Jesús Fernández Santos publicó su primera novela en 1954, Los Bravos, e inició con ella un nuevo estilo literario, la narrativa crítico-social. Madrileño de nacimiento, pasó gran parte de su vida «al pie de la raya que separa a León de Asturias» como bien le gustaba decir, en el pueblo leonés de Cerulleda. Afianzó su carrera literaria con un estilo propio, dotando a los personajes y a sus historias de una buena dosis de vivencias personales a lo largo de una vida en la que fue escritor, articulista, cineasta y guionista de televisión.
Una de sus novelas, Los jinetes del alba, le llevó a reflejar sobre el papel la realidad social que se vivió en los momentos previos al estallido de la Guerra Civil en las cercanías de Oviedo. Ambientada en aldeas asturianas y leonesas, la novela tiene en el Balneario de Las Caldas su epicentro. Años más tarde sería llevada a la pequeña pantalla en forma de serie de televisión, con cinco capítulos protagonizados por Victoria Abril, Jorge Sanz, Maribel Verdú y Fernando Guillén.
La serie fue rodada en gran parte en el interior del Balneario de Las Caldas, un complejo diseñado por Ventura Rodríguez, considerado junto a Juan de Villanueva como el mejor arquitecto del siglo XVIII. Para la plasmación del proyecto fue necesaria la implicación de uno de los mejores constructores de la época, el asturiano Manuel Reguera, responsable de dirigir obras que han pasado a la historia de la arquitectura local, como el pórtico de la iglesia-convento de Santo Domingo en Oviedo.
La clave del proyecto fueron sin duda las aguas termales que brotan de una cueva cercana a Las Caldas, ricas en carbonatos y oligoelementos, y que fluyen a una temperatura cercana a los 40 grados. Así en 1772 la Junta General del Principado encarga la creación de una casa de baños cuya construcción termina cuatro años más tarde. Sucesivas reformas y cuidadas ampliaciones dan como resultado en la actualidad un recinto que filtra su enorme bagaje histórico para que sus huéspedes disfruten de una estancia tranquila en un entorno magnífico.
El Hotel Las Caldas Villa Termal es la actualidad uno de los Wellness Clinic Resort de referencia. Un espacio donde encontrar el perfecto equilibrio entre cuerpo y mente. Sus aguas se han llegado a comparar con las termas naturales de la británica Bath. Y sus especialistas proponen al cliente un amplio abanico de tratamientos que integran salud, deporte y bienestar.
Entre ellos por ejemplo un novedoso tratamiento detox que se practica en un flotarium, una piscina que cumple en gran parte el sueño de volar y de la total ingravidez. Esto se logra gracias a un sutil aumento de la mineralización del agua, que cambia su densidad y le permite al cuerpo levitar en el agua sin hacer esfuerzo alguno, relajando cada fibra y aportando muchísimos beneficios a la salud.
Un tratamiento que se puede reservar y que proporciona en su Sala de Columnas una hora y media de disfrute y relajación, con iluminación especial y música ambiental que los clientes pueden escuchar también debajo del agua para hacer de la experiencia una sesión de relajación multisensorial.
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