La reina Letizia luce la Tiara Rusa en Holanda, una de las mejores ‘Joyas de Pasar’
La reina Letizia muestra todo el poderío de las joyas reales en su último encuentro con Máxima de Holanda.
Las joyas de la Corona son uno de los símbolos que reflejan el poderío de las Casas reales. Las famosas “Joyas de Pasar” (que pasan de una monarca a otra a lo largo del tiempo) no solo tiene un valor económico incalculable sino además una bella historia detrás. Es lo que sucede con la Tiara Rusa que la reina Letizia escogió ayer para la cena de gala con los reyes de Holanda.
Durante la cita, además de sobre los trajes, todas las miradas recayeron en las históricas e imponentes joyas utilizadas por las consortes de los reyes. En el caso de la reina Letizia, se decantó por la icónica tiara rusa, una pieza de la colección de joyas de la familia real española.
La historia de la Tiara Rusa de Letizia
Esta tiara fue creada por Cartier para la reina Maria Cristina de Austria. Luego pasó a manos de su hijo, el rey Alfonso XIII de España, quien a su vez se la regaló a la reina Victoria Eugenia, bisabuela del Rey Felipe VI, en 1920. Finalmente, la joya fue heredada por el rey Juan Carlos quien a su vez la puso en manos de doña Sofía.
Esta Tiara Rusa de diamantes, platino y perlas, ha sido desde siempre una de las favoritas de la reina Sofía. Después de que Letizia Ortiz se convirtiera en reina consorte de España, también se la hemos visto en varias veces, manteniendo así viva su historia y tradición dentro de la familia real española.
Un derroche de glamour e historia
En concreto, la reina Letizia ha usado la Tiara de Rusa en al menos dos ocasiones desde que se convirtiera en reina hace diez años. Una durante una cena de gala en el Palacio Real de Madrid en honor al presidente de China, Xi Jinping, en 2018. Y la última durante la visita de Estado del presidente presidente italiano, Sergio Mattarella.
Ademas de la tiara, la reina sacó de paseo la famosa Perla Peregrina. Un broche con una gran perla rodeada de brillantes que le vimos hace unos días en el funeral del primo del rey Felipe, Fernando Gómez-Acebo.
Los famosos chatones de diamantes redondearon el conjunto. Son unos de los pendientes más espectaculares y a la vez más ponibles del joyero real que sin duda elevaron el ya de por sí llamativo y elegantísimo vestido azul cobalto de la firma española The 2nd Skin.