‘El diamante de Dios’ lava el nombre de Sierra Leona

Un pastor protestante encuentra el segundo diamante más grande de los últimos 100 años bautizado 'Diamante de Dios'.

Daniel Nicols. 05/04/2017

Si estamos hablando de diamantes e introducimos en la conversación Sierra Leona, muchos de vosotros pensareis rápidamente en niños soldados, en la película Diamantes de Sangre y en Leonardo DiCaprio. Durante la película, veíamos como nuestro protagonista en mitad de la guerra, buscaba diamantes y los sacaba de contrabando a Liberia utilizando pastores y ovejas.

El contrabando de diamantes financió el conflicto armado de Sierra Leona

El contrabando de diamantes y el hecho de que financiaran el conflicto armado hizo que los diamantes de esa zona de África se catalogaran como de conflicto y no se pudiera comerciar con ellos a nivel internacional. Pero pasados casi quince años del fin del conflicto, el nombre de Sierra Leona en el mundo de los diamantes se puede limpiar tras el descubrimiento de uno de los diamantes más grandes de la historia.

El valor del diamante es incalculable

Aunque pueda parecer un nuevo guión de Hollywood, no lo es. El descubrimiento lo ha hecho un pastor protestante y buscador ocasional de diamantes llamado Emmanuel Momoh. Aún se desconoce cómo encontró esta colosal pieza, pero sí se sabe cómo llegó al presidente Ernest Bai Koroma de la mano del jefe tribal de la región de Kono al este del país.

En estos momentos, Sierra Leona tiene una oportunidad única para lavar el nombre de sus diamantes, por lo que el presidente Koroma agradeció que no hubieran vendido el diamante mediante contrabando fuera del país. Por otro lado aseguró que el proceso de comercialización será trasparente y seguirá todas las condiciones necesarias para cumplir el régimen del tratado de Kimberley.

El pastor protestante Emmanuel Momoh encontró el ‘Diamante de Dios’

El valor económico del diamante de momento es incalculable hasta que se le hagan todas las pruebas gemológicas necesarias, pero sus 706 quilates o 141 gramos de peso lo convierten en uno de los 10 diamantes más grandes jamás encontrados y el segundo más grande de los últimos 100 años. Y aunque aún no le han puesto nombre oficial algunos lo han bautizado como ‘El Diamante de Dios’.

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