltos sobre Niños como en Castrillo de Murcia (Burgos)
El Colacho es una especie de botarga vestido de vivos colores, el cual al paso de la procesión, salta por encima de los colchones en los que se han depositado a los niños nacidos durante el último año. Así, al tiempo que huye de la presencia de la Custodia, libera a los pequeños de enfermedades, como la hernia, en la Edad Media, se atribuía al diablo. La fiesta se viene haciendo desde 1620. Para la procesión se decoran los balcones con sába­nas bordadas y mantones y a la puerta de algunas casas se colocan altares. El Colacho tomará carrerilla, apretará los labios y pisará fuerte en el suelo para llegar, en un gran salto, hasta el otro extremo del colchón. Es, o al menos era, tradición que la joven que cogiera al niño después del salto se casaría antes del próximo Corpus.

Con Alfombras como en Elche de la Sierra (Albacete)
En algunas localidades el Corpus se celebra alfombrando las calles con plantas olorosas y dibujos realizados con pétalos de flores. Y si estas faltan con lo que se tiene mas a mano: sal, tierras coloreadas o serrín. En Elche de la Sierra, se realizan con serrín, virutas teñidas con anilina y tierras blancas sobre las que luego pasa la proce­sión. Al principio fueron dibujos geométricos, luego se convirtieron en florales y ahora son principalmente escenas y personajes religiosos. Desde que comenzaron las alfombras solo dejaron de hacerse en 1962, cuando se cambio la fecha del Jueves al domingo y no paró de llover, como si el cielo se hubiese enfadado.

Con Diablucos como en Helechosa de los Montes (Badajoz)
Dos diablos -diablucos- recorren la víspera las calles de la población, marchando al son del tambor y enormes castañuelas y perseguidos por toda la chiquillería para convocar a los vecinos para el día siguiente. Medio pueblo celebra la procesión del Corpus el jueves y el otro medio el domingo. Las calles están con ramas, hierbas olorosas, colchas y sábanas, instalándose altares a lo largo del recorrido. Al lado se ponen mesas, donde los vecinos depositan ofrendas (dulces, fruta, corderos…) que luego serán subastadas. Los diablucos acompañan a la Custodia, danzando a su alrededor haciendo piruetas y desplantes, a fin de distraer la atención a los asistentes que entonan cánticos eucarísticos. La celebración del Corpus y sus diablucos en Helechosa, se remonta a 400 años.

Con Danzas y Santo como en Laguna de Negrillos (León)
De entre los personajes principales de esta procesión destaca el Sebastián, antiguo capitán de bandidos, que encabeza el cortejo cubierto con mantón de manila y arrastrando los zapatos. Detrás va Jesucris­to, acompañado por los apóstoles cada uno con su símbolo. San Juan Bautista un cordero, san Miguel la balanza, san Bartolomé espada y cadena, san Felipe con la cruz y el ramo, san Andrés con el aspa en la que fue crucificado, Santiago el Mayor de peregrino, san Juan con el cáliz, santo Tomás con la lanza, san Pedro con las llaves… Junto a ellos ocho danzantes con faldillas blancas que bailan ininterrumpidamente a ambos lados del cortejo, marchando de espaldas, para no dejar nunca de mirar a la Custodia. Son bailes de claro simbolismo guerrero y sagrado.

Con Grandes Cortejos como en Valencia 
La procesión del Corpus valenciano es de las más coloris­tas de cuantas se celebran hoy día en España. Hay actos durante todo el fin de semana pero el Gran Cortejo es el domingo. Por la mañana, el Capellá de les Roques recorre las calles de la ciudad, invitando a la población a tomar parte. Por la tarde sale el gran cortejo desde la catedral. Lo mas vistoso son las llamadas rocas (tronos alegóricos donde se representaban piezas de teatro religioso) y después gigantes que danzan al son de la dulzaina, la moma y los momos (danzando), los cavallets,… y numerosos personajes del Antiguo y Nuevo Testa mento con sus símbolos correspondientes. Llaman la atención los cirialots, que representan a los 24 ancianos del Apocalip­sis, con cirios de gran tamaño y, cerrando el cortejo, la Custodia con el Santísimo.

Con Procesión de Apóstoles como en Guadalajara 
Fue esta fiesta la más importante y participativa de la ciudad durante muchos años. Se ha celebrado al menos desde mediados del siglo XVI con una cofradía encargada de los actos -Cofradía de los Apóstoles– creada en el 1452 y que todavía funciona. Más tarde cuando el Corpus -al igual que en otras ciudades- se pasó al domingo por mandato eclesiástico, la fiesta perdió parte de su importancia. Algunas de las personas mayores se negaron por aquel entonces a ponerse la peluca de apóstol. Hoy día se mantiene la llamada Procesión de los Apóstoles a la que acompañan numerosos niños y niñas de primera comunión. El puesto de apostol, y la figura de Jesús, pasa de padres a hijos. Según los estatutos los cofrades deberán ser mayores de 25 años, no haber sido procesados por algún delito, ni ser blasfemos; también tener una altura superior a 1,70 y además no volver la cabeza durante la procesión.

Con Luchas del Bien contra el Mal como en Camuñas (Toledo)
Este Corpus en el pueblo toledano de Camuñas fue fiesta prohibida en los años de la posguerra y hoy, recuperada, es de Interés Turístico Nacional. En esta especie de auto sacramental, la Gracia libera del mal a cada una de las Virtudes (danzantes) en una preciosa danza final llamada «del cordón». Durante la procesión, los Pecados llevan a cabo frenéticas carreras gritando, para ir a postrarse a los pies del Cristo, quitándose ante El la careta, de vivos colores. Las dos Cofradías están formadas solo por hombres y no se mezclan en ningún momento a lo largo de la fiesta.