Foto: Gtres.
Si por algo se ha caracterizado Carlos III en su etapa como Príncipe de Gales ha sido por su impecable estilo inglés. El ahora rey es un hombre coqueto, que cuida cada detalle de sus looks, y que no duda en apostar por marcas de lujo. Se ha llegado incluso a decir que es un adicto de las grandes firmas, y lo cierto es que solo hay que mirar su armario para comprobarlo.
Carlos de Inglaterra está considerado uno de los hombres más elegantes de Reino Unido, algo que se debe a los clásicos trajes de chaqueta que luce en cada una de sus apariciones públicas. Trajes que firma Anderson & Sheppard, una centenaria marca británica original de 1906, que lleva décadas vistiendo a los miembros de la familia real británica.
El primero en confiar en los trajes de Anderson & Sheppard fue Eduardo VIII, el rey que abdicó, tío abuelo de Carlos III. También otras personalidades como Fred Astaire, Gary Cooper, George Hamilton o el diseñador de moda Tom Ford han lucido los trajes favoritos del actual monarca de Reino Unido.
Unos trajes que Carlos III suele lucir acompañados de camisas Turnbull & Asser. El estilo inglés de la firma es uno de las principales características que llevaron al monarca a confiar en ellos. Tanto es así que la firma puede presumir de ser el establecimiento al que el entonces príncipe de Gales concedió su primera orden real.
Fabricadas con las mejores telas de origen italiano, Turnbull & Asser ha vestido al mismísimo Winston Churchill, al artista español Picasso o al cinematográfico James Bond.
La firma cuenta con varias tiendas repartidas por todo Londres, aunque su establecimiento de Jermyn Street es el más conocido y emblemático. Además, actualmente cuenta con una tienda en Nueva York.
Sin embargo, las camisas y trajes de chaqueta no son las únicas prendas que Carlos III tiene en su armario. El rey posee varios trajes militares que siempre compra en Gieves & Hawkes, la misma tienda en la que confiaba su padre, el duque de Edimburgo.
El origen de la firma se remonta al siglo XVIII cuando las casas Gieves, proveedora de la Royal Navy, y Hawkes, proveedora del ejército de tierra, se unieron para formar una firma única.
La tienda se ubica en el número uno de Savile Row, y desde ahí atiende a una selecta clientela de militares y aristócratas. Y es que, además de trajes militares, también dispone de una amplia colección de ropa de calle y trajes a medida para eventos de etiqueta.
Para la ropa de abrigo Carlos III confía en al icónica Barbour, una marca que también adoraba Lady Di. Desde 1844 Barbour se ha centrado en la fabricación de prendas impermeables para pescadores, cazadores y gentes de campo. Ropa en la que las tendencias de moda no tienen hueco, pues lo importante es que no pase ni el agua ni el frío.
Se trata de los icónicos abrigos encerados de color verde que suelen lucirse en el campo y los días de caza. Es muy habitual ver a Carlos III luciendo las míticas chaquetas de Barbour, sobre todo en sus jornadas de campo y eventos más informales.
En cuanto a los complementos, Carlos III nunca renuncia a lucir un buen reloj, sobre todo, si es de la casa suiza Parmigiani Fleurier. Se trata de una firma de relojes de a penas 25 años de antigüedad y que fabrica todas sus máquinas a mano.
Se sabe que el rey tiene en su joyero el modelo Parmigiani Fleurier Toric Chronograph. Un reloj clásico con correa de piel, que cuenta entre sus componentes con oro y piedras preciosas, y cuyo precio rondaría los 30.000 euros.
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