Planes de otoño en Nueva York
Disfrutar la sencillez de la mejor estación del año es muy fácil también si viajas con niños.
Si me preguntaran cuál es la época del año en la que prefiero estar en Nueva York, la respuesta sería sin dudarlo el otoño. Para algunos la estación entraña cierta melancolía y sin embargo, para mí, la luz, los tonos rojizos de los árboles en Central Park o la caída de las hojas, significa un nuevo ciclo que empieza junto a él nuevos planes y proyectos para el curso. Siempre espero que llegue y eso hace más fácil el nada apetecible momento de decir un hasta luego a la familia y los amigos que se quedan en España.
Desde que vinimos a vivir a Estados Unidos, mi pasión por el otoño no para de crecer.Además, esta época del año esta llena de celebraciones y eso siempre es motivo de alegría extra para los que estamos deseando que llegue el fin de semana y poder hacer planes y disfrutar de los pequeños. A los últimos coletazos del verano se le suman Halloween y sus preparativos, Acción de Graciasy finalmente… la Navidad.
Uno de los planes estrella de los fines de semana previos a Halloween, es la recogida de las famosas calabazas, pumpkim picking. Por supuesto que las calabazas están por todos lados y basta ir al supermercado más cercano, floristería o incluso a la farmacia para encontrarlas. Incluso algunas cadenas como los supermercados de comida orgánica, Whole Foods, tienen estos días espacios dedicados a Halloween donde puedes encontrar una gran variedad de la producción local.
Pero la idea conlleva algo más que hacerte con una calabaza, es algo así como disfrutar de lo simple, volver un poco a la idea original de pasar un día al aire libre sin expectativas más complejas. Las familias que viven en ciudad buscan hacer planes con los que pasar un rato divertido con los más pequeños olvidando las obligaciones de la semana y ésta es la excusa perfecta.
En cualquiera de los huertos de árboles frutales que rodean la ciudad (que hay muchos aunque pudiera parecer lo contrario), tienen un trozo de terreno preparado para la ocasión. Este año hemos ido algo más lejos, a Shelton en Connecticut.Concretamente a un lugar del que nos habían hablado, la Jones Family Farm, a una hora y media conduciendo desde Manhattan. Aunque es común no tener coche en la City, una manera fácil y rápida de disponer de él para los fines de semana es la empresaZipcar.
La misma familia dirige esta granja desde hace seis generaciones y cada una de ellas ha aportado algo nuevo: blueberrys la cuarta generación y viñedos en la quinta generación, de manera que todos han ido sumando sin perder la esencia de lo que fue en el origen una pequeña granja familiar.
Por lo general, ya que en este lugar del mundo se deja poco margen para la improvisación, hay diferentes actividades organizadas alrededor de la acción principal que es recoger las calabazas que después puedes comprar. Un paseo en tractor por la granja, jugar con los espantapájaros, decorar tu calabaza en un lugar destinado a ello son algunos de los planes posteriores a la fiesta de recogida de la cosecha.
La entrada a la granja es gratuita pero las calabazas se pagan y, dependiendo del peso, puedes llegar a pagar unos doscientos dólares por ellas. El plan es perfecto para todos: los pequeños disfrutan del campo que es la mejor aula de todas, están rodeados de estímulos por todas partes y los padres disfrutan de verlos fomentar así su creatividad.
Muchas cosas cambian en la vida de alguien cuando va a vivir a otro país, y no me refiero a condiciones laborales o económicas, o incluso emocionales ahí cada situación es diferente y depende de las circunstancias que rodean a cada uno ,el balance será más o menos positivo.
Pero hay algo común a todos y es el regalo que supone poder vivir diferentes costumbres, tradiciones, conocer una realidad cultural diferente y todo ello , no cabe duda es enriquecedor y es uno de los motivos que inclinan la balanza a salir fuera de tu país. Aunque a veces esta nueva realidad donde nuestros hijos pasan su infancia no se parezca a lo que un día imaginamos.
Nosotros procuramos no perdernos las fiestas de colegio planeadas con meses de antelación, increíbles fiestas de cumpleaños donde hay un mundo de maravillosas actividades, ensayos de teatro y entrenamientos de los fines de semana. Además, aprovechamos la estación parasalir al campo para que los niños no pierdan lo que para mí siempre fue uno de los mejores planes de la infancia, ¡pasar el día en el campo con amigos¡