Españoles que triunfan en NYC

La NYFW es una cita imprescindible para todos aquellos que quieren entrar a vender en Estados Unidos. El primer mercado del mundo para el negocio retail es al mismo tiempo uno de los más complicados. «Se necesita mucho dinero, se necesitan buenos representantes y se necesita suerte», apunta Santos Chacartegui, Presidente de la firma de moda Jota+ge y Mika. «Yo lo intenté hace unos años, se quedaron con mi dinero y ahora lo vuelvo a intentar gracias al Icex y y a la Oficina de Comercio de la Embajada de España en Nueva York».

Vender en Estados Unidos es tan apetecible como complicado. Hay grandes marcas españolas que lo han intentado con un desembarco en toda regla, lo que ha significado alquilar locales y apostar por tiendas propias. Es el caso de Pretty Ballerinas, Tous, Jaime Mascaró, Agatha Ruiz de la Prada y, por supuesto, las gigantes Zara y Desigual.

Pero para las pymes o aquellas empresas que no tienen tanto músculo financiero para aguantar el tirón de las primeras inversiones, la opción B siempre ha sido el Showroom. Algunas marcas cuentan con uno permanente, como la fabricante de alfombras de lujo Nani Marquina, o la revelación en el mundo de la moda en piel, la también barcelonesa Pell Xavier.

Pero lo más habitual son pop-ups y showrooms temporales para presentar las colecciones e intentar vender lo máximo posible con la mayor visibilidad en las grandes ciudades. «Además de los problemas de implantación económica, nos encontramos con la enorme diversidad de este país, que es como un continente. No es lo mismo vender en Nueva York que en Los Ángeles o en Miami. Los gustos de los clientes cambian sustancialmente, por ello, nosotros nos estamos centrando en prendas de piel de altísima calidad, alta costura, fabricadas a mano en nuestro taller de Barcelona para la costa noreste de Estados Unidos», puntualiza Xavier Barris, que junto a su hija Laura diseñan y fabrican en piel. Tras cuatro décadas de experiencia y prendas que literalmente no pensar nada y un precio de venta al público que comienza en los 3.000 dólares, ahora lo intentan en Estados Unidos. Su fabricación no supera las 2.000 prendas al año.

Pons Quintana también quiere explorar el mercado estadounidense, por ello se ha unido a la iniciativa de 12 empresas españolas que, organizadas por Mikel Orbe, Director de la Oficina de Comercio en Nueva York, han presentado sus propuestas en la Galería Bene Rialto de MidTown. De momento el icónico zapatero menorquín que inventó el trenzado en piel para sus zapatos y sandalias (mucho antes que Bottega Veneta) vende en Estados Unidos unos 1.000 pares de zapatos al año y aspiran, como es lógico, a incrementar su presencia. Aún no tienen página online en Estados Unidos para vender, pero están en el desarrollo y la internacionalización de la web española. «Los zapatos de 300 dólares no tienen un mercado fácil, tienen que convencer porque son un producto premium», apunta Anabel Serrano, que ha venido desde Alaior para presentar su colección de calzado.

Luis Puchades tampoco es nuevo en esto de la moda. Tuvo una empresa familiar durante décadas (que cerró) y ahora se lanza a una nueva aventura experimentado con materiales absolutamente novedosos. «Nuestra inversión era de 500.000 euros en tres años, y ya llevamos invertidos 250.000 euros», apunta. Presenta en la Gran Manzana Siluz Omkar, prendas artesanales, fabricadas totalmente a mano y cuyos tejidos son tan especiales como telas de hoja de eucalipto, madera natural troqueda, sedas salvajes, organzas naturales y napa. La colección que han presentado a los posibles compradores en NY consta de 70 prendas a un precio de venta al público de unos 4.500 dólares dependiendo de la pieza. Ya cuentan con showroom en Singapur y Tokio, donde han empezado a vender sus prendas de inspiración claramente oriental.

Teresa Busto es diseñadora gráfica y aplica todo su ingenio sobre la seda. Sus pañuelos, pintados a mano en el taller de Bilbao, son de sobra conocidos en nuestro país. Artesana de la seda de más alta calidad, hace colecciones por encargo para empresas tanto de pañuelos como de corbatas que se inspiran en los valores de las compañías. Los pañuelos son su seña de identidad, pero en Nueva York ha presentado también una línea de vestidos en seda natural teñidos de forma artesana y totalmente natural. Los kafkanes tienen una gran aceptación en Estados Unidos.

Para Mislita, una empresa zapatera que fabrica 100% en España y con materiales españoles, Estados Unidos es una oportunidad y Nueva York en particular, un sueño. Se aseguran de que todas las pieles reciban un tratamiento muy cuidado y de forma natural, haciendo de ellas un producto único. Cada Mislita conlleva un cuidadoso proceso de fabricación, para ello se encargan artesanos que ponen todo su mimo en cada uno de los procesos.

Como curiosidad, cada una de sus slippers está nombrada en honor de una mujer relevante del mundo. Las slippers Shirin Green están fabricadas en pelo de potro en estampado vaca, adornadas con unas borlas, ribetes y tira trasera en color verde. Estas Mislita deben su nombre a Shirin Ebadi, la primera mujer musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz, en 2003 por “sus esfuerzos por la democracia y los derechos humanos”, reconociendo su atención particular a la “lucha por los derechos de mujeres y niños”. Debido a su perseverancia y su renuncia a ser silenciada, su trabajo en derechos humanos le ha dado la admiración y el respeto de organismos en todo el mundo. Una de sus frases inspiradoras: «Ninguna sociedad merece llamarse civilizada hasta que no se respeten los derechos de las mujeres, las niñas y los niños”.