Foto: numastays.com.
A Praga merece la pena ir siempre. Tres días, una semana, apenas 48 horas… para lo que tengas libre y puedas, será una experiencia inolvidable. Y para ello, visitamos el hotel Numa Flow.
Un local que pertenece a una cadena hotelera que está en nueve ciudades europeas y que apuesta por el arte, el diseño y un público que tiene (y quiere) en la tecnología toda su gestión. Hasta pedir el desayuno a la cafetería local más bonita.
La historia de Praga es inabarcable y sus edificios históricos son para fotografiar desde cada ángulo. Y así es este Numa Flow, un hotel boutique que va más allá, ya que combina la calidad de un hotel pequeño con la máxima flexibilidad.
Check-in digital 100% libre de estrés y con un código PIN que te dará acceso fácil y totalmente seguro al edificio y a las habitaciones. Sin colas en recepción, sin perder las llaves, con un guarda equipajes digitalizado también…
Con todos los detalles de bienvenida que esperas y con una comunicación fluida si fuera necesario. Incluso para pedir una manta extra, a los minutos está en tu habitación.
Las habitaciones son realmente amplias, en colores cálidos, con esculturas, lámparas de diseño, mobiliario que querrías llevarte a casa, y con ventanas que te asoman a postales de cada ciudad que visitas.
Incluso si eliges la opción de apartamento, ideal para familias con su cocina para los que quieren cenar en casa y que los niños se relajen para dormir, o para desayunos en familia largos y disfrutar tranquilamente antes de empezar el día. Todo, en un edificio de diseño con 32 habitaciones divididas en seis plantas y con siete categorías diferentes para cubrir todas tus necesidades.
Saliendo desde este hotel con solo girar la calle, si consigues no quedarte durante horas disfrutando del restaurante italiano que tienes en la entrada, llegarás a la famosa Casa Danzante del arquitecto Frank Gehry. Sube a la terraza, pide una cerveza local y disfruta de las vistas. Sal a recorrer Praga por las callejuelas o desde el río disfrutando de las vistas, de la historia, del arte, de los cafés, de la gastronomía…
La cadena NUMA se fundó justo antes de la pandemia. Dicen que serán los “hoteles del futuro” y su presencia en los lugares más conocidos de Europa es clave. Están situados en ciudades como Berlín, Munich, Ámsterdam, Copenhague, Barcelona, Madrid, Milán, Granada, Praga, Oslo, Salzburgo, Florencia, Roma, Sevilla o Viena, entre otras.
Su última apertura ha sido hace unas semanas en Londres. Allí está Numa London Bloomsbury, situado entre Covent Garden y el Museo Británico. Ofrece seis categorías de habitaciones repartidas en 87 elegantes habitaciones y pisos. Por supuesto, con sus detalles sofisticados, muebles modernos y expresivas obras de arte.
NUMA está respaldada por SORAVIA, el grupo inmobiliario líder en los países de habla alemana, los fondos tecnológicos e.Ventures y Cherry Ventures, que representan a renombrados family offices alemanes como Otto y Miele, y más de 30 empresarios tecnológicos de éxito.
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