La vuelta al mundo más exclusiva
A muchos se nos ha pasado por la cabeza hacer este viaje, pero sólo el hecho de pensar cómo organizarlo, nos ha dejado sin muchas ganas. ¿Y si te propongo hacerlo en un avión privado? Preocúpate de hacer la maleta, salimos el 19 de noviembre.
La agencia de viajes francesa Safrans du Monde (sabores del mundo) ha elaborado una experiencia gourmet para tu paladar viajero. Durante 22 días te llevarán de la mano a todos los rincones del planeta que necesitas conocer para poder presumir de que tú también has dado la vuelta al mundo. El principal atractivo de este viaje, a diferencia de otros más populares, es que se realiza en un avión fletado exclusivamente para los participantes del tour: un Airbus A340 500.
Olvídate de colas de facturación, conexiones y salas de espera multitudinarias y prepárate para, aquí sí, disfrutar a bordo. En función del pack que hayas elegido, Première Classe (45.700€) o Espace Safrans (21.900€), podrás volar tumbado en una cama o con un espacio más que considerable entre asientos, concretamente 81cm (la mayoría de aerolíneas llevan 32cm). De las 237 plazas con las que cuenta el avión, 36 son para primera y 199 están dedicadas a premium economy. Y sí, las cuentas no salen, pero es porque esos dos asientos disponibles que no están a la venta son para el guía y el médico que te acompañarán durante todo el recorrido.
El tour comienza en París. En el aeropuerto de La Bourget. El más conocido por los usuarios de jet privados. La primera parada será Río de Janeiro, de modo que tendremos unas 11h y 30 minutos para disfrutar del catering del avión. A pesar de ser un programa en régimen de todo incluido, tiene la particularidad de ser altamente personalizable, pues en cada escala podemos elegir al menos entre dos itinerarios y/o aderezarla con una serie de actividades extras que van desde sobrevolar Río de Janeiro en un helicóptero hasta visitar paradisiacos rincones remotos.
La segunda parada es en Perú. Lima te pondrá en contacto con el arte precolombino en el Museo de Larco y el Machu Pichu hará lo propio con la cultura Inca, pero como sería delito visitar este país sin probar su gastronomía tienes reserva en el Restaurante La Huaca Pucllana, uno de los mejores restaurantes de Miraflores, según dicen. Aún con el sabor en la boca de una buena vinagreta de aguaymanto, pondremos rumbo a la Isla de Pascua donde aterrizaremos en apenas seis horas. Esta es otra de las ventajas de tener nuestro propio jet.
De no ser así, tendríamos que volar a Chile o la Polinesia para poder llegar hasta esta mágica isla en línea regular. Al día siguiente viajaremos hasta Tahití. Allí disfrutaremos de tres jornadas de ensueño en Bora Bora o bien conoceremos a fondo Papeete la capital de este territorio de ultramar francés. Pero si lo que quieres es probar el verdadero lujo, deberías aprovechar y darte el capricho de pasar estos días de asueto en Tetiaroa, la isla más paradisíaca que jamás pudiste imaginar con uno de los hoteles más pintorescos del mundo: el Brando.
Antes de abandonar Tahití con rumbo a Nueva Zelanda, cerraremos nuestra estancia con un paseo en hidrodeslizador para llegar hasta Moorea, una isla con una geografía de ficción, ya que en el medio de sus ocho montañas se esconde un santuario marino. Seis horas después estaremos aterrizando en Auckland, en donde la modernidad de la urbe se mezcla con la cultura Maorí. Para descubrir a fondo este paraje y su riqueza en flora y fauna, la visita incluye la entrada al parque Natural de Rainbow Springs o en su defecto una experiencia gourmet en Waikiki.
Estando tan cerca, obviamente, la siguiente parada es el país de los canguros. Cairns, la ciudad tropical al noroeste de la isla será nuestro punto de partida para descubrir lugares como Kuranda, una pequeña población rodeada de un bosque que es reserva natural de la biosfera, o un archiconocido tesoro de la UNESCO, la gran barrera de coral. Y del orden natural al caos urbano, casi ocho horas después, aterrizaremos en Vietnam. Allí pasaremos tres días en su capital, Hanoiy aprovecharemos para cruzar hasta su vecinabirmana, Mandalay.
Hanoi se convirtió en una gran metrópoli en 2009, pero aún conserva su sabor exótico y sus gentes son conocidas mundialmente por su amabilidad. Varios paseos en barco por la bahía de Halong después (ciertamente una de las maravillas del mundo), muchas compras, templos y pagodas atrás y, por supuesto, habiendo sobrevivido al imperdible paseo en bicicleta por la ciudad, toca volar hasta la India. El destino esta vez es Agra, la ciudad que acoge el Taj Mahal, la belleza arquitectónica más importante del mundo islámico en India. Después de pasar la noche como verdaderos marajás, pondremos rumbo al Mar Muerto.
Allí nos espera Amán, la capital de Jordania, nuestra puerta de entrada a la ruta de los Reyes que será la que nos conduzca a Petra, el santuario crisol de culturas que, paradójicamente, pondrá fin a nuestra vuelta por el mundo. A estas alturas, habremos vivido 22 días llenos de aventuras y experiencias, que tendremos ocasión de rememorar una vez más, antes de tocar suelo en París, en la gran fiesta que cierra con broche de oro esta enriquecedora experiencia que solo unos pocos podrán disfrutar.
Encontrar el tiempo para dedicarlo a este tipo de actividades suele ser uno de los grandes frenos a la hora de lanzarse a contratar un paquete de estas características, sin embargo, el hecho de que esta agencia francesa te lo ponga en bandeja, debería ser la excusa perfecta que andabas buscando.