Definitivamente, Cristiano Ronaldo ha contagiado a Georgina Rodríguez su pasión por los relojes más exclusivos del mercado. El futbolista es uno de los coleccionistas más relevantes del planeta. Posee algunos de los modelos más caros y elitistas que se hayan fabricado. Desde hace unos meses, es su pareja la que se deja ver con cronógrafos extremadamente lujosos, a juego siempre con sus millonarios looks.
En uno de sus últimos aportes en sus redes sociales, la modelo lucía uno de los relojes más caros que hasta la fecha ha llevado en su muñeca. Una versión extraordinaria del Richard Mille 037. Un reloj que puede personalizarse con varias opciones y que reúne toda la sofisticación, historia y tradición de la casa suiza.
Richard Mille comparte que es un reloj con una complejidad extrema. En el caso del modelo que porta Georgina, se trata de un reloj con la caja de oro. En la misma se han engastado en pavé al menos 250 diamantes. Cuenta la relojera sin embargo que el modelo con caja de carbono TPT es aún más complejo. La dureza de este material hace que la colocación de los diamantes sea aún más laboriosa.
Pero el reloj de oro de Georgina Rodríguez tiene un fulgor cautivador que en Richard Mille han conseguido después de muchos años dedicados a perfeccionar las técnicas de trabajo de los metales preciosos.
Los artesanos de la relojera suiza combinan el oro rojo y el blanco. Logran así un llamativo efecto estético y una agradable suavidad, tanto al tacto como a la vista. La pieza puede acompañarse por una amplia variedad de correas. La escogida por Georgina en su reloj es de caucho.
A nivel técnico el reloj posee un rotor de geometría variable, fecha de gran tamaño y selector de funciones. Dispone además de una reserva de marcha de unas 50 horas aproximadamente. Para proteger su mecánica interna, la corona se ha creado en titanio y garantiza la integridad del movimiento interno del reloj.
Lo protege además de las influencias externas al no emplear la fijación de corona clásica que penetra en el corazón del movimiento. Es virtualmente imposible desalojar dicha corona, salvo que un experto relojero proceda a realizarlo. Dependiendo del modelo escogido, el Richard Mille 037 ronda los 200.000 euros. Sin embargo, uno tan especial y seguramente personalizado como el de Georgina alcanzaría los 350.000 euros tal y como nos explica el experto en joyería y relojería de lujo, Daniel Nicolás.
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