El Palace de Barcelona ha sido, y será, un lugar emblemático. Del Ritz a El Palace, han pasado 100 años de glamour desde su inauguración en 1919. Innumerables aniversarios, bodas de la alta sociedad, bailes de salón, celebraciones de final de licenciatura, pedidas de mano, la tradicional comida de gala de fin de año, bailes benéficos… Cuántos festejos habrán presenciado estas paredes y su memoria.
El Palace se encuentra a dos minutos del Paseo de Gracia y pertenece a la prestigiosa asociación de hoteles de lujo independientes, The Leading Hotels of the World. Cien años, no de soledad sino justo lo contrario, compartiendo vida social en los Salones Imperiales del Ritz en la Gran Vía de Barcelona, llamada Plaza de las Cortes en aquellos años. Llega a mis manos un recibo de 1976: coste del convite 200 personas 1.000 pesetas; habitación con baño 20 pesetas. Qué tiempos aquellos en los que todo tenía verdadero valor.
En aquella época la familia Tarragó, propietaria del hotel, debió desplazarse sin duda a bordo de alguno de los emblemáticos Hispano Suiza de la época. Ya en 1933 se organizó una pasarela Fashion Days y candidatas a título de Miss Europa posaban en el hotel. Un siglo después, El Palace (ex Ritz) sigue siendo “un buen lugar para soñar”.
Y es que hasta principios de marzo se puede subir, en un ascensor transformado en telecabina, hasta la séptima y última planta de este hotel 5* Gran Lujo donde aparece ante nuestros ojos un restaurante de montaña. Lo llaman El Chalet, una pérgola de madera readaptada bajo la cual es posible comer o cenar en un Winter Garden muy alpino diseñado para los amantes del queso. El menú tradicional de montañas suizas acompañado de buenos vinos (obviamente) suizos con la chasselas de Lavaux a la cabeza y donde tú elijas: ¿Fondue o raclette? O una carta en la que destacan novedades diseñadas por el chef Daniel Padró.
El Ritz de aquellos años era donde pasaban las cosas en Barcelona. Donde las celebraciones jugaban un importante papel y cualquier ocasión era buena para reunir a los Queralt, los Ollé, los Codinach, los Castellví, los Coronas, los Arbós, los Pons, los Martí… todos ellos apellidos de renombre en la sociedad catalana del momento. Al entrar en el hall decían “maravilloso” y brindaban con una “verdad” que no es la de los influencers para la foto de Instagram.
¡Un Bluesman cocktail por favor! “Nuestro primer baile de casados” aquel momento mágico, de los que había un par en toda una vida mientras el éxito del momento sonaba de fondo: Musique pour amoureux!
Ella Fitzgerald, Salvador Dalí, John Wayne, Josephine Baker o Gina Lollobrigida fueron huéspedes del hotel. Ellos pasaron por allí en los años 60; Sofía Loren y Cary Grant, Alain Delon y Catherine Deneuve en los 80; Josep Carreras, Michael Douglas, Frank Sinatra, Rafael Alberti y Maradona en los 90… Incluso Patrick Swayze, Whitney Houston o Pierce Brosnan lo visitaron en el 2000.
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