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De ruta por Logroño y Soria para disfrutar bellos paisajes y pueblos medievales en los que el otoño aparece con su máximo esplendor.
Hoy traigo a El Rincón de Carla, una ruta increíblemente bella, sobre todo ahora cuando el otoño pinta de colores el paisaje. Partimos desde Logroño dirección Soria hacia la carretera LR-250. Un pequeño desvío a Clavijo merece la pena.
La ruina de un castillo musulmán construido en lo más alto de una peña, ofrece una de las mejores panorámicas de La Rioja y sus vecinas Álava y Navarra.
Cerca de éste lugar dice la leyenda que Ramiro I venció a Abderramán II, después de que Santiago Apóstol se apareciera para apoyar a los cristianos. El castillo está bastante derruido, pero desde sus rotas murallas el panorama se presenta como si fuéramos pájaro.
Ahora sí, volvemos a la LR-250 dirección Soto de Cameros, dispuestos a recorrer la ruta de los Cameros Viejos y Cameros Nuevos, que discurre entre puertos, miradores, pueblos en piedra, y una arboleda que ahora en pleno otoño es como pasear entre lienzos impresionistas. La primera parte del viaje transcurre por los pueblos Cameros viejos, una ruta algo más árida, pero igualmente atractiva.
La primera parada es en el Mirador del Cañón del río Leza. Un gran desfiladero con un desnivel de 700 metros. buitres leonados sobrevuelan el cañón y el otoño se presenta en forma de bayas de colores. Hay una ruta hasta Soto de Cameros para hacer senderismo, pero nuestra idea es recorrer los valles de Leza e Iregua en coche.
Así pues, continuamos hacía Soto de Cameros, Terroba, San Román de Cameros. La siguiente parada será en Jalón de Cameros, otro pueblo medieval, donde subiremos hasta la Iglesia de San Miguel cuya torre fue mandada construir por Don Bernardo Saez de Tejada hacia 1662. El encanto de estos pueblos en piedra y rehabilitados recientemente, es indiscutible. Callejuelas, balcones, flores, parece un escenario listo para el rodaje.
El panorama se vuelve más árido y rocoso pero terminado el páramo de los Cameros viejos, nos desviamos hacia los Cameros nuevos, dirección Muro en Cameros.Este pueblo se encuentra en plena ruta de los dinosaurios que también puede hacerse caminando por sendas perfectamente indicadas. El yacimiento de Icnitas de Cela es uno de los más famosos y con más huellas de dinosaurios de la Península.
Continuamos viaje cruzando hacia Almarza y el Valle de Iregua. Una ruta serpenteante que nos alza hasta el Puerto de la Rasa a 1420 metros. Es probable que encontremos vacas y ovejas en la misma carretera por lo que no hay que perder la concentración.
La bajada hasta Almarza es otra maravilla del paisaje español. Cerradas curvas que se aventuran entre pinares y ofrecen vistas a los valles. De nuevo páramos, en Almarza para contemplar el otoño desde sus viejos tejados.
Torrecilla en Cameros pertenece ya al valle de Iregua y a la ruta de los Cameros Nuevos. Estamos ya en la N-111 que tomaremos en dirección a Logroño. Al volver tomaremos la carretera antigua para entrar en Torrecilla y cruzar caminando su puente medieval. Pero ahora seguiremos hacia Panzares y el espacio natural de las Peñas de Viguera.
En ruta hasta Islallana no podremos dejar de admirar las gigantes peñas rojizas que una tras una van apareciendo ante nuestros ojos. Inmensas rocas a las que la erosión ha regalado formas increíbles. Casi castillos naturales reinando en cielo y tierra.
Castañares de las Cuevas y en Islallana tras admirar la gran peña de Bajenza, damos media vuelta para volver a Torrecilla en Cameros. Somos conscientes que dejamos atrás puentes medievales, castillos, ermitas, iglesias, rutas y rincones que bien merecen más tiempo. Apuntamos en el moleskine para volver con calma, hoy es día de ruta en coche, hay que regresar a Madrid.
Pero antes parada obligada en Torrecilla y esta vez accedemos por su antigua carretera que bordea el río entre acantilados. El otoño no abandona la escena. Iglesias, ermitas y restos medievales como el pequeño puente que parece pertenecer a un cuento de hadas.
Aún queda belleza por recorrer y continuamos hacia Villanueva de Cameros, donde hacemos otra parada para visitar la Ermita de Nuestra Señora de los Nogales del siglo XVIII, recorrer sus calles empedradas y cruzar su precioso puente de piedra.
Continuamos viaje para entrar en el Parque Natural de la Sierra de Cebollera. Este parque ofrece también rutas para senderismo entre chopos, nogales, castaños, robles, cascadas, lagunas, castillos.
El otoño en su máximo esplendor. Unos días antes leíamos la noticia del primer niño nacido después de 47 años en Lumbreras. Alguien nos dijo que en el único bar restaurante del pueblo se comía bien. Así que El Bar de Iregua nos esperaba para recuperar fuerzas y comentar todo lo visto y admirado.
Efectivamente el restaurante no defraudó. Acelgas, judías y chuletitas de cordero, entre risas y conversaciones con los propietarios que además nos enseñaron fotos del pequeño recién nacido. Un lugar con el encanto de lo tradicional y la ubicación perfecta.
El último tramo de la ruta es cruzar el puerto de Piqueras. En invierno habitualmente cerrado por nieve, ofrece en su punto más alto la última de las panorámicas antes de poner rumbo definitivo a Madrid.