Custo ‘renace’ en negro

Bajo el nombre de ‘Reborn’, Custo Barcelona acaba de presentar nueva colección en la Semana de la Moda de NY. La elegancia deportiva se materializa, para ellas, en la mezcla de chaquetas bombers, sudaderas de patch con apliques de pasamanerías bordadas y puntillas de colores sobre formatos maxi y transparentes hasta los pies. Pichis, vestidos, minifaldas y abrigos de aire retro-futurista mezclados con jerséis con cuello perkins y camisas de grandes cuellos.

Pantalones campana extra largos de tejidos jaquards lanosos o unión de puntillas de terciopelo bordadas que se mezclan con tops transparentes de lace y blusas románticas cargadas de volantes. Los tótems de apliques metálicos y bordados multicolor decoran abrigos, chaquetas, tops y minibolsos rompiendo con todo convencionalismo. El poder de reinventarse del diseñador se ve en cada uno de sus desfiles con colecciones de aires innovadores. No es un don que todos tienen, pero Custo sí. Fue el creador de la mezcla de estampados de color.

Para una ocasión tan especial, merece la pena destacar la presencia de una joven modelo Laura Escanes, lo de menos es su edad, veinte años. En una edición en la que, una vez mas, desfilan mujeres palillo con todos los diseñadores – alguien debería de tener una conversación seria con los directores de casting de los desfiles-, Laura rompió moldes. Ni 1,80 cm de altura, ni 50 kilos de peso. Una mujer delgada, curvilínea – sí, ¡con caderas y piernas!- y con ganas de comerse el mundo en una profesión en la que hasta ahora había que ser una especie de suspiro con piel para subirte a una pasarela.

Laura llegó a NY por primera vez y triunfó entre mujeres palillo y mujeres suspiro, con gracia, con ilusión, con profesionalidad y con descaro. Y digo yo que algún mérito tiene esa de ser «la diferente» entre la masa, porque estamos tan habituados a masas borregas, que un toque de realidad que triunfe es algo más que una ventana abierta, es algo más que viento fresco, es por fin, un halo de sentido común, de frescura y de realidad. Ni las mujeres somos palillos, ni queremos palillos con cabeza en las pasarelas. Y hay que aplaudir a quien tiene las narices de desfilar sin complejos. Claramente, los acomplejados son el resto.

En una entrevista a Efe, Custo Dalmau explicó que «tras dos décadas presentando en Nueva York sus trabajos, la firma considera que es el momento de renovar la connexión con los nuevos consumidores, que ya son los hijos de la primera generación Custo«. Sobre este reto señala que debe ser «capaz de transmitirles el proyecto que les explicamos a sus padres pero de una manera distinta, con otro código, con otro lenguaje porque el mundo ha cambiado mucho, aunque hay que hacerlo sin alterar el ADN de la firma».

En ese sentido, apuntó que este año no hay tanto prendas estrellas, como un nuevo color estrella, el no color, el negro. «Para que el renacimiento sea evidente, nos hemos atrevido con algo que no habíamos hecho nunca. Siguen exitiendo los colores pero el hilo conductor es el negro, es un poco lo que ensambla la colección», explicó.

Detrás del nuevo mensaje de la firma también está, contó Custo, la voluntad de «lanzar un mensaje de contemporaneidad, de alta calidad. Partimos de los clásicos Custo pero con un giro a la contención», añadió. La marca ha mostrado en Nueva York 20 looks de hombre y 48 de mujer, un veinte por ciento más de lo que pudo verse en la primera presentación en la 080 Barcelona.

Sobre unas pasarelas, de las europeas a la de Nueva York, Dalmau apuntó que mientras en las primeras prima la creatividad, en la Gran Manzana «sigue pesando más el márketing». «Supongo que sí se puede decir que esto es más comercial», dijo el diseñador, que recordó que mientras que en su primera vez en Nueva York su firma era la única extranjera, este año se ha dado cabida a más de 300 trabajos.

Sus ilustraciones han sido portada de innumerables medios de comunicación y marcó un antes y un después en el arte de la serigrafía dentro del mundo de la moda. Es un genio cuya creatividad traspasa fronteras. Custo Barcelona vuela alto y pisa firme con propuestas claras y contundentes.