España está plagada de sitios especiales. Playas increíbles, campos de golf, bodegas, pueblos bonitos… y por supuesto también tiene parques temáticos dedicados por entero al ocio y la diversión. De entre ellos hay uno que destaca sobre los demás por su ubicación junto al mar, su cercanía con la estación del AVE, su completa oferta de entretenimiento y su exquisita decoración. Hablamos, cómo no, de PortAventura, un planazo en cualquier época del año y que bien merece la pena visitar en una ocasión especial como Halloween.
Y es que a pesar de que el Día de Todos los Santos se celebra el 31 de octubre, el parque lo celebra desde finales de septiembre y hasta el próximo 10 de noviembre de la mejor manera.
Para ello, sus seis “universos” perfectamente ambientados se llenan en esta época de calaveras, calabazas, telarañas y esqueletos entre los que se cuelan personajes de carne y hueso con los que el visitante puede interactuar.
Saltimbanquis, mujeres murciélago, brujas, vampiros y monstruos terroríficos como Frankenstein se pasean por PortAventura, protagonizan espectáculos y participan en la traca final de cada jornada.
Una Halloween Parade seguida de una actuación sobre el lago con motos de agua, fuegos artificiales y muchas sorpresas escalofriantes que nadie se quiere perder.
Porque todo lo que sucede dentro de los muros de PortAventura, y no solamente en Halloween, es mucho más que una simple actividad de ocio. Son recuerdos ligados a experiencias únicas que van más allá del vértigo de las montañas rusas, las sensaciones de las atracciones infantiles o la vistosidad de los espectáculos. PortAventura es pura magia para quien le guste la adrenalina y para quien no piense ni por un segundo en ponerse ningún arnés.
Y es que pasear por sus espacios es, literalmente, como viajar alrededor del mundo. Así se palpa en los colores, la decoración, la comida y la ambientación de cada rincón, que trasladan a quienes los transitan a los países más famosos y llamativos del mundo.
De esta forma, los templos aztecas y mayas camuflan las atracciones y los espectáculos de México, donde la aventura y los personajes populares como Tadeo Jones son los protagonistas. En sus inmediaciones no faltan los esqueletos, las katrinas y la comida típica mexicana de sus restaurantes, llenos de colores y motivos patrios.
Por otro lado, los osos panda descansan a los lados de la Gran Muralla China al tiempo que los Budas y los dragones se salpican entre los templos. Unos animales fantásticos que, en ocasiones, se convierten en montañas rusas como el mítico Dragon Khan o Shambhala, con 76 metros de caída y más de 1.500 metros de recorrido.
En la zona de Polynesia predominan el agua, las construcciones con techos de paja y la cultura de los maoríes; y en ‘Mediterránea’ es fácil dejarse llevar por el ambiente relajado y la gastronomía típica de cualquier pueblo costero español.
Todo cuidado al detalle, todo ambientado a la perfección. Y todo con un servicio y una atención exquisitas que hacen que te sientas en casa en todo momento.
Mención aparte merece la zona dedicada al Far West, que es un auténtico viaje en el tiempo. No hace falta que los más pequeños hayan cruzado el charco para conocer la parte más mítica del nuevo continente. Ni siquiera que hayan visto joyas cinematográficas del género western.
Dando un paseo por PortAventura pueden meterse de lleno (ellos y los adultos) y respirar la esencia al oeste americano de finales del siglo XIX. Con montañas rusas de madera, barriles convertidos en atracciones, rápidos como los del cañón del Colorado y negocios del pasado que lucen aquí como tiendas de souvenirs.
Allí es fácil entrar como cualquier vaquero en un saloon, ver de cerca la consulta de un dentista, el taller de un taxidermista o la labor de un enterrador.
Todo, incluso la zona de descanso con tres hoteles (uno de ellos de cinco estrellas) es un continuo deleite. Desde la decoración de los edificios hasta su propia construcción, pasando por los detalles de cada uniforme, estancia o habitación.
Y si se quiere la experiencia completa, PortAventura también cuenta con un espacio más, igualmente llamativo, que también se viste de miedo en Halloween. Hablamos de Ferrari Land, un universo dedicado a los amantes de los coches de lujo, la velocidad y la bella Italia, cuna de la escudería de Fórmula 1 más antigua del mundo.
Allí es posible pilotar un coche de carreras gracias a la realidad virtual, cambiar físicamente las ruedas a un bólido de carreras o cenar en una trattoria mientras se escuchan las frenadas de un circuito real.
Además, por supuesto, de poner a prueba el vértigo con la montaña rusa más rápida y alta (112 metros) de Europa. Es la Red Force: Challenge the wind que simula la aceleración de un auténtico Fórmula 1 de Ferrari.
En todo este mundo de fantasía, por supuesto, también hay sitio para los más pequeños. Porque además de los espectáculos y las atracciones adaptadas para ellos en todos los universos, cuentan con uno propio que también traslada a un mundo mágico a los adultos.
En él hadas, duendes, peces voladores y caballitos saltarines conviven en Sésamo Aventura con Coco, Epi, Blas, el conde Draco y todos los demás. Incluso hay lugar para la realidad virtual en el atracción hit de la zona, la llamativa Street Mision, que sorprende a niños y mayores.
Una muestra más de que PortAventura es mucho más que adrenalina. Es un lugar de verdadero ensueño donde vivir una experiencia realmente única en familia.
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