Los demonios de las fiestas
Desde los albores de la humanidad -cuando los dioses estaban más cerca del hombre- ya existían las máscaras, unas veces para esconder y otras para enseñar
Son con seguridad las tradiciones más antiguas. Su origen está tanto en antiguas festividades paganas (Saturnales, Lupercales, Kalendas…) como en rituales medievales de despedida del año que termina y bienvenida al que comienza. Abundan, con ligeras variantes, por todo el norte peninsular, pero es la zona que comprende el Tras-Os-Montes portugués (Braganza) y la comarca de Aliste (Zamora), la más rica en ellas.
Son casi todas de pequeñas aldeas y algunas han tenido que cambiar de fecha para seguir existiendo. Las máscaras (caretos) fueron representación de antiguos dioses paganos o totems de la comunidad. La Iglesia -tras intentar acabar sin éxito con ellas- las transformó en demonios. Pero no olvidemos que el paganismo era tan religioso, o más, que el cristianismo.
Son el origen de las llamadas Fiestas de Locos (finales de diciembre), de los rituales invernales y sobre todo, del Carnaval. Lo pequeño suele pasar casi siempre inadvertido pero también, muchas veces, es lo más auténtico. Suelen ser poco multitudinarias pero, quizas por eso, más entrañables. Es una mirada a nuestro pasado. Cuando el futuro es incierto, se empieza a mirar hacia atrás. (*Portada: Chocalheiro en Bemposta, Tras-Os-Montes. Todas las fotografías: César Justel).