Hay hoteles que son destinos en sí mismos por su ubicación, sus servicios, su fama o su exclusividad. Unos requisitos que reúne y supera con creces el hotel Six Senses de Ibiza. Un macro complejo hotelero que en solo dos años se ha convertido en uno de los favoritos de la jet set internacional tanto por su privacidad (si la quieres) como por su filosofía. Con un interesante Fondo de Sostenibilidad que promueve el impacto social y ambiental positivo; tiene también multitud de opciones de ocio, wellness y alojamientos para todo tipo de gustos pero no de bolsillos.
De todo esto hablamos con su director general, Raúl García Carpintero. Un profesional de la hotelería de lujo que tras una dilatada experiencia en hoteles de lujo como el Hotel Palace de Madrid, Wymara y distintos Four Seasons (Madrid, Caribe, Hawaii, Anguilla) aterrizó en Six Senses Ibiza en julio del año pasado.
The Luxonomist: ¿Cómo fue la llegada a Six Senses Ibiza?
Raúl García Carpintero: Fue sorprendente. He trabajado mucho en hoteles de lujo al otro lado del Atlántico y al llegar aquí vi que recibía a los mismos clientes. Era como traerse el lujo del otro lado del mundo aquí.
TL: ¿Por qué crees que pasa esto?
RGC: Six Senses es una empresa muy reconocida a nivel mundial, de las cinco top del mundo si hablamos de hotelería de lujo. Si juntas su fama y su prestigio con el destino de moda, que es Ibiza, tienes el cóctel perfecto. Todo el mundo quiere estar aquí en verano y nosotros somos el mejor hotel de la isla. Las personas de alto standing vienen para ver y dejarse ver… si quieren. Porque la privacidad es otro de nuestros puntos fuertes.
TL: ¿Cuál es el perfil de vuestros clientes?
RGC: Por los precios, obviamente, son personas de alto standing. Su perfil es muy variado porque tenemos varios tipos de alojamientos. Por un lado 116 habitaciones y por otro 21 residencias privadas y varias mansiones a partir de 25.000 euros la noche. A este tipo de alojamientos vienen tanto parejas como familias o grupos de amigos que quieren privacidad absoluta.
TL: ¿Tienen mucha demanda?
RGC: Sí, las tenemos ocupadas prácticamente todo el verano.
TL: ¿De dónde son los huéspedes que se alojan en Six Senses Ibiza? ¿Destacan los españoles?
RGC: Son principalmente internacionales con prevalencia de británicos y americanos. Los españoles no entran de momento en nuestro top 5 aunque sería estupendo que lo hicieran. Al final Ibiza es un paraíso a una hora o menos de los principales aeropuertos del país (Madrid y Barcelona) y el hotel un oasis de lujo y relax donde todo, absolutamente todo, es posible.
TL: ¿Qué puede encontrar vuestro cliente?
RGC: En cuanto a ocio hay muchísimas opciones. Además del spa, la piscina, la posibilidad de contratar un barco, un yate, actividades acuáticas, catas, etc. tenemos un calendario diario de actividades centradas en el bienestar de lo más variado. Desde ir a correr por la mañana a practicar yoga, kundalini, sound healing, meditación, quantum yoga… Hay de todo.
TL: ¿Hay alguna actividad que tenga un éxito especial?
RGC: Una cosa muy representativa del hotel es nuestro Earth Lab. Es un espacio con talleres ideados por el departamento de sostenibilidad donde se enseñan maneras de reciclar, hacer cosméticos caseros, pasta de dientes…
TL: En su primer año Six Senses Ibiza logró la certificación sostenible BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology). Un método de evaluación y certificación de la sostenibilidad en la edificios de las Islas Baleares. ¿Qué acciones sostenibles lleváis a cabo en el hotel?
RGC: Todo se hace con el objetivo de proteger el entorno. Los materiales son de primera clase para garantizar el aislamiento exterior y controlar la temperatura de las habitaciones. Además tenemos un sistema de geotermia con el que enfriamos las torres de aire acondicionado con el que ahorramos el equivalente al agua de 10 piscinas olímpicas; y contamos con 298 paneles solares que nos proporcionan el 10% de las necesidades eléctricas de todo el complejo.
TL: Entiendo que también en el interior se nota
RGC: Sí, claro. Todo el mobiliario es de madera certificada y de origen sostenible, el suelo exterior es de piedra ibicenca… Y en las habitaciones tenemos amenities 100% orgánicos y por supuesto nada de plástico. El objetivo es minimizar la erosión y proteger al máximo el entorno.
TL: ¿Esto también lo aplicáis en la gastronomía?
RGC: Por filosofía de marca todos los proveedores son locales. Tenemos una granja a cinco kilómetros de Santa Gertrudis de donde el año pasado recolectamos 10.500 kilos de frutas, verduras y hortalizas. No compramos ni un tomate en el exterior, todo lo cultivamos nosotros. Y el resto de productos los intentamos traer de Ibiza, luego de Baleares y luego de España.
TL: ¿Cuáles son las claves de vuestra oferta gastronómica?
RGC: Cuidamos al máximo el producto con el lema «menos es más». Elaboramos los productos lo menos posible para que lleguen a la mesa íntegros, sin alteraciones. Perseguimos la experiencia y las sensaciones de los clientes tanto en The Orchard (italiano), como en Beach Caves (con influencias latinoamericanas) y North, donde uno de nuestros platos estrella es el carpaccio de tomate.
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