¿Te alojarías en un avión-hotel de lujo en medio de la selva?

El 727 Fuselage Home aporta un nuevo significado a lo que es un alojamiento de altura y  se convierte una manera única y exclusiva de disfrutar de la selva costarricense.

Rafa Sanz. 03/08/2018

Cualquiera que haya pasado unos días en Costa Rica entiende a la perfección el significado de las dos palabras que van asociadas inevitablemente a este país centroamericano y que encajan totalmente con lo que se siente visitando cada uno de sus rincones: ¡Pura vida!

Y es que Costa Rica es uno de los países que alberga más biodiversidad del planeta. Es impresionante el número de animales y plantas que puedes encontrar allí y lo fácil que puede llegar a ser observarlos. Las palabras ‘Pura vida’, usadas también como saludo o como despedida, reflejan además el espíritu de sus gentes, su amabilidad y su hospitalidad y el carácter de un país que se contagia. Pero sobre todo transmiten la idea de que los días que pasas allí te sientes total y plenamente vivo. Y eso no se puede contar ni entender sin estar allí así que os animamos a visitarlo pronto.

El Volcán Arenal es uno de los grandes atractivos de Costa Rica

Costa Rica es naturaleza en estado puro. Con razón sus Parques Nacionales y reservas son famosos en el mundo entero. Tortuguero, Volcán Arenal, Monteverde, Corcovado o Manuel Antonio son nombres muy conocidos y que no defraudarán al visitante.

Precisamente en el Parque Nacional de Manuel Antonio en la costa del Pacífico se encuentra uno de los hoteles más llamativos y curiosos del mundo: el 727 Fuselage Home; que ofrece la posibilidad de dormir dentro de un avión perfectamente acondicionado como alojamiento y situado a una altura considerable en un fabuloso entorno natural.

El avión se trasladó en cinco grandes piezas 

El Boing 727 que dio lugar a este original alojamiento fue trasladado en cinco grandes piezas en camiones desde el aeropuerto de San José hasta su nueva ubicación y ahora se alza en una plataforma de 50 metros de altura que proporciona vistas panorámicas y permite situarse en pleno dosel de la selva tropical.

Con el encanto de simular que se está sobrevolando la selva y al más puro estilo ‘Perdidos’, cuenta con dos suites con baño privado en un interior acogedor revestido de madera de teca y con muebles tallados a mano. Los precios según temporada van desde los 360 a los 525 $ por noche sin contar las tasas y llegan a alcanzar los casi 800$ en la semana de Navidad.

El Avión es un restaurante construido sobre otra nave rehabilitada

Aunque estemos alojados en la selva hay opciones cercanas interesantes para salir. El bar restaurante El Avión es otra antigua aeronave rehabilitada no lejos del 727 que permite cenar o tomar una copa contemplando un atardecer con las que dicen que son las mejores vistas de Manuel Antonio.

Y si preferimos quedarnos en nuestro avión-hotel, se puede disfrutar de su terraza con vistas al mar y 360 grados de jardines alrededor en los que no será difícil ver tucanes, perezosos o monos. Un lugar que será tan difícil de olvidar como el país en el que se encuentra.

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